El silencio de los pastores: entre el enfrentamento y la mudez
Demasiado silencio, dice los fieles. O al menos eso me hacen llegar. Cada día nos desayunamos, comemos, merendamos y cenamos, amén de algún aperitivo, con nuevas noticias de ofensas a los católicos y faltas de respeto por lo más santo. Lo malo, como en tantas otras cosas, es que nos acostumbramos a que esto sea lo normal.
Ayer, al acabar cada una de las misas, invité expresamente a los fieles a acudir a la procesión con la Virgen de los Dolores que saldrá este próximo viernes a las 20 h. desde la parroquia. Les dije que, además de acompañar a la Virgen y manifestar de un modo tan tradicional la fe y la devoción, la procesión también cumplía con el cometido de dar un público testimonio de fe en la calle en estos momentos de expansión laicista.