Lo más honrado sería dispensar completamente el sexto mandamiento
A ver, si la cosa es muy sencilla. Tan sencilla como que alguien nos diga si lo del sexto mandamiento es como siempre o si últimamente se ha concedido una dispensa general de facto.
Me ha sorprendido no sé si agradable o desagradablemente, pero me ha sorprendido, la nota de la Congregación para la Doctrina de la Fe negando la posibilidad de dar la bendición a la unión entre homosexuales. Parece evidente. Si de siempre se nos ha dicho que las relaciones sexuales solo son posibles dentro del matrimonio y según enseña la Iglesia, todo lo que no sea eso es pecado grave. Por eso digo que me sorprende que haya sido necesario ofrecer esa nota. Y me sorprende que se hayan atrevido. Eso está bien.

Se despereza la mañana. Los primeros rayos de sol te hablan de vida que siempre vence y de la luz y el calor que te han sido dados. Agradece desde la profundidad de tu ser tantos dones que se te ofrecen para que abras tu corazón a la munificencia del Altísimo.
Alguna vez me llegan una especie de tests para comprobar si uno conoce perfectamente la doctrina de la Iglesia o si anda patinando por el extrarradio. Algunas de las preguntas son de una sutileza tal que uno se las ve y se las desea para salir airoso. En más de una ocasión ha resultado que tengo una supuesta fe católica que hace agua en algún aspecto.
Lo de la religión universal, la moral universal, el gobierno universal y la fraternidad universal, que en el fondo lo que quiere decir es el borreguismo universal mandando los listos, es tan viejo como el mundo y sobre todo una vieja aspiración de algunos grupos a los que antes se combatía y ahora apoyamos, veneramos y animamos.