Instrumentum laboris para el Sínodo de la familia. Que no nos tomen el pelo.
Momentín, que me parece que nos estamos poniendo nerviosos. Acaba de hacerse público ¡en italiano! el “Instrumentum Laboris” para la segunda sesión del Sínodo de la Familia. Antes de leerlo, antes de pensarlo, ya hay medios de comunicación que dan la noticia de que en el Vaticano hay acuerdo para que los divorciados vueltos a casar puedan comulgar sin demasiados problemas. Como mucho, lo más que llegan a matizar es en el sentido de que deberán llevar a cabo una reflexión sobre su situación a través de itinerarios de reconciliación o un camino penitencial y que la última palabra la tendrá el obispo.

Antes de leer el post seguro que ya hay espabilados que me achacan el pedir que vuelva la inquisición. No es el caso. La pregunta que me hago es que si en la Iglesia existen las sanciones y exactamente para qué y si se aplican.
Mi principal duda en este momento es si la gente realmente se está volviendo tonta, si se creen que los tontos somos los demás, o si el que se está volviendo rematadamente gilipichis es un servidor.





