Esta noche han quemado el Nacimiento de Villa del Prado (Madrid)
No hace mucho una amiga, misionera seglar destinada ahora en África, me escribía manifestándome su sorpresa por el avance del laicismo y de los ataques a la iglesia católica. Contaba cómo, en poco tiempo, había tenido que soportar dos interrupciones a gritos de la celebración de la eucaristía. ¿Qué está pasando?
Anoche leía lleno de tristeza que, en un pueblo de Madrid, Villa del Prado, ha ardido el belén colocado junto al ayuntamiento, y con todas las papeleteas de ser algo provocado. Apenas un par de días antes, unos desconocidos habían arrasado durante la madrugada varias de las figuras del belén gigante de la Taconera, en Pamplona. Muchos de los pastores, ovejas y otros elementos figurativos aparecieron aparecido derribados en el suelo.

Me dicen que lleva San José unos días buscando posada por Madrid. Parece ser que el bueno de José recordaba de otros años cómo Madrid era una ciudad acogedora, que siempre les había dispensado una extraordinaria acogida cada año en navidad.
Siete añitos y un bichejo de mucho cuidado.
Seguro que habrá gente malpensada convencida de que una parroquia, si se quiere que sea de verdad evangelizadora, dará muchísimo trabajo. No se lo crean. Uno puede jactarse de tener la parroquia más evangélica del mundo, la más comprometida e insertada en la sociedad, la más madura y responsable, adulta en la fe, abierta a los marginados y solidaria con todos y no dar un palo al agua. No es tan complicado..jpg)





