Ni los obispos creen en la sinodalidad
Reconozco que la noticia me alegró el día de ayer.
Desde el primer momento he sido y soy muy crítico con esto del sínodo de la sinodalidad. Me parece que es una tomadura de pelo, una manera de hacernos perder, una vez más, el tiempo, meternos en berenjenales para tratar de contentar a los que nunca estarán satisfechos, y cargarnos la esencia de la eclesialidad pretendiendo que a la hora de regir el pueblo de Dios cuente igual la opinión del obispo que la del laico.
Sigo pensando, y la experiencia me lo ha demostrado mil veces, que sínodos, asambleas, encuentros y consejos supuestamente decisorios se lanzan con las conclusiones previstas de antemano. Al final es disfrazar de clamor popular y justificar como tal lo que algunos, de blanco, rojo, púrpura o negro, aunque en este último caso podemos sustituir negro por camisa de cuadros o polo de marca, tienen decidido en sus conciliábulos que es esencial para la Iglesia.
El entusiasmo popular por sínodos y similares es perfectamente descriptible. El problema es que como viene de arriba parece que no queda más remedio que apuntarte y participar aunque solo sea para cubrir mínimamente el expediente. Mostrarte, no digo abiertamente contrario, sino meramente reticente, te hace objeto de miradas críticas y te introduce en el grupo de los anti eclesiales y dinamitadores de la comunión.
Y vuelvo a lo primero y a dar gracias a Dios por la buena mañana que me hizo pasar ayer. Un buen amigo fue el primero en ver la noticia y supuso, bien me conoce, que sería de mi interés.
Hablamos de algo tan serio como la selección de candidatos al episcopado. Para ello, desde el sínodo se envió una encuesta a los presidentes de las 118 conferencias episcopales que existen en el mundo. Respondieron… 34.
El tema era pero que muy serio. Un obispo santo hace santa a su diócesis. Un obispo memo es una desgracia. Se supone que los presidentes de las conferencias episcopales algo saben de esto y que trendrán interés en que la Iglesia busque a los mejores candidatos para el episcopado. 118 encuestas. 34 respuestas.
Pues servidor tan feliz, porque he descubierto que pasar del sínodo debe ser algo tan eclesial que lo practican más del 70 % de los presidentes de las conferencias episcopales del mundo. Y uno piensa que siendo esto del sínodo algo que llega desde Roma, aunque solo fuera por quedar bien, qué menos que responder de alguna forma. Ni por esas.
Ayer llegué, lleno de alegría, con mi punto de orgullo y satisfacción, a la conclusión de que estoy en perfectamente alineado con la vida eclesial actual, porque si tantos obispos pasan de la nueva sinodalidad, datos de la encuesta cantan, el que lo haga un servidor me convierte en un cura normal, y no un proscrito sinodal.
Laus Deo.
20 comentarios
Genial !!! nunca lo hubiera expresado igual de bien.
Su avemaría.
Un papelon lamentable .
Dios lo bendiga y le alegre sus dias .
No entiendo a estos herejes, el evangelio es sencillísimo, y ahí está todo, ¿porqué los humanos nos empeñamos tanto en inventar tanta burocracia, documentos, declaraciones, ... que no sirven para nada? Lo triste es que este caminar sin rumbo solo siembra confusión y división.
Pero, gracias a Dios, somos cristianos, y seguimos a un único Pastor, nuestro Señor Jesucristo, que es el único Camino, Verdad y Vida, aunque algunos encaramados en lo más alto, en su soberbia, pretenden demoler la Iglesia desde dentro. No están enterados que solo Uno es el único Todopoderoso, y las puertas del infierno no prevalecerán.
"Al final, mi Inmaculado Corazón triunfará"
Cuando el 70% de los obispos hacen lo que nosotros creemos que es bueno, sale nuestro "punto de orgullo y satisfacción". Ya lo decia yo.
Cuando el 70% de los obispos hace o deja de hacer lo que nosotros creemos que deberian hacer o dejar de hacer, criticamos a la jerarquía.
No digo que la critica a lo sinodal sea por aquello de ser opositor. No, hay razones.
Lo que digo es que lo del sinodo en la Iglesia ha sido permanente, de tal manera que el primer libro impreso en España es el Sinodal de Aguilafuente, libro que recoge las actas del Sinodo celebrado en el pueblo segoviano de Aguilafuente.
Tambien recogen los Hechos de los Apóstoles la manera en que fue elegido el sustituto de Judas y los primeros diaconos: la asamblea los eligió y los apóstoles lo aprobaron y los impusieron las manos. Podrían hacerlos rechazo, o rechazar a alguno.
Tambien he visto a lo largo de mi vida que los parrocos, antes de tomar algunas decisiones, preguntan a los feligreses. Es posible que algunos parrocos pregunten a quienes creen que opinan como ellos, pero en todo caso es una manera de actuar, o aparentar actuar, con algun sentido sinodal.
Que al menos, si no creemos en lo sinodal para elegir a los candidatos de obispos, que tampoco digamos que es autoritario cuando, de otra manera, se elige a un obispo que no nos gusta.
Si es dificil para un párroco evitar ser criticado por sus feligreses, para los obispos debe ser mucho más y para el Papa... ni te digo.
"Un buen amigo fue el primero en ver la noticia y supuso, bien me conoce, que sería de mi interés".
Es de agradecer que un amigo se preocupe de darnos una alegria. A mi me cuesta menos agradecer que un amigo me corrija, pero se que tambien me hace mucho bien.
Laus Deo.
En las maduras y en las duras, ahora y siempre, Laus Deo.
Ana Catalina Enmerich: vi entrar mucha gente a una iglesia y comían pan y vino SIN consagrar.
Daniel 9,27 y 12,11.
Catecismo 675.
Apocalipsis 13 y 14.
2ª tesalonicenses 2: ¿Por que permite Dios ese engaño?
Para que se condenen todos aquellos que rechazaron a Jesucristo que los habría salvado.
Rechazar a Cristo es NO querer cumplir los Mandamientos.
Es modificar la Palabra de Dios a nuestro criterio personal, o un falso evangelio a la carta.
Gálatas 1,8.
Por sus frutos los conoceréis.
Non Nobis.
Hay un fenotipo de feligresía que se pregunta por qué no han canonizado a Francisco... pero esos son sólo una parte. Luego, habemos muchos que, como diría San Pablo, lo examinamos todo y nos quedamos con lo bueno, y vemos que en la Iglesia YA hay mucho que no es bueno. Y en este grupo estamos los que vemos lo "sinodal" como algo grotesco.
Al hilo de lo que Vd. explica en este post, padre. Me surge la duda de qué entiende la Jerarquía de hoy en día por sinodalidad. ¿Reuniones para todo? ¿Encuestas? ¿Asambleas y luego votaciones?
Es que no lo entiendo muy bien, desde el punto de vista de un católico seglar, que es lo que me toca, ya dispongo de oportunidades de ayudar y participar en mi parroquia e incluso de dialogar y sugerir mejoras tanto a mi párroco como a los sacerdotes que le ayudan. Tengo entendido que también existen los consejos parroquiales, no sé si son buenos o regulares porque ni estoy en ninguno y no tengo tiempo para estar. (Soy miembro de un grupo de católicos y tenemos múltiples obligaciones). Entonces: ¿La sinodalidad para los seglares católicos, sirve de algo o mejora algo de la vida parroquial?
En cuanto a los pertenecientes al estado clerical:
Vd. mismo nos ha contado en un anterior post que estos dos meses le han llenado de reuniones y que Vd. piensa que no sirven para nada, pero que por su voto de obediencia irá.
Y ahora nos informa de que la consulta a las diferentes conferencias episcopales ha sido respondida de manera escasa. ¡,Viva la sinodalidad!
Pero eso sí, para elegir obispo nuevo es importante que tenga espíritu sinodal. ¿Y eso en qué se concreta?
Los primeros Apóstoles cuando se vieron desbordados por la cantidad de problemas que debían resolver en el día a día al incrementarse el número de Cristianos y las Comunidades. Eligieron a hombres justos y sabios para que se ocuparan de poner orden y solucionar las cosas del mundo. Pero que yo sepa, no convocaron una reunión sinodal para elegirlos, sino que ellos mismos (los Apóstoles) eligieron a los más idóneos para estos cargos.
Y tengo entendido, aunque me puedo equivocar, que la elección de un nuevo obispo nada tiene que ver con una reunión sinodal.
¡Ave María!
Algo de sinodalidad sí que tiene en su comienzo la elección de un nuevo obispo. Muy resumido: De la Diócesis o provincia sale una lista con los candidatos y se presenta al Nuncio. De esa lista el Nuncio elige tres y se los presenta al Papa. Y es el Papa el que elige a uno de los tres, o a ninguno, o a algún otro de la lista inicial o a otro cualquiera que no esté ni en la lista.
En resumen: El Papa decide y elige tal como hacía Nuestro Señor.
¿Qué pensará Cristo de esta moda de la sinodalidad?
¡Ave María!
¡Ave María!
-No se confíe, Padre. El silencio de los muchos es el principio de la dictadura de los pocos.
-No se confíe, Padre. Estamos al final de los tiempos y es absurdo e ingenuo pensar que la cosa va a mejorar. Nos echarán de las sinagogas... y los que nos maten pensarán que es una obra querida por Dios.
-No se confíe, Padre. El cielo está en el cielo y lo que no sea cruz es mentira.
-No se confíe, Padre. El demonio no se va a rendir tan fácilmente.
Nadie sabe para que sirve eso, si es que el obispo será elegido democráticamente, si en cada Diócesis se votará que somos arrianos, o si resumimos el Credo como queramos. Si en tal sitio la Misa es un sacrificio o si es un recordatorio o simple cena o memorial. Si en una Diócesis hay diaconisas y en otras no.
Vaya un desastre a lo protestante, que no lo creo, más bien es un quedabien y una estafa para parecer que hacen algo sin hacer nada. En esas cosas se ha perdido el tiempo en Roma, que apareciendo de inclusivos, comprensivos y misericordiosos ha sido la época menos inclusiva, más arbitraria y menos caritativa desde hace muchas décadas en la Iglesia.
El mejor Sínodo si no son tontos, es donde se practican los sacramentos, donde se asiste a Misa, qué congregaciones tienen vocaciones y cuáles no; en cuáles florece la vida religiosa. Y en definitiva si resulta que sube mucho la asistencia a la restringida Misa según el usus antiquor por muchos ataques que sufra, vale más que miles de encuestas y demás para ver por donde van los tiros.
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