La alegría de encontrarte con buenos amigos
Es que es así. Llegas a celebrar misa a cualquiera de las parroquias y ¡ale! SORPRESA. Pero bueno, ¿qué hacéis vosotros aquí? Oigan, que estamos hablando de 80 kilómetros de distancia a Madrid, que ya es un paseíto.
Soy un afortunado en cariño y amigos. Desde el día que tomé posesión de las tres parroquias, y en esa ocasión con muchísima gente, no ha habido ni un solo fin de semana, ni uno solo, en que no haya aparecido algún conocido. Días incluso con nevadas importantes en los que te sorprende una sonrisa amiga de alguien o “alguienes” que tenía ganas de conocer los pueblos y saludar al amigo cura.

A punto de salir corriendo. Hay días en que las cosas se complican y hay que afrontarlas con el mejor espíritu.
Nadie pone en duda las competencias de la Santa Sede para crear o suprimir institutos religiosos. Hasta ahí podíamos llegar. La Santa Sede entiende que una fraternidad, asociación o lo que sea mantiene una vida no es conforme a la doctrina de la Iglesia, es motivo de escándalo, no respeta derechos de otros, niega verdades de fe o no se sujeta al derecho canónico y no solo puede suprimir, sino que debe suprimir la institución.
Es lo que hay. Durante dos domingos, dos voluntarios, adoradores de Madrid, han anunciado en las misas de los tres pueblos la intención de poner en marcha en Braojos un turno de adoración nocturna. Este pasado domingo hemos mantenido una primera reunión para poner en marcha todo.





