Primer avance de la misión mariana

Aprovecho un rato de tranquilidad en la mañana de este sábado para hacer una primera crónica de la misión mariana que se está llevando a cabo en la parroquia.
La misión comenzó el pasado martes con la llegada de la Virgen Peregrina de Fátima a la parroquia. Portada por los Heraldos del Evangelio, y mientras su coro y orquesta iniciaban ese tan conocido “El trece de mayo”, la Virgen entró en un templo parroquial abarrotado de fieles, y eso que era la tarde de un día laborable. Una misa sentida en la que un Heraldo tuvo la predicación y nos fue explicando el sentido de la misión mariana en la parroquia. Al legar al presbiterio fue un servidor quien tuvo el honor de coronar a Nuestra Señora como reina de la parroquia.


El otro día hablaba de este asunto desde el lado, digamos, de lo “pìadoso". Hoy quiero hacerlo desde algo tan simple como la dignidad humana.
Siento ser el que vaya contra corriente, pero servidor es así, y lo que pienso lo digo. Supongo que las redes sociales se llenarán de ¡oh! ¡ah! y exclamaciones de júbilo evidentemente en catalán al contemplar la iglesia de Santa Anna, en Barcelona, abierta para que no pasen frío en la calle los sin techo. Qué buenos y misericordiosos, qué caritativos y solidarios, qué chachi guay esa gente tan estupenda y comprometida con los pobres.
Lo de la Amoris Laetitia se está convirtiendo no sé si en un escándalo de enormes proporciones o directamente en un cachondeo, pero lo que llevamos visto desde su publicación me parece del todo inaceptable. Nueve meses en la calle y ya hemos leído de todo.





