La homilía de hoy: la tempestad calmada
Siempre se ha identificado la barca de Pedro con la Iglesia. Hoy nos encontramos, en el evangelio, con esa barquita en medio de una tempestad. No hace falta pensar mucho para identificar la tormenta con este tiempo actual en el que la iglesia trata de vivir en fidelidad a Jesucristo.
Borrascas desde el mundo, y cada vez parecieran más fuertes. El avance del laicismo, el odio a la religión, ataques a los principios más básicos no solo de la Iglesia, sino de la ley natural. El ambiente es complejo. Asaltos a iglesias y capillas, pintadas, profanaciones, procesiones burlescas… ¿sigo? Intentos de expropiación de la catedral de Córdoba, leyes sobre ideología de género, intentos de manipular la educación concertada, demandas contra sacerdotes y obispos por predicar la fe y la moral de la Iglesia… Hay gente que no lo reconoce, pero los hechos son tercos.

Lo de la libertad de expresión ya saben ustedes que es una cosa según la cual los míos pueden decir lo que quieran hasta ciscarse en lo más santo, pero los contrarios no tienen derecho ni a agua.
El arzobispado de Madrid, en aras de una mayor transparencia y el deseo de gestionar los bienes de la archidiócesis de una manera más eficaz, ha decidido dar paso a unos auditores externos que, en primer lugar, han llevado a cabo un amplio estudio de las cuentas de la curia, estudio que en su día se nos presentó a los sacerdotes y que deja las cosas en bastante buen lugar. Se pueden mejorar aspectos, pero, en general, nos damos por razonablemente satisfechos.
Uno tiene que saber en qué se gasta los cuartos, especialmente si los cuartos son de otros y yo soy el administrador. Servidor, por ejemplo, no puede gastarse los dineros del cepillo, los donativos o la colecta dominical en cualquier cosa. Los fieles, que son los que ponen la pasta, tienen no solo el derecho, sino la obligación de velar para que su aportación más o menos generosa vaya destinada a lo que tiene que ir: mantenimiento del templo parroquial, salario del sacerdote, actividades pastorales y ejercicio de la caridad.
NOTA PREVIA: Colocaré la homilía dominical normalmente pasado el domingo. Estos días que estoy fuera de la parroquia, como algo excepcional, intentaré colgarla antes, ya que hay sacerdotes que así me lo piden. Pero lo de estos días será algo puntual.