Se desploma la práctica religiosa en España
Lo vemos y lo decimos todos, pero no cabe duda de que tiene especial importancia que lo afirme y reconozca nada menos que el obispo portavoz de la Conferencia Episcopal, monseñor Luis Argüello, durante un desayuno con el Nueva Economía Fórum.
Años llevamos tratando de maquillar los datos. Ya saben: que si no es para tanto, que ha bajado la natalidad, que depende de cómo se mire, que… Los sacerdotes lo vemos día a día. Las bodas bajan, los bautizos, primeras comuniones… Es triste encontrarte con gente que te dice, a sus setenta años, que son ya la última generación.
Lo más que hemos conseguido es que se reconozca que sí, que los datos de bodas, comuniones y bautizos han caído un poco. Buscamos compensar hablando de la cruz en la declaración del IRPF, de la asistencia a procesiones y peregrinaciones. Es igual. Vamos cayendo.

Parece que aquí todo quisqui va mostrando las cartas, la patita, las intenciones y el traspuntín. Hasta ahora, con disimulo, ahora, a pecho descubierto y calzón quitado.
Hay que jorobarse lo que le hace pensar a uno algo tan simple como limpiar el coche. Esta mañana he dedicado un ratito a esta tan humilde como necesaria tarea de adecentar el vehículo ¡incluso por dentro!, que el polvo se mete por todos los rincones.
Es que me pongo de los nervios… Se ha convertido en una especie de muletilla fácil que aquí emplea todo quisqui sin el menor pudor. Hagan la prueba si tienen humor para ello. Fíjense en homilías -ahí algo menos-, escuchen a clérigos de cualquier nivel, acudan a jornadas me da igual de pastoral, de Cáritas, de juventud, liturgia, economía parroquial, vida ascendente, catequesis o medios de comunicación. Varias veces les van a explicar qué es lo importante.