Medugorje: ¿frikilandia?
Mucho había oído hablar de Medugorje. Tengo amigos que acuden allá con cierta frecuencia y algún compañero sacerdote también me había contado cosas. También he leído artículos varios y me he dado alguna vuelta por la página web. Por eso me hacía ilusión pasar por el lugar. Sé que es poco tiempo, apenas un día, pero quisiera transmitiros la misma reflexión que hice a la gente que me acompañaba al final de la tarde mientras tomábamos unos refrescos.
1. Me atengo a lo que diga la Iglesia sobre esto. Lo que yo aporto son simplemente opiniones muy particulares por si a alguien le pueden servir.
2. Tan evidente es que la Virgen puede aparecerse, apariciones hay aprobadas oficialmente por la Iglesia, como decir que las apariciones no son en absoluto necesarias para la salvación.

Sor María Luz tuvo que pedir permiso con poco más de cuarenta años para vivir fuera del convento y atender a sus ancianos padres muy limitados por la enfermedad. Más de veinte años en el pueblo, durante los cuales pudo hacer de todo: profesora de religión, catequista, colaboradora de la parroquia, clases particulares a niños con problemas. Lo mismo dirigía el coro parroquial que visitaba enfermos.
Las viejas herejías son como las olas de calor: siempre vuelven. El pelagianismo está superado desde el concilio de Éfeso (431), pero sigue apareciendo de cuando en cuando y con especial fuerza en estos tiempos.
Nueve carros de comida. Nueve. De un supermercado y por las bravas. Para eso necesitaron nada menos que treinta personas, violencia y montar el numerito. Consiguieron salir en la tele eso sí y, una vez más, soltar el demagógico discurso de los ricos, los pobres, el capital y la opresión proclamado, qué cosas, por la izquierda más rancia y más enemiga de la libertad.





