Joan Piris: "los servicios permanentes de 24 horas en la Iglesia han terminado"

Mi primer teléfono móvil lo adquirí cuando me nombraron párroco de dos pueblos. Desde entonces hay algo que me angustia especialmente: que alguien me necesite y no me pueda localizar. Por eso en el teléfono fijo de la parroquia, si no podemos atenderlo y salta el contestador, se facilita mi número de móvil particular que jamás está apagado. Solo sin sonido durante misas y algunas reuniones.

Una de las grandezas del sacerdote es la capacidad de estar de guardia las 24 horas, la disponibilidad total. Que los fieles sepan que siempre tendrán un sacerdote a su disposición sin importar fecha, hora o cualquier otra circunstancia. Una razón fundamental es la atención a enfermos o moribundos, pero no la única. Una familia en grave necesidad, un problema en el pueblo, la iglesia incendiada o destruida, sucesos imprevistos. Ahí se necesita al sacerdote. Y no podemos decir que somos pocos, mayores y necesitados de descanso. La mayor pobreza que podemos regalar al mundo es una vida que no nos pertenece.

Dicho esto, estoy consternado por las palabras del obispo de Lérida, Joan Piris, hace unos días: “los servicios permanentes de 24 horas en la Iglesia han terminado”, y que recoge Germinans germinabit. No es esto en absoluto un reproche ni al obispo ni a sus curas. Bastante duro tiene que ser para ellos haber llegado a esta situación. Los sacerdotes son los que son y llegan a lo que llegan. Es un llanto de impotencia ante una situación que desborda por todas partes.

Sin embargo yo he de decir que no me resignaría. Obispos y clero tendrán que ver cómo hacerlo, pero claudicar no, por favor. Antes que afirmar que se acabaron servicios de 24 horas, quizá fuera conveniente buscar formas. Desde mi nada de cura párroco de ciudad, me atrevo a sugerir cosas por si sirvieran.

El problema es de base y necesita una reflexión serena sobre las causas que nos han llevado a esto. Por eso quizá lo primero sea una revisión de la vida de los mismos sacerdotes y de la forma de ejercer el ministerio pastoral en estos últimos años y que tan escasos frutos parece que está dando. No dogo que no se haya trabajado. Cuántas veces nos deslomamos y el fruto fue cero. Habrá que ver si es cero porque tiene que ser cero o porque no se hicieron las cosas bien.

No vendría mal una redistribución del clero. Siempre nos encontramos con bastante en las ciudades y poquísimo en los pueblos. No solo eso, mucho clero dedicado a asuntos administrativos y de curia que tal vez pudieran hacer otros. Pues si somos pocos, a lo fundamental: predicar y celebrar los sacramentos.

Junto con esto, seglares preparados y comprometidos en tantos campos: administrativo, caridad, mantenimiento de templos.

A los compañeros les pediría mucha generosidad. Qué se le va a hacer. Tal vez ahora, con la facilidad de los coches, guardias por días o semanas. Si en cada pueblo hay una persona voluntaria, que las suele haber, como vínculo de unión entre párroco y feligreses, ante cualquier emergencia es tan fácil como acudir a la persona y ella sabrá a quién avisar. En pocos minutos, un sacerdote.

Cualquier cosa antes que tener que escuchar eso de que se acabaron los servicios 24 horas. Eso no, que sería acabar con lo más grande que tenemos los curas: la capacidad de estar.

Y a los compañeros de esas diócesis desbordadas, a los que no saben cómo multiplicarse para llegar a todas partes, a los rotos por una vida de trabajo y que en su ancianidad ahí están al pie del cañón, deciros que sois unos héroes y que un día recibiréis la corona prometida a los que entregaron la vida por Cristo y los hermanos.

19 comentarios

  
keparoff
Si Mahoma no va a la montaña, se puede llevar la montaña a Mahoma, y para eso se inventaron las furgonetas.

El problema que tenemos hoy no durará mucho: tenemos un clero escaso, porque entre la franja de menos de cincuenta años casi no hay practicantes, ni obviamente, vocaciones, pero aún tenemos muchísimos ancianos que hay que atender espiritualmente.

Pero en cuanto vayan muriendo esos ancianos, los escasos feligreses que quedemos estaremos perfectamente atendidos por los curas que queden, el número volverá a ser proporcional.

Mientras tanto, habrá que ir organizando viajes con autobús o furgo para llevar a las abuelillas a misa, se me ocurre.

31/05/14 12:03 PM
  
Alejandro Galván
Excelente post, padre. Y como laico, añado:

1) En los pueblos, los vecinos se juntan para ir al médico, al banco, al.... en la capital, a 50 minutos de coche. pues buscar formas eclesiales para ir, este domingo, a misa al pueblo de al lado. Por ejemplo, con una furgoneta de la parroquia, o del arciprestazgo. Si los feligreses no quieren ir al "pueblodalao" porque hay rivalidades, celos, etc... pues catequesis al canto: prefieren incumplir un Mandamiento a sus celos? Cómo está el amor a Cristo? Etc.

2) "Banderín de enganche"; que los sacerdotes diocesanos sean conscientes de la falta de vocaciones, y de la responsabilidad que tienen en suscitar, favorecer, alimentar vocaciones. Alguien ha dicho seminarios menores?
31/05/14 12:31 PM
  
Juan Carlos de la Fuente Díaz
Si pensais que esos curas van a mover un dedo por sus fieles, lo llevais claro. Precisamente, la situación está como está por eso. Si no creen en el sacerdocio ni en la Iglesia -Santa Iglesia Jerárquica, como siempre dice el Papa- nunca lo van a laimentar, nadie alimenta aquello en que no se cree y no se ama. Como vean que la cosa se acaba, cerrojazo y darán la iglesia a Esquerra Republicana para que tenga una sede en cada pueblo.
31/05/14 1:00 PM
  
Joaquín
Piris está gestionando la liquidación de la diócesis de Lérida. Triste ver a un obispo que tira la toalla de ese modo frente a la secularización.
31/05/14 1:39 PM
  
Eduardo Jariod
"La mayor pobreza que podemos regalar al mundo es una vida que no nos pertenece."

Impresionante, D. Jorge. Bellísimas y muy profundas palabras. Sobra añadir nada por mi parte.
31/05/14 2:49 PM
  
Almudena
Si el sacerdote se convierte en un funcionario del Cielo pasa lo que usted describe: "cerrado por vacaciones". Quizá están perdiendo esa dimensión divina que no es es hombre o mujer, sino ser auténticos representantes de Dios. Yo como madre no cierro el chiringuito a ninguna hora, remuevo los macarrones a la vez que pongo una tirita y explico matemáticas, y cuando llega la noche duermo con un ojo cerrado y el oto abierto por sí alguien tiene una pesadilla u ortro, los mayores, vuelven sanos y salvos. Lo que no puedo se lo dejo a Dios que para eso es Dios, y mientras tanto confío en mi marido que también hace lo que puede. A ustedes les toca ser ambos, no porque puedan, sino porque representan y nos traen a Dios. Ánimo! No cierre en vacaciones! ¿de qué si no le llamaríamos padre? ¡A ganárselo!
31/05/14 3:43 PM
  
Silvia Ines
Gracias Padre por no desmayar en su lucha continua por seguir a Jesús salvando almas! Desde Argentina pedimos a la Virgen de Luján por su apostolado.
31/05/14 3:52 PM
  
amalia
Intentare no pasar por Lérida.
En otros sitios pasa algo parecido.En varias ocasiones he intentado confesar antes de la misa, despacho del parroco,que no pisa el confesionario,y nada, que se le hacia tarde.Después de misa, que tenia que ir a dar clase al instituto, reunirse con cofradías,etc.
Ahora además se le ocurrió un día sin misa, día de descanso como los bares.
Estoy esperando a ver si en el portalón de la iglesia además de viajes,jornadas y tasas, pone el horario de verano para morirse, no sea que le fastidie el día...
31/05/14 4:36 PM
  
Juan Mariner
Padre Jorge: me sangra la boca de tanto morderme la lengua...
31/05/14 8:24 PM
  
Santiago
Se acaba de celebrar en Toledo una reunión con cerca de un centenar de vicarios episcopales de toda España, para reflexionar sobre la "conversión pastoral" (literal, no estoy bromeando). Entre los muchos obispos buenos que disfrutamos en España actualmente, no han tenido mejor idea que traer a que dicte una ponencia nada menos que el felizmente jubilado Uriarte, pastor sobre todo de etarras y nacionalistas, reconocido públicamente por ello. Después de leer su artículo, querido D. Jorge, ya me gustaría saber si han hablado del problema que usted plantea o, por el contrario, han tratado más el tema del sexo de los ángeles, o acuciantes asuntos eclesiales de similar urgencia. Ni que decir tiene que en la foto publicada (revista Padre Nuestro de la Archidiócesis Primada) aparecen más cuellos que alzacuellos, bastantes más cuellos que alzacuellos. Pero eso, como bien sabemos, es menos importante que la "conversión pastoral", a pesar que en el artículo que cuenta la noticia no explica muy bien de qué va eso, dejándome con la duda de su significado.
31/05/14 10:47 PM
  
JAHC
Dentro de mi periplo americano, ayer, viernes, estuve en Huacho, una diócesis peruana, a unos 180 Km. de Lima. Saludé al Obispo, que lleva 14 de años de Obispo, los 4 últimos en esa Diócesis, y a algunos sacerdotes. El Obispo, un hombre que físicamente se parece mucho a San Juan Pablo II,incluso en su tono de voz y sus expresiones, físicamente aparenta cerca de 80 años... tiene apenas 63, recién cumplidos, conocí a un hombre que está dando la vida físicamente por su Iglesia, me presentó a varios sacerdotes, uno de ellos, de unos setenta años, tiene a su cargo más de cuarenta parroquias que se recorre A PIE o en transporte público (¿contamos como son, o mejor lo dejamos así?)porque ni tiene coche, y cundo el obispo se preocupó de buscar un coche para los sacerdotes, se encontró demasiado mayor para conducir así que continua igual. Ninguno se ha quejado del trabajo, ni del horario ni de nada, y conocí a hombres felices en su ministerio. Así que Monseñor Piris, con todo mi respeto: ante su colega en el episcopado y ante sacerdotes que dan su vida... por favor, no nos tome el pelo que ya estamos bastante calvos.
01/06/14 1:54 AM
  
Kinxo
Pues como va a cuidar de su rebaño si esquilma al rebaño del vecino, es decir a Barbastro-Monzón y Huesca. Si prefiere venderse a los politicos de la Generaldad de Cataluña antes que obedecer a la Santa Sede en el tema de los bienes artisticos que retiene ilegalmente.
01/06/14 7:44 AM
  
Isabel. Granada.
Querido Padre Jorge: De verdad que en el poco tiempo que llevo entrando a esta casa y en especial a su blog, he llegado a tomarle auténtico cariño y con él una gran admiración. Ojalá hubiera muchos sacerdotes como usted.

Que Dios lo premie como sólo Él sabe premiar y le dé todo lo que usted necesite, y que Él lo bendiga.

Feliz día del Señor.
01/06/14 11:25 AM
  
Luis I. Amorós
"Siempre nos encontramos con bastante en las ciudades y poquísimo en los pueblos. No solo eso, mucho clero dedicado a asuntos administrativos y de curia que tal vez pudieran hacer otros. Pues si somos pocos, a lo fundamental: predicar y celebrar los sacramentos."

A mi esto siempre me ha sorprendido mucho. Parto yo de la base de que cuando uno se ordena sacerdote, salvo casos muy concretos, está destinado a ser cura de almas, o sea, párroco.
Luego te enteras de que en algunos obispados es sacerdote hasta el conserje: secretarios, delegados, asesores, presidentes de consejos de lo que sea... sacerdotes sin parroquia, malgastados haciendo tareas que puede hacer un seglar perfectamente.
No hablemos de los que se pasan largas temporadas en Roma, estudiando, asistiendo a cursos y reuniones, haciendo Dios sabe qué...

Y luego, curas que van por esos pueblos de Dios atendiendo 7 parroquias y con más kilómetros encima que el baúl de la Piquer, impedidos, casi físicamente, de atender como toca a sus feligresías. Por lo visto, el hecho de que sean pueblos con 200 ancianos no les hace merecedores de tener un cura a disposición.

Dejando de lado otras consideraciones muy válidas, una redistribución de sacerdotes hacia las parroquias y menos en otros menesteres también ayudaría.
No estamos en los años 40. No sobran sacerdotes, y faltan párrocos.
01/06/14 5:04 PM
  
Pedro F. Barbadillo
Yo también le felicito por esta frase.

"La mayor pobreza que podemos regalar al mundo es una vida que no nos pertenece."

Cómo me gustaría escuchar algo parecido en boca del Papa, de los obispos y de muchos párrocos.
01/06/14 11:26 PM
  
AntonioFM
La solución está en aumentar las vocaciones y para ello hay que que"pedir al dueño de la mies que envíe trabajadores a la mies". Tampoco estaría mal que el sacerdote diese ejemplo de entrega, de abnegación y de contento con su vocación y trabajase a los jóvenes. Varios años yo he ido a la parroquia de San Jorge, en Madrid,y el párroco, actual obispo de Cádiz-Ceuta , no tenía horario, tenía en cada casa una "enlace" parroquial. Había grupos de comunión, confirmación, acción católica, misiones, monaguillos, revista parroquial, campamentos de verano, el mejor coro juvenil de España etc. Se podía confesar.La parroquia no era muy numerosa pero atraía a mucha gente de otras parroquias. Todos los años entraban en el Seminario 2 o 3 ( entre ellos un hijo mío).
Cómo lo hacía: Enamorado del sacerdocio, con dedicación permanente y confiando en los laicos
02/06/14 8:45 AM
  
Akane
De acuerdo, los sacerdotes no son funcionarios, se tienen que entregar en serio etc, etc. Pero. Pero. También la gente se podría mover un poco. Ya te digo yo que quien tiene interés en tener una vida espiritual profunda con lo que todo esto conlleva (formación, retiros, charlas, dirección espiritual, confesión, Misa...), se espabila y no se queda sin. En los pueblo muchas veces solo quieren al cura para las fiestas (y en lo demás que no moleste mucho). O la Misa tiene que ser a la hora que les parezca bien, y si no no van. O hacen 100 km para ir a la segunda residencia en tal pueblo, pero no pueden hacer 5 para ir a Misa un fin de semana. Y además hay cuatro gatos, es normal que aunque solo sea por numero de gente, haya mas sacerdotes en las ciudades. Muchos pueblo van muriendo lentamente, los establecimientos van cerrando, la gente va muriendo, y parece que el ultimo que tiene que cerrar la puerta es el párroco.
02/06/14 12:43 PM
  
jj
y hablando de esto, que hay de los disconos permanentes?
02/06/14 7:12 PM
  
anscelo
A mí me ha tocado vivir en países no católicos, donde una IC encontrarla a 150 km. con nieve por la cerretera 3 meses, aveces más, al año. Durante el trayecto nos reagrupábamos hasta 20 católicos diseminados. lo curioso es que también se añadían protestantes. Me tocó vivir como 2 años en Riad, (Arabia Saudí), allí ya era peligroso asistir a misa. Cuando podía iba a la Embajada Británica, pues allí ofrecían culto católico además del anglicano y otrosprotestantes.

Sé que en territorios muy extensos y con una baja densidad de población (Australia, Sudoeste de EEUU), por ejemplo, asisten a los católicos los domingos en una especie de furgonetas que se convierten en capillas. Un sacerdote celebra la misa y otro atiende a las confesiones. Esto no lo he vivido pero me lo han explicado.

La Diócesis de Lleida o Lérida, está muy poco poblada y la población se disemina en pequeños pueblecitos, aveces de difícil acceso en invierno. A la falta de sacerdotes creo que se deben tener otras medidas como las expuestas, pero que a ningún católico le falte la asistencia de la Iglesia.
03/06/14 12:33 PM

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