15 de octubre. Rosario de hombres en Braojos
A ver, que una cosa es que uno se tome unos días de descanso blogero, y otra que haya caido en el desánimo, la apatía, el hartazgo y hasta la acedia. No va por ahí.
Todo lo contrario. Uno desconecta unos días y notas cómo te entran ganas de hacer cosas, tirar para adelante, enredar, promover, animar, lanzarte con nuevos bríos a la tarea del evangelio.
¿Cuáles son mis ocurrencias?
¿Conferencias sobre la agenda 2030 y la nueva globalización? Frío, frío…
¿Tal vez una opción por la nueva ecología en el contexto de la pastoral rural? Hielo…
Me voy a convertir en sinodal… Más frío…
¿Entonces?