De las cervicales al sofoco

Ayer domingo hacía calorcito. Así que pusimos en marcha el aire acondicionado, porque yo creo que para vivir la celebración también hay que estar cómodos en lo material.

Una misa creo que sin nada que reprochar. Un monaguillo perfectamente educado, las cosas en su punto y hasta nos acompañó la coral parroquial. Acaba la misa y una señora que llega a la sacristía hacha una fiera: “Vaya misa, heladita estoy, con lo que yo padezco de cervicales y encima este frío, si es que no sé ni cómo viene la gente a misa. Y encima hale, con coral y todo, para que sea la misa más larga. Desde luego, yo no vuelvo”.

No estaba aún repuesto cuando entra otra señora. Los hombres generalmente no decimos nada, ni a favor ni en contra. O al menos en mi parroquia suelen ser mucho más expresivas las señoras. Pues eso, que otra señora: “No sabe cómo le agradezco lo del aire, porque mire, una anda con sus sofocos, y la verdad es que alivia mucho. Y la coral, qué belleza, qué gusto, cómo ayuda a vivir la misa”.

CONCLUSIONES:

Primera. Los conflictos parroquiales, esos de yo aquí no vuelvo, en el 99,9 % de los casos, vienen a ser por cosas no menores, sino ínfimas. Difícilmente alguien se largará por una imprecisión en la doctrina sobre el sacramento del matrimonio o por una visión algo sesgada del párroco sobre el pecado original, o por un horario de confesiones inexistente en la práctica. Pero conozco casos de alguien que se enfadó por el aire acondicionado en exceso o defecto, un canto en latín o no en latín, la regañina a su Marco Alberto que no para quieto en catequesis o haber quitado las flores de la boda de su hija con la excusa de que es cuaresma.

Segunda. Pretender una pastoral de que la gente esté contenta y nadie se nos enfade es bastante más complicado que ajustar la cuadratura del círculo. Hagas lo que hagas, alguien se sentirá ofendido y molesto. Más aún, pretenden contentar a todos es acabar no contentando a nadie: este es un veleta.

Tercera. No merece la pena esforzarse por contentar a la del aire acondicionado o a la de las flores de la boda. El que sale chinche, sale chinche, y hoy es por las flores, mañana por el aire, pasado por el canto -largo o corto, pero nunca exacto- y la semana que viene vaya usted a saber. Esa gente existe y punto. No tiene mayor problema que aceptarlo con deportividad.

Cuarta. Hagamos lo que tengamos que hacer. Misas bien celebradas, respeto a la liturgia, homilías correctas, catequesis según el catecismo… Y tratando de hacer que la inmensa mayoría de los fieles se sientan cómodos y bien atendidos tanto en lo espiritual como en lo corporal. La mayoría, sabiendo que el 100 % de apoyos es algo que tienen solamente otros.

13 comentarios

  
Isabel
Creo yo que nadie tiene más obligación que hacer todo lo que crea que es mejor para los que le rodean. Y cómo bien dice D.Jorge, es imposible contentar a todos.

El Señor nos dé paciencia que buena falta nos hace.
27/06/16 10:27 AM
  
Juan Mariner
Sentido "común" y basta, eso es todo. Siempre los habrá del sentido "propio", qué le vamos a hacer....
27/06/16 11:02 AM
  
Isabel
Hola, saludo a mi tocaya, qué tal, Isabelita, mona ? Tú eres de poco protestar, verdad ? Bueeenoo, a ver, hay curas ( Isabelina conoce a uno en especial ) que defiende mucho a la feligresía excepto cuando miran el reloj mientras él sermonea a 'la concurrencia', eso le repatea un conguito, o también le molesta mucho que la gente comulgue y regrese a su banco con la cabeza gacha, incluso les imita, con mucha gracia, en petit comité, y lo hace muy bien !! Ya lo que más le joroba a este santo varón es que todas las cabezas que ve en Misa sean blancas; la canas, le fastidian las canas. El Señor nos de paciencia, que falta nos hace.
27/06/16 1:28 PM
  
Tulkas
Todos nos enfadamos porque nos tomamos demasiado en serio a nosotros mismos.
Yo me enfadé el domingo porque cantaron una canción en italiano. Hubiera sido sencillísimo traducirla al latín, aunque sonase un poco macarrónico como los motetes de Vivaldi.
27/06/16 4:25 PM
  
Eduardo Martínez Chornet
En el Mundo Taurino esto se llama "División de Opiniones". Creo que el aire acondicionado es una aportación de las congregaciones protestantes que se puede emplear sin problemas en las parroquias católicas. De todas formas, igual conviene avisar que tal misa será acompañada por una coral, y que no será solamente rezada.
27/06/16 7:02 PM
  
Virginia
Si vamos a misa mirando el reloj.... mal vamos, si nuestro centro como católicos es y debe ser la eucaristía, y como en mi caso, que no puedo ir a misa entre semana... que dure lo que dure, es el tiempo que le dedico a El y estoy con El. Es como ir a una cita, y estar pendiente del móvil o el reloj... no digo que haya personas, que solo pueden una hora, pero no es la mayoría o la generalidad...
Toda nuestra vida es a las carreras, todo apresurado, incluso la misa. Nos enfadamos si el cura habla mas de 10 minutos, si el canto, si hay/no hay guitarra, motivos.. como los colores.
cuando nos perdemos en estupideces, es porque lo IMPORTANTE, lo verdaderamente importante, ha dejado de serlo.
27/06/16 7:37 PM
  
Luis López
Un padre iba con su hijo y un burro al pueblo para hacer unas compras. En el camino, el hijo se subió al burro y uno que pasaba dijo: ¡Qué hijo más desnaturalizado, dejar a su anciano padre en el suelo, mientras él se pasea encima del animal! Entonces el hijo se bajó y subió el padre al burro. Pero otro que pasaba dijo: ¡Qué padre más cruel y egoísta, dejando a su hijo que se canse por el camino!. Entonces se subieron los dos, padre e hijo, al burro. Y otro que pasaba dijo: ¡Qué vergüenza, pobre animal, quieren matar al burro con ese peso!. Finalmente, el padre y el hijo tomaron al burro entre los brazos y se lo pusieron sobre sus hombros, y otro que pasaba por el camino dijo riéndose. "De esos tres no sé cuáles son los burros y cuáles las personas"

Entonces, dejando el burro en el suelo el padre dijo al hijo: Mira hijo es imposible contentar a todo el mundo. Hagamos lo que creamos mejor en cada momento y no atendamos lo que digan los demás.
27/06/16 10:29 PM
  
JOSE IGNACIO LESACA ESEVERRI
Estoy muy de acuerdo con lo que dice usted en su escrito, don Jorge.
27/06/16 11:18 PM
  
josep
paciencia.
28/06/16 1:49 AM
  
FC Romero
Pues a cada tiempo lo suyo D. Jorge. Si los inventos van a mejorar a las personas, también en lo físico, pues bienvenidos sean. Hay aires acondicionados y neveras, calefacciones y hornos, que dependen de unas cuantas cosas; del estar más cerca o más lejos del emisor del frio o del calor, de la propensión hacia el frio o el calor de cada cuerpo serrano o del llano, de la potencia frigorífica o calorífica de las instalaciones, de la mentalidad y, sobre todo, del espíritu interior de cada cual cuando va a Misa.
Nunca llueve a gusto de todos. En mi Parroquia no hay aire acondicionado, y sudamos la gota gorda, la calefacción en invierno y en las primeras misas del domingo no se nota, y catarros y gripes tienen un campo amplio de desarrollo. Pero lo importante es que Cristo está presente y con abanico o con bufanda le adoramos, le alabamos, creemos en Él, le escuchamos, le damos gracias y participamos en suma en el banquete de la Misa.
Lo del aire acondicionado o la calefacción es cuestión de "rascarse el bolsillo" y voluntad de hacerlo. Lo de la música pues ya hemos hablado de ello en algunas ocasiones; "El que canta a Dios, ama a Dios".
Como en la Iglesia Católica se suma, hay que tener en cuenta que los que restan son los que quieren restarse y no se miran así mismos realmente como son, ni tampoco tienen empatía para ver a, y verse en, los demás. Las lecciones sobre la soberbia y la caridad han de ser releídas y debemos actualizar nuestros olvidadizos conocimientos al respecto.
28/06/16 11:13 AM
  
Rufus T. Firefly
Cuando organizamos cualquier cosa en la parroquia, o a nivel diocesano, nunca faltan aquellos que quieren tener a todos contentos, y acaban diciendo: No, mira, esto lo quitamos porque a este grupo no le va. Esto tampoco se pone, porque entonces se aburren los otros. Y esa oración, menciona mucho ciertas cosas, no queremos que los de más allá nos tomen por rancios. En fin, un despropósito. A mí siempre me da la risa en esos casos, y acabo opinando: ¿Queréis caerle bien a todos, que todos estén agusto, que nadie se moleste? Os voy a ahorrar esfuerzo y disgustos, porque eso es imposible. Solo hay uno al que tenemos que contentar, que es Dios. Quien venga por Él, estará agusto.

Admitamos, sin embargo, que la carne es débil. Aquí en Murcia los veranos son mortales de necesidad, ya hemos alcanzado los 42 grados más de un día. El domingo fui a misa Vetus Ordo, en latín, preciosa liturgia que me gusta frecuentar de vez en cuando. Pero imagínense: ni un ventilador, aire ni hablamos... Creí que daría el espectáculo cayendo desplomado, por suerte me puse atrás. No se me pasó por la cabeza irme, no por terco (aunque lo soy) ni porque me crea muy fuerte, sino porque entre en esa iglesia buscando al Sol de Justicia, y no pasar un rato al fresco.
28/06/16 11:54 AM
  
Emilio
Padre, ¿ha renunciado usted a poner nombre a "sus sañoras"? Porque si me tengo que referir a la primera, le contaré que esta última Semana Santa, en el Viacrucis, yo iba contando las estaciones pues la calefacción era de aire, pero se ve que aún no había prendido la llama...; total, que salí con un "trancazo" de no te menees. Y eso que me había vacunado por "haber entrado en lo que denominan "grupos de riesgo". Se me pasó por la mente qué estación quitaría yo, si la de las mujeres "lloronas" o cuál (con tal de que no fuese la del Cirineo, qué le vamos a hacer, siento debilidad por él...). ¿No ha probado usted un aire "acondicionado a cada feligrés"? ¿Y no suena un poco "machista" eso de que "Los hombres generalmente no decimos nada, ni a favor ni en contra?", ¿o va con retranca?. Es que a usted hay que leerle entre líneas...
28/06/16 2:05 PM
  
Zenzontle
Resueno con todo lo que dice usted, Don Jorge. En mi parroquia, los domingos en misa de las 13:00, hay un coro que no canta, aúlla. Los fieles son en general personas humildes a quienes parece que les gusta ese estilo de cantarle al Señor. ¡Bendito sea Él! Además acude a la Santa Misa un pobrecito débil mental al que le gusta mucho cantar. Lo malo es que canta cuando escucha que alguien más canta, sea el coro o sea el celebrante, o la señora que canta el salmo. Y, como no sabe propiamente hablar, profiere sonidos guturales a todo pulmón. Verdaderamente distrae, perturba. El cura párroco no dice nada y los varios sacerdotes que celebran, tampoco. Y yo me pregunto si no le gustará más a Dios N. S. la alabanza de este pobre que la mía o la de alguno más de los asistentes. ¡Laus Deo et Virgo Mariae!
29/06/16 2:57 PM

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