Especímenes parroquiales: "la madre superiora"
En algunas parroquias puede darse la existencia de un espécimen o especímenes a los que genéricamente doy el nombre de “madre superiora”. Sea una persona individual, en ese caso casi con toda probabilidad una señora, o un minúsculo grupo de feligreses, son los que en definitiva cortan el bacalao, hacen, deshacen, mandan y organizan, ponen y quitan por encima del párroco y de quien sea menester. A veces, incluso, han sido capaces de granjearse las simpatías de obispos y vicarios de forma que el cura más bien parece alguien a sus órdenes que el auténtico administrador y rector de la parroquia.
Nunca he sufrido esta situación en carne propia, pero sí puedo dar fe de las vicisitudes de algunos compañeros cuando tomaron posesión de la parroquia y descubrieron, desde el primer día, que por mucho nombramiento que tuvieran de facto no eran nada, que todo lo organizaba Fulanita que además tenía muy buena fama en las alturas diocesanas.

Servidor no hizo el servicio militar en su momento. Religiosos y seminaristas estábamos exentos por razón del concordato. A cambio, se nos llamaba a jurar bandera al cumplir los treinta años y las diócesis y congregaciones religiosas colaboraban cediendo algunos sacerdotes temporalmente como capellanes castrenses.
Muy cercanas las fechas de primeras comuniones en la parroquia. Aunque, como es natural, los niños tienen sus catequistas, estos días de forma especial charlamos con ellos mi compañero y un servidor.
A ver cómo tenemos las agendas. Porque este post, entre otras cosas, es una invitación formal a la presentación del libro “De profesión, cura” cuyo autor es un servidor. La presentación tendrá lugar el viernes día 10 de mayo, a las 20 h., en la parroquia de la Beata María Ana Mogas, calle Bella Altisidora, 6, de Madrid. Aviso a navegantes que disponemos de metro prácticamente a la puerta: línea 10, estación de Tres Olivos, y los autobuses 66 y 137.





