El abuelito se fue con los marcianos
Lo dijo Einstein: “hay dos cosas infinitas, el universo y la estupidez humana”. Lo del universo me plantea algunas dudas, lo de la estupidez, cada día lo veo más corroborado.
Anoche un exitazo la presentación del libro “De profesión, cura”, aunque espero con auténtica ansia la crónica de Bruno. Pues eso, que al acabar, y mientras tomábamos un “rafaelesco” piscolabis, me contaron una anécdota de esas que te hacen afirmar que no somos más bobos por falta de entrenamiento.
Pues resulta que una familia sufrió la muerte de un abuelo. A ver cómo explicas al niño pequeño lo que ha ocurrido. Los creyentes lo tenemos facilito: creemos en la vida eterna y contamos a los niños que se ha ido al cielo, que se lo ha llevado Jesús, que ya está con Dios y con María. Los no creyentes supongo que les dirán que la vida de todos acaba alguna vez y que hay que aceptar esa realidad de la condición humana. Hasta aquí todo correcto: creyentes y no creyentes responden así.

Pues servidor, como Umbral en tiempos ¿recuerdan?, aquí viene a hablar de su libro. Lo vamos a presentar en la parroquia (Beata María Ana Mogas, Bella Altisidora, 6 Madrid) pasado mañana viernes a las 20 h. Aviso que no contamos con el P. Ángel, ni siquiera con D. José Bono, quizá afortunadamente, y a cambio estarán con nosotros tres amigos muy especiales:
“Iros todos a hacer puñetas” es un magnífico libro de Miguel Martín con el que me he reído lo indecible. Hace años que lo compré de casualidad, de cuando en cuando lo releo y nunca me ha defraudado.
Nos hemos acostumbrado tanto a las pequeñas agresiones que venimos sufriendo que para que algo sea noticia tiene que ser en verdad cosa muy gorda. Y ya ni siquiera.