Reunionitis inicial
Inicial, media y final. No sé ya la cantidad de convocatorias que tengo sobre mi mesa para los próximos días. En esta Iglesia nuestra no hay nadie con un mínimo encargo a su persona que no decida, antes de nada y por encima de cualquier otra realidad, organizar un amplio calendario de reuniones con el objetivo fundamental de reunirnos más.
Imaginen que a don Veremundo le hacen delegado de pastoral de viudas centenarias. El organigrama es siempre el mismo: contarnos la importancia fudamental de esa pastoral en cada parroquia, conseguir una persona responsable en cada una de ellas y, a partir de ahí, reunir a los responsables, organizar una coordinadora de arciprestazgo, vicaría y diócesis, implicar a los párrocos, programar retiros específicos y alguna celebración en la catedral y, que no se me olvide, varias sesiones de formación para las personas implicadas en el asunto.