No hay novedad, señora baronesa
Todo esta bien. No pasa nada. Nunca pasa nada. La sociedad que cambia, los medios que nos atacan, las televisiones que van a por nosotros. Pero todo esta bien, lo que pasa es que hay gente empeñada en sacar trapos sucios y revolver aguas tranquilas.
No es buena idea esconder la cabeza bajo tierra como el avestruz. Básicamente porque cuando uno mete la cabeza bajo tierra, deja el antifonario al descubierto.
Podemos tratar de engañarnos, podemos pretender tapar la luz del sol con un dedo, podemos conformarnos con culpabilizar a la sociedad (de la que tambén formamos parte), hacer reproches a los medios críticos o tirar de las orejas al discrepante. Podemos empeñarnos en negar la realidad, pero los datos son tercos. Se siente.
¿Por qué lo digo?
Para empezar por el desatre que supone vivir en una Iglesia en la que cabe ABSOLUTAMENTE TODO sin que nadie se inmute. Es ESCANDALOSO comprobar cómo en temas muy serios, como la interpretación de la exhortación apostólica Amoris Laetitia, no digo ya obispos, sino conferencias episcopales mantengan criterios del todo contradictorios. Sigue siendo incomprensible la enorme variedad de celebraciones de la eucaristía que van desde las más normalitas, afortunadamente las más corrientes, al menos en Madrid, a mútiples variedades con casulla, sin casulla, plegarias creativas y liturgia alternativa. En una homilía se puede escuchar hablar de la historicidad de los milagros de Cristo o de que son meramente alegóricos, o leer, en paginas subvencionadas por instituciones de la Iglesia y bendecidas por obispos, que en algunos casos el aborto es estrictamente obligatorio.
El efecto Francisco se queda en poco por más que queramos negarlo. Después de seis años seguimos a la espera de las grandes reformas de la curia, la transparencia económica y la tolerancia cero para abusos, que desde luego no es lo que llega a los fieles. La plaza de San Pedro no se llena. Podemos negarlo, pero en la plaza de San Pedro cada vez hay más claros. Algo significará.
La Iglesia católica cada vez pinta menos, y lo que se dice y se hace a nadie importa. Qué poca cobertura la JMJ de Panamá. En los medios generalistas, en las televisiones, evidentemente salvo 13 TV y poco más, nada de nada. Si salimos en los medios es para tidiculizarnos por abusos y poco más.
El tema de los abusos es asqueroso. Asqueroso por lo que supone de violencia hacia niños - jovencitos y porque nos está mostrando una tela de araña rosa que no sabemos muy bien hasta dónde llega pero que da la impresión de que teje mucho, con fuerza, y en múltiples direcciones. Maciel, McCarrick, el informa Viganò, cada día uno más, de alta mitra muchos, y aquí nadie sabía nada. No es fácilmente creíble.
La vida religiosa sufre una fuerte crisis. El cierre de un monasterio contemplativo al mes en España es una hemorragia que nos priva de un tesoro de oración que echaremos en falta.
Yo sé que es difícil, y que en estos casos la gran tentación está en callar y decir que todo fantástico y que los que digan lo contrario son unos agoreros, gente de mala voluntad con ganas de hacer daño a la Iglesia.
Estas cosas que señalo no son revelación de secreto alguno. Muchas de ellas, por ejemplo los abusos, han sido portada de telediarios meses y lo que nos queda. La disparidad de criterios en temas graves como ha sido siempre el adulterio, la comprueba cualquiera confesándose en tres parroquias distintas, o las diferencias a la hora de celebrar misa.
Es tremendamente elocuente la imagen del avestruz, o del hombre, con la cabeza bajo tierra. Mientras estamos a nuestras cosas, a nuestras ocurrencias que escribía hace apenas unos días, felices de habernos conocido y satisfechos con nuestro trabajo, nos estan dando de patadas en la retaguardia y esperemos que la cosa no vaya a más.
Lo triste de todo esto es que, mayoritariamente, los católicos, y especialmente religiosos, sacerdotes y por supuesto el santo padre, somos gente buena, trabajadora, ilusionada y con muchas ganas. Somos gente a la que todo esto nos duele y mucho. Pero algo nos falta.
Sí. Gente muy buena. Gente trabajadora, insisto. Buenos curas, religiosos fieles, muchos laicos comprometidos, jóvenes que dan la vida, parroquias, muchas, del todo ejemplares, un compromiso con los pobres en España y por todo el mundo del todo encomiable. Y con todo y eso, algo nos falla, algo nos falta.
Nos falta espiritualidad basada en oración y vida sacramental. No bastan buenas voluntades.
Nos falta unidad de doctrina y convencimiento de que la principal tarea de la Iglesia es la predicación para que los hombres se conviertan y se bauticen.
Nos falta fidelidad a la doctrina y a la liturgia.
Nos falta fe en la providencia, que se ocupará de nosotros tambien en lo económico, y a lo mejor nos viene bien andar más escasos de recursos.
Nos falta hacer eficaz y real la opción por la evangelización de los pobres, los últimos, que tantas veces no pasa de ser una teoría y una foto oportuna.
Nos sobra miedo al mundo y al que dirán.
Nos sobran respetos humanos, falsas prudencias.
Quizá esto último, lo que más. Y a mí el primero.
Es verdad que hay gente empeñada en sacudirnos a la que pueden. Pero el problema es otro.
Y mira que hay gente buena, y mira que se trabaja, y mira que andamos todos con la mejor buena voluntad. Pero algo nos pasa…
47 comentarios
Nos falta leer mucho la Sagrada Palabra de Dios, es una vergüenza que los católicos apenas leemos la Biblia...y la revelación privada buena y verdadera, hace tiempo que la hemos tirado al cubo de la basura.
Por eso no entendemos nada de lo que está pasando, y nos escandalizamos...
Lo que está pasando ya lo profetizaron los antiguos profetas en el Antiguo testamento, en el nuevo, el propio Jesucristo, las cartas de San Pablo y San Pedro, San Judas y el Apocalipsis.
En las revelaciones privadas, ya se no ha hablado con todo lujo de detalles de esta crisis de la Iglesia, de la apostasía generalizada y de la pérdida de la Fe y digo se nos ha hablado porque videntes y mensajeros del cielo uno tras otro van cesando en sus mensajes y guardado silencio.
y dice Vd.
Y mira que hay gente buena, y mira que se trabaja, y mira que andamos todos con la mejor buena voluntad. Pero algo nos pasa…
Pues nos pasa que somos tibios y yo el primero, porque los tibios nos creemos buenos trabajadores y con la mejor voluntad..nos creemos ricos y que nada nos falta...peeeeerooooo somos unos miserables, pobres, ciegos y desnudos...y la tibieza (yo el primero) es lo peor que nos ha podido pasar:
Apocalipsis 3,15-22
«Conozco tus obras: no eres frío ni caliente. ¡Ojalá fueras frío o caliente!
Por eso, porque eres tibio, te vomitaré de mi boca.
Tú andas diciendo: Soy rico, estoy lleno de bienes y no me falta nada. Y no sabes que eres desdichado, digno de compasión, pobre, ciego y desnudo.
Por eso, te aconsejo: cómprame oro purificado en el fuego para enriquecerte, vestidos blancos para revestirte y cubrir tu vergonzosa desnudez, y un colirio para ungir tus ojos y recobrar la vista.
Yo corrijo y castigo a los que amo. ¡Reanima tu fervor y arrepiéntete!
Yo estoy junto a la puerta y llamo: si alguien oye mi voz y me abre, entraré en su casa y cenaremos juntos.
Al vencedor lo haré sentar conmigo en mi trono, así como yo he vencido y me he sentado con mi Padre en su trono».
El que pueda entender, que entienda lo que el Espíritu dice a las Iglesias».
Se nota que se le lee mucho por personas muy altas en la jerarquía eclesiástica y han movido sus hilos recientemente para que se dejen de leer webs como infocatólica.
Cuando le leo me encomiendo al Paráclito y nunca me ha hecho el más mínimo daño su lectura; lo que está claro es que después hay que rezar por muchos visto lo visto.
Les duele:
1º El efecto Francisco se queda en poco.
2º La Iglesia católica cada vez pinta menos, y lo que se dice y se hace a nadie importa.
3º Qué poca cobertura la JMJ de Panamá.
4º cada día uno más, de alta mitra muchos, y aquí nadie sabía nada. No es fácilmente creíble.
5º ...
Después viene lo que nos falta y lo que nos sobra que lo detalla en el artículo y ahí les escuece, pero en vez de cambiar e imitar a Jesús, nos quieren obligar a que no le leamos a Ud. porque todos Uds. de la WEB son como Jimenez Losantos y es mejor la imagen del avestruz o la de ni ver, ni oir y callar.
A rezar por mi parte que oramos pocos, y los pocos, poco. Su Avemaría rezada.
VCR.
NB: El video es impresionante (¡In presionante!, que diría Jesulín).
Que falta?. Pienso que la respuesta está en la escena de Marta y María. Cristo en el centro, lo que ocurre, perdón pot lo que voy a poner: tenemos al Señor en el desván. Aquí todos tenemos que ser sinceros.
Todo, absolutamente todo sería arrasado, si es Voluntad de Dios, si El estuviese en el centro de nuestra vida.
Las homilías parecen consejos de psicología, el mensaje del Evangelio es azucarado, y ya se sabe el azúcar empalaga. Los novísimos han desaparecido, la confesion, el pecado, la Comunion de los Santos,....... y sigue.
Estamos perdiendo hasta la visión sobrenatural de los acontecientos, en nuestra vida y en o que ocurre en el entorno.
Hace unos días me comentaba una conocida, que está pasando por una situación dura, que no entendía como su párroco y alguien a quien consideraba una persona con fe, pudieran dar los mismos consejos y apoyo que su vecino:ánimo y paciencia. Pues ya está, que nos pasa para no dar testimonio de la fe?. Pues que está raquítica por falta de oración, penitencia y hemos "distorsionado" el rostro de Cristo.
No es nuestro fin ser buenos sino santos. Hay que ser sinceros, quién habla de esto?. Muchos pastores están para que les vuelvan a explicar lo más elemental.
Nosotros estamos en un ambiente hostil, nada mos contracorriente. Si todo los medios, que Cristo nos dejo, los abandonamos, los rebajados, los distorsiona os:pues dos más dos cuatro. El panorama es elqueVd expone P. Jorge.
Ayer en este portal venía una noticia llena de esperanza, no se si sigue colgada. Me refiero a la ex_gerente de la clínica abortista y como lograron conla oración el cierre de la misma. Los medios no fallan,Dios no falla, somos nosotros.
Por otro lado P. Jorge creo que estamos cayendo en la desesperanza. Son a veces tantas las noticias negativas, las omisiones son tan estridentes, los silencios tan atronador es, las desviaciones tan burdas que noquean.
La fe, en estos tiempos, se pone a prueba. Aquel que no sea consciente de ello, puede ser arrastrado. No te digo si tu formación es nula, si todo se basa en el sentimiento, o pretendes adaptar a Dios, y noalcontrario:apaga y vámonos.
No continuo, iba a poner un comentario corto y una cosa me lleva a la otra.
Se que algunos considerarán lo escrito catalogando lo, quizás en Infocatolica no pero si en otras páginas web. Algo que he descubierto en estos últimos años:nos catalogamos.
Me cuesta
entender esto. Como es posible perder la característica que nos pdefine
"en eso conocerán que sois mis discípulos....
... os ameis unos a otros coo Yo os he amado"
Un solo Señor, una sola Fe, un solo bautismo.
Me recuerda la tolerancia y actitud dialogante (toma ya, Nicolasa) de nuestros progres en todos los terrenos, que en cuanto les llevas la contraria, cuantos más argumentos uses más te crujen a base de epítetos; y al final el argumento final, incontestable y definitvo: "Yo soy el Papa"... Pues mire usted, S P, pues yo, no... Gracias a Dios.
¡¡¡Pobre Iglesia!!!
¡Pero es el Papa!
Ah, sí! y los diversos movimientos eclesiales sintiéndose, humildemente, el ombligo del mundo, de la Iglesia, de lo venido y de lo por venir.
Como diría el P. Aberasturi ¡Qué cuadrilla!
España ha dejado de ser catolica, Azaña dixit allá por los años treinta. Y es que tanta añoranza de la república ha traído a este país un aire laicista que, mezclada con el auge del consumismo, ha desarbolado las defensas de la iglesia española. Si a ello le sumamos las iniciativas de la UE y de la ONU, a favor de las iniciativas laicistas, tenemos el cuadro completo.
A lo anterior hay que añadir el mea culpa, ya que los cristianos hemos sucumbido ante la ofensiva anticristiana. Nos toca levantarmos y luchar, o seguir luchando, por la fe, hasta donde seamos capaces.
Je suis tenu de vous informer (Pardon, lo digué en castellanó pour esos muegtos de hambre que no saben Racine de memoguia ni han estadó en Versalles)
Es el caso Madame, que España, siendo un país fundamental para la Iglesia Católica, desde hace unos años reculó llorosa con las manos en los bolsillos de sus pantalones cortos. La presión cultural de los malos la hicieron acomplejada, miedosa. El primer país que derrotó a Napoleón, sería hoy en día invasible por seis gendarmes. Ilustres Cardenales optarían por un dejarse hacer para no ofender a nadie.
Me consta que queda en ella gente enfurecida por la prostitución de sus políticos, pero aun más por la tibieza de ciertos dignatarios eclesiásticos.
Cada vez son menos; pero convendría tenerlos en cuenta.
Beso su mano y si están limpios, sus pies.
Monsieur de Nometoqué.
Es poco serio y se ve bien claro que o es incapaz de gobernar o no quiere hacerlo porque para algo le han puesto allí esos prelados ahora en entredicho.
La JMJ no interesa a nadie no se engañen y 13 TV seguro la pone porque no le queda más remedio; ha quedado opacada con el asunto de Venezuela. Por lo poco visto no da una imagen muy católica ni en decorados, ni en nada, más parece el gusto por el baile, los vestidos exóticos, la repetición de sloganes como papagayos, y la entrevista en el avión que parece ser lo más importante y donde se pone más locuaz. En esa misma televisión pusieron una JMJ de Madrid con Benedicto y vaya las diferencias tanto de gente, como de entusiasmo como catolicidad tanto en el Via Crucis como en confesiones, actos litúrgicos y demás. Todo proponer a Dios y a Cristo, nada de política emboscada, pues en vez de hablar de Dios que es lo que corresponde parece haber ido a hablar deTrump y sus muros, pues ya se ve que en Venezuela no hay muros si no que todo es muro pero allí a callar aunque sea en contra de sus obispos. Mal va el asunto en el reino de los ciegos cuando el mayor invidente es el rey.
Nada puede una sola persona por sí misma si otros no le colaboran, sea el Papa en la Iglesia, Maduro en Venezuela, etc.
Además, no sirve lamentarse cada uno en particular sin la unión con los demás que igualmente quieran buscar juntos soluciones.
En asuntos católicos hay un ”totum revolutum“ que diría un antiguo sacristán, pero que es lo mismo de antes, nada nuevo en realidad, maneras y modas actuales pero los mismos fallos.
¿Que está pasando? Que los cristianos todos dejamos mucho que desear. La jerarquía eclesiástica no nace se hace, se comprometen y no cumplen, y los laicos igualmente. Esta muy claro todo en el Nuevo Testamento. Ni lo leemos, ni oramos, ni pedimos ayuda al Espíritu Santo. No formamos comunidades de verdad para ayudarnos unos a otros a permanecer fieles al Señor.
Cuando algo se hace mal sale mal. ¿Que nos falta? Ponernos en cuerpo y alma a cumplir lo mandado por Jesucristo. No lo hacemos. No lleva el yugo por nosotros porque no creemos que sea un yugo suave y no lo tomamos, no creemos nada, no es que seamos buena gente, somos incrédulos, digamos lo que digamos es falta de fe y punto.
Tenemos sus promesas, no las reclamamos porque no nos las creemos.
Hacemos un paripe y tenemos un paripe de Iglesia
Esto lo sabemos y nuestras quejas son pecado.
Son muchas las cosas que están haciendo naufragar la nave de Pedro. Unas "externas", donde la Iglesia tiene poco que decir y/o hacer. La sociedad va como va. Cada vez menos cristianismo y más espiritualidades raras o la nada más absoluta...(como ya anunció Chesterton hace casi un siglo ya, "Cuando se deja de creer en Dios, enseguida se cree en cualquier cosa").
Y otras "internas", donde se podría decir-hacer mucho... pero tampoco se hace. Los abusos son desde luego lo más escandoloso, seguido de que la Iglesia se ha hecho tan tan tan light... que ya no sabe a nada y la gente se va a beber a otras fuentes.
Me ha llamado mucho la atención la frase del obispo, citada en el artículo sobre el sacerdote irlandés que le negó la comunión al político abortista "...una situación muy incómoda en la que no quieres meterte".
Esta frase desvela lo que la Iglesia lleva haciendo desde ya, ni se sabe cuando.
Todo se resume en una frase "falta de fe".
¿Qué hacemos? ¿dejamos que se hunda? No, por un simple sentido de supervivencia, arreglamos o más bien, de momento, parcheamos las vías de agua y sacamos toda la que está dentro, navegamos aunque sea de forma lenta y casi imperceptible, hacia tierra y allí, en la seguridad del suelo firme la arreglamos ( limpieza, purificación, sacrificio, dolor incluso).
Ahora pues, es necesario mantener la barca, la Palabra de Dios, la Tradición, tapar las vías de penetración del mal, practicando los sacramentos, las obras de misericordia, las virtudes, principalmente con la fe puesta en Dios. Cambiemos el rumbo hacia tierra firme, los que guían la barca han de dar el golpe de timón y mantenerlo en la buena dirección, ni hundirla, ni venderla para que otros la hundan. Confiar en la Stella Maris para que marque ese rumbo adecuado, para que llegue a la seguridad de la tierra firme, y sacando el agua de dentro (el pecado en sus múltiples variantes) para que antes se seque y no se descomponga la buena madera que la forma. Sustituyendo, ya en firme, aquellas maderas podridas, por otras elaboradas y tratadas adecuadamente contra el agua salobre donde ha de navegar, y San José que era carpintero, puede ayudar porque de maderas y de su trabajo, creo que algo sabe ( por ser Patrón de la Iglesia sabe algo de la Barca, de la formación de nuevos barqueros para que sepan navegar y de acompañar a los buenos patrones para que resistan las tormentas)
Muy "acuático" salió el comentario D. Jorge , pero creo que es muy gráfico y se entiende. Que San José le acompañe, la Virgen Santísima le guíe y que Cristo nos mantenga a flote en esta singladura.
comienzo de la desamortización de sus bienes en 1798 por Godoy.
Los sacerdotes no pelean debidamente y hasta la muerte como debe
de ser, sino que temen a los gobiernos y a sus políticas y para
ramatar los Papas han sido un fracaso desde Juan XXIII hasta la
fecha, complacientes con los ricos del mundo.
Desde estas inmensas y repetidas derrotas, se logra entender mejor el segundo plano, el de la contingencia presente. Tras toda esta debacle de siglos, hoy la Iglesia es un enorme pozo de mediocridad, cobardía, pasividad y tacticismo mezquino. Y de esta situación no se salva nadie. Todos, de un modo u otro, participamos de toda esta miseria. No sirve que se diga que hay gente que da de comer a los pobres, o de que siguen habiendo misioneros (menos que nunca) en África, o de que la Iglesia aún sigue recibiendo generosos donativos de muchos creyentes, etc., etc. ¿Y qué? ¿Es que acaso la Iglesia es eso? ¿Es que acaso eso es ser cristiano? Estaría bueno que no quedasen siquiera misioneros (a este paso, en cuestión de un par de generaciones, también desaparecerán).
Somos de una mediocridad literalmente aplastante, que ahoga cualquier gramo de verdad o genuino compromiso que surja de un corazón noble o idealista.
Algunos sabrán mucho de Sagrada Escritura y de sutiles disquisiciones teológicas; otros mostrarán un compromiso muy activo con sus comunidades parroquiales o eclesiales, pero apenas quedan almas que sepan seguir a Cristo en verdad. Gente maja, gente inteligente, gente bien intencionada hay todavía, cómo no, pero cristianos... Y que nadie me acuse de mirar por encima del hombro a nadie. Yo me incluyo entre aquellos que critico, pues como bautizado, soy Iglesia a su vez. Y si no hago más no es sólo porque no pueda o sepa, sino porque me da miedo entregarme como lo pide el Señor. Y así somos casi todos. Esta es la Iglesia que hoy somos.
Mociones en la entrada, en la salida, para después y antes de una lectura... Hasta para respirar, vaya. El celebrante, sin casulla, y ayudado por unos niños que no sabían ni donde estaba el altar. ¿Misal? El inventado por el señor cura, que al menos se digna a mostrarlo en una pantalla para que no nos perdamos. El mundo al revés. En el Evangelio, todos sentados, que lo que se lee importa poco. Luego en la consagración, todo el mundo de pie. La comunión (opcional) bajo las dos especies era en el altar y "de auto-servicio": el fiel cogía la hostia del sacerdote, y dirigiéndose al altar la introducían en el cáliz con Su Sangre.
Estamos a miércoles y sigo cabreado, porque así como se hace en este templo se celebra en otros tantos de Madrid. Y no sé a quién o a qué quejarme, y si va a surtir efecto. Estoy harto de que nuestra ciudad y nuestro país sea gradualmente más apóstata y la causa (más que solución) sean estos espectáculos.
Qué lejos estamos del "Mira como se aman"...
En fin, que cada palo recoja su vela.
Ave Maria, gratia plena, Dóminus tecum. Benedícta tu in mulieribus, et benedíctus fructus ventris tui, Iesus. Sancta Maria, Mater Dei, ora pro nobis peccatóribus, nunc, et in ora mortis nostrae. Amen.
Hoy la parábola del Sembrador puede ayudarnos a ver en que estado se encuentra nuestra alma, por la explicación de Jesús, en busca de profundizar el misterio del Reino de Dios, o sea, aceptando la Palabra con un corazón blando e inspirado.
Que falta?, Falta salir de nuestro propio entendimiento, el que se queda en lo que se ve sin dejar que el misterio invisible y sobrenatural fluya.
Un árbol para dar su fruto depende de algo que no vemos, su raíz.
El ser humano para ser bueno, justo, fiel, depende de quien no ve, Dios.
Padre Hijo y Espíritu Santo.
*En mi caso hago vida de monje con mi mujer, estudio la Biblia y lo que enseña la Iglesia a traves de la doctrina social, y leo libros de la gloriosa historia de España. Estoy encantado.*
Eso que hace le ayuda a vivir sin meterse en líos e ir aprendiendo. Pero si cada uno se lo monta por su cuenta seremos individualistas y no ayudaremos al bien común. Debemos acudir a la parroquia a la que pertenecemos y aportar lo que Dios nos da a través del estudio, la oración y la común unión con los creyentes. Si amamos a Dios amamos a los hermanos y compartimos y ayudamos, ya se sabe: Fe, esperanza y caridad. Nada de yo para mi conmigo.
*Pues yo sigo cabr**do porque el otro domingo asistí a un espectáculo circense bastante aburrido...*
Cuando vemos lo que usted cuenta debemos hacer algo oportuno y no dejarlo estar. Yo después hubiera ido al celebrante a darle una queja con educación pero con sinceridad, dándole una opinión adecuada sobre cómo nos afecta a los creyentes que hagan de la liturgia un mal show que nos deja con tal malestar espiritual.
Es que si nos aguantamos pasa como con cualquier otro abuso que se mantiene en el tiempo tapado y como si nada, todos tenemos que cuidar que la iglesia funcione como Dios manda y no como le parezca al creativo de turno.
Muchos, temo que incluido el P. Jorge, no se enteran de que vivimos tiempos especiales, apocalípticos, claramente profetizados en la Sagrada Escritura. La solución a los males que padecemos es espiritual, no humana. Va a venir del Cielo, no de la Tierra. Por tanto, santidad y oración. No tengo la menor intención de entrar con peleas parroquiales con un cura que no es católico, que hoy proliferan por doquier.
Hay tres tipos de personas, lo que cuando les mean en la oreja, se cabrean, lo que hacen como si nada y dicen que llueve, y los que se giran y abren la boca. Da la impresión de que tu eres de los últimos.
Todo lo dicho se resumen en 2 o 3 frases.-
El Piloto de tormentas es ARGENTINO.-
Vuestro Ortega y Gasset dictaminó hace casi un Siglo atrás...........
ARGENTINOS A LAS COSAS...................NO SE LE OYÓ...........SOBERBIA ARGENTINA
Queda demostrado que realmente somos del Fin del Mundo.- Como para caerse del Esferoide.-
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