Rafaela y la sonrisa del obispo

Con carita de “a ver por dónde me sale este” se quedó Rafaela cuando le dije que tenía que preguntarle una cosa. Facilita, no se me asuste. A ver, Rafaela: ¿tú crees que es importante que el cura sea simpático?

“¿Y a mí qué me importa?” Respondió sin vacilar. Lo de ser más o menos simpático va en carácter y cada cual es como es. Si el cura tuviera que contar chistes, pues cuanto más simpático mejor, pero no es el caso. Lo que se necesita es un cura que celebre la misa, confiese, enseñe a rezar, enseñe el catecismo a los niños y los no tan niños, esté cerca de la gente, ayude a los necesitados. Y que lo haga como lo manda la Iglesia. Si además se ríe mejor, y si no, pues tampoco pasa nada.

Pero a ver, que nos conocemos desde hace mucho, ¿por dónde van los tiros? Porque esa pregunta no la haces por pura casualidad. Suelta, suelta…

Ejem… Es que verás, hace unos días, en una charla o conferencia, un obispo decía que lo que tienen que hacer ellos, los obispos, es “ser normales, mirar a la gente a la cara, responder a sus preguntas, saludar con cariño, sonreír…” Ya, responde Rafaela. Eso lo tienen que hacer los obispos, los maestros, los curas, los alcaldes y los registradores de la propiedad, tú y yo. Vaya novedad. Ya nos lo decía la señorita Juliana en las clases de urbanidad.

A mí qué me importa que el obispo se ría más o menos, incluso te voy que yo de esa gente que se pasa el día sonriendo no me fío. Cosas mías. Yo creo que lo que tiene que hacer el obispo es preocuparse por ejemplo de que aquí tengamos misa a diario, que se celebre bien, que los niños reciban catequesis de la buena, que funcione Cáritas. De qué me vale un obispo cariñoso y simpático si luego no tengo misa o la tenemos de cualquier manera, si la catequesis en vez de enseñar confunde o está la iglesia cerrada todo el día mientras el cura está en el bar haciéndose el simpático.

Además, prosiguió Rafaela, ¿qué pasa, que los obispos de antes se comían los niños crudos? Por aquí han pasado unos cuantos y todos ellos amables, cariñosos, simpáticos. Otra cosa es que luego nos hicieran caso o no. Pero obispos besando niños los hemos tenido siempre. También lo hacen los políticos en campaña.

¿Entonces? Pues eso, siguió diciendo Rafaela, yo quiero hechos, que mira como estamos: la mitad de los días sin misa, los jóvenes perdidos, lo de confesarse nada. Menos reírse y más dar soluciones.

Rafaela… ¿te puedo llamar… bruta? Soy serrana, ya sabes, criada entre peñascos. Salimos así. Eso sí, las rosquillas me salen de dulce. ¿Te preparo unas pocas y te las llevas para Madrid? ¡Hecho!

17 comentarios

  
Luis Fernando
Uno de los curas que más me influyó durante mi niñez -escolapio para más señas- era un cascarrabias considerable. Parecía estar siempre enfadado. Y sin embargo, en varias ocasiones nos demostró tener una calidad humana y sacerdotal que no estaba ni por un casual presente en otros curas "graciosos y dicharacheros".
01/02/14 6:50 PM
  
Joaquín
Qué daño ha hecho el querer ser "guays" a toda costa como pretende el obispo Sebastián Taltavull. Una cosa es ser santo y otra ser simpático. Si se es las dos cosas, mejor que mejor, obviamente. Pero se puede ser santo y no ser simpático (p.e. san Jerónimo, que tenía un genio tremendo, o el cura de Ars, que tampoco era alguien a quien la simpatía le chorreara).
01/02/14 7:27 PM
  
Eduardo Jariod
Cada uno tiene que ser como es. Nada más nefasto e imposible que impostar el carácter. Y esto es válido para cualquiera, bomberos, administrativos, alicatadores, endocrinos o curas. Es lo forzado lo que tira para atrás. Solo se da la fluidez cuando cada quien se muestra con su personalidad, con su perfil: intelectual, introvertido, directivo, sereno, enérgico, adusto, amable... Y todos ellos pueden dar un gran servicio a Dios desde su forma de ser. A mí lo que más me repele es la impostura: aparentar una alegría que es forzada, o una humildad que no es sentida, o una espiritualidad que es inexistente, etc. Eso se nota y es signo de inseguridad.

La verdad en los sacerdotes no solo les hace libres, sino con más poder evangelizador, más atractivos en el sentido literal del término (que atraen más). Si el obispo es de suyo sonriente, que sonría; si es serio, que lo sea. Su personalidad será uno de los instrumentos privilegiados para su labor pastoral, el que primero llega a los demás. Saber jugar (y no "pegarse") con ella para ponerla al servicio de Dios será uno de sus primeros éxitos como pastor. Yo recuerdo con gran cariño a más de un cura muy torpe en las relaciones sociales por su marcada tímidez. Y, sin embargo, sobrellevándola con sabiduría, desde ella lograban reflejar a Dios en su dimensión de ternura e inocencia, y conseguían hacerlo presente a la comunidad con una fuerza inusitada. Todo puede ser puesto al servicio de Él.
01/02/14 7:33 PM
  
José María Iraburu
Jorge, hermano, tienes más razón que un santo.
Pero, ojo: no te lo vayas a creer.
Te falta una miaja para ser santo.
Eso lo sabe hasta el Socio.


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Jorge:
Ay si Socio hablara... Afortunadamente es un perro.
01/02/14 7:48 PM
  
Emilio
Hace poco contaba Moncho Borrajo en un tertulia de TV13 que en una recepción el Rey se puso a contar chistes que a él no le hicieron gracia; preguntado por qué no se reía, contestó, como acostumbran hacer los gallegos, con otra pregunta: ¿cree usted que yo lo haría bien como rey? No, ¿verdad? Pues cada cual a lo suyo: el rey a reinar y el cómico a hacer reír.
¿Qué necesidad tiene Dª. Rafaela de "dulzuras" teniendo esas rosquillas?. Es lo que tiene ser serrana de las de verdad.
01/02/14 8:58 PM
  
carácter
La inmensa mayoría de los santos modernos (x aquello de acotar) tuvieron un carácter fuerte y un tanto áspero (por decirlo de un modo suave): : P. Pío, Cura de Ars, S. Josemaría, M. Maravillas, Sor Ángela, P. Rubio....
01/02/14 9:02 PM
  
Luiscar
Lo razonable,lo deseable,lo revelado,es que las astillas se parezcan al Arbol y que piensen como EL(1ªde Coriintios;2;16),sientan como EL(Filipenses;2;5),hablen como EL(Colosenses;4;6),en definitiva,anden como EL(1ª de Juan;2;6,Colosenses;1;10-11)),porque el Espiritu Santo les esta conformando a SU imagen(Romanos 8;29),tansformando y renovando su interior(Romanos;12;2,Flipenses;3;21,Colosenses;3;10)para que puedan brillar con la Luz verdadera,muy diferente a como brilla el mundo(Mateo;5;16),en medio del cual lucen como astros en el universo(Filipenses;2;15),señal indefectible de que el Espiritu esta vitalmente activo en ellos.
La Paz de Cristo.

pd;El Cristiano no tiene que ser como el era antes,ahora tiene que ser como EL ES.
"De modo que si alguno esta en Cristo,nueva criatura es,las cosas viejas pasaron ,he aqui que todas son hechas nuevas"(2ª de Corintios;5;17).
No tiene que impostar el carcacter,el logico que el caracter le cambie para que sea imitador de Dios(Efesios;5;1;14),pues debe producir los frutos del Espiritu(Galatas;22;23).
La santidad es suave,aunque se tenga que poner dura,porque siempre es humilde y verdadera,es Caridad.
01/02/14 10:30 PM
  
DavidQ
A ver cómo el tema termina con que para ser bueno hay que ser cascarrabias y que Hitler era de lo más simpático.
02/02/14 1:22 AM
  
José Ronaldo
Los sacerdotes, como hombres consagrados “al servicio de las cosas de Dios”, deberían ser individuos con una serie de especiales cualidades, sobre todo desde el ámbito espiritual y psicológico. “Ser simpático” cae precisamente en este rubro de lo psicológico. Creo que el asunto se entiende mejor si se le ve desde la perspectiva de lo empático, es decir que en su contacto con las personas pueda crear un ambiente de interacción caracterizado por el respeto, la cordialidad y la cercanía.
El problema es que los sacerdotes más que por una evaluación de sus cualidades personales, son admitidos en los seminarios y casas de formación desde el criterio de que son “llamados por Dios”, que no “seleccionados” por criterios humanos. Desde esta óptica se acepta incluso que Dios eventualmente puede hacer de un individuo osco, medio mal encarado, y hasta ligeramente abusivo, un buen pastor.
Por otro lado, no existe un "perfil de egreso” único y general para todos los individuos que reciben el orden sacerdotal.
Lo que sí debería ser aceptado plenamente, es que cualquier sacerdote, - como ser humano que es – tiene la capacidad (y el máximo deber) de construirse, de desarrollarse, de progresar, mejorar y perfeccionarse continuamente, permanentemente.
02/02/14 6:38 AM
  
Isabel
Lo verdaderamente importante a mi modo de ver, no es que el sacerdote sea simpático, sino que transmita amor hacia las personas, y por tanto interés, ayuda y ánimo a las personas que lo necesitan.

Pero el amor en los cristianos, y al menos en una buena mayoría de ellos, brilla por su ausencia, y es sustituido por una cantidad de "formalidades y exigencias" al modo de los fariseos del tiempo de Jesús.

Y sin embargo "se nos juzgará en el Amor", no en vano el principal Mandamiento de la Ley de Dios y del que emanan todos los demás es "Amarás a Dios sobre todas las cosas y al prójimo como a ti mismo". Y en las primeras comunidades cristianas, se sabía que eran cristianos por el amor que se tenían y con el que se trataban unos a otros. Y a qué nos vamos a engañar, "Obras son amores y no buenas razones".
Hay una Epístola, me parece que de San Pablo, muy leída en las bodas, que habla sobre la importancia del Amor.

Pues querido Padre, y queridos hermanos, salvo en contadas ocasiones, el Amor (sí, lo escribo así con mayúscula, no confundir con otras cosas), brilla por su ausencia, y dónde más escandaliza, que es entre nosotros los cristianos, precisamente porque lo tenemos como Mandamiento fundamental.

La simpatía está muy bien, pero lo verdaderamente importante es el Amor.

En este mismo portal, leí hace dos o tres días el aumento considerable de la tasa de suicidios en España, artículo que compartí en mi muro de Facebook, porque habla por si sólo de la clase de sociedad en la que estamos inmersos.

Querido Padre Jorge, y queridos hermanos, que tengáis un feliz día del Señor.

Isabel de Granada.
02/02/14 10:54 AM
  
Calígula
Un cura no es un bufón, un cómico o un payaso; es un ministro de Dios, y tal y como están las cosas, no estamos para bromas y risitas; para eso ya están los progres Wyoming y Buenafuente, que se forran por ello a costa de sus trabajadores.
Don Jorge es un cura muy serio y formal, que da las misas a su hora y atiende a sus feligreses. Y lo hace muy bien. Tampoco dicen los Evangeliso que Jesús empezara a gastar bromitas a los fariseos para caerles bien.
02/02/14 4:36 PM
  
José Luis
¿Sabe que dicen del Santo Padre Pío de Pietrelcina? que era muy huraño. Y que la gente temía acercarse a él. Sin embargo, conocemos de que distintas partes del mundo, se acercaron a él para confesarse. ¿Acaso era un huraño que atraía a los pecadores? O el Santo Cura de Ars, que llegó a incomodar a mucha gente, y ahí estaba, cientos de pecadores de acercaban para confesarse.

San Leopoldo Mandic se acerca a ateos, saliendo de la iglesia, para buscar a la oveja perdida, y también hubo conversiones. Pero también se pasaba largas horas en el confesionario.

Un cura amable y simpático, que me complazca, que no me diga, que me aparte del mundo, que como Dios es misericordioso me perdonará. Esto es terriblemente peligroso.

No, no es un buen ejemplo, sino una vergüenza que un consagrado se entretenga ver un evento pagano en la televisión o yendo a tal sitio, no es esto lo que nos pide el Santo Padre Francisco.

decía el Santo Padre Pío, si fuera el caso, a base de "punta pie", con tal de llevar almas a Dios.

Y es que nuestro hombre viejo quiere delicadezas, que el Cura sea simpático para abusar de su simpatía.
02/02/14 5:21 PM
  
cogolludo
Isabel :

¿ amor transmitido con antipatía ???
Y cómo es eso?

Si yo estoy lleno de amor hacia mi primo ( es un mero ejemplo ) por lo menos la manifestación más superficial de ese amor yo creo que será una cierta actitud simpática y cariñosa hacia él...

No entiendo como se puede amar a alguien desde la cara antipática hacia el ser tan querido ...

la cara es el espejo del alma : ¿si soy antipático con alguien esa actitud es compatible con quererlo muchísimo ?
02/02/14 6:27 PM
  
Calígula
Cogolludo:

¿Jesús era simpático o antipático con los fariseos? Realmente da igual; es tan irrelevante que los evangelistas no dicen nada. Lo importante es el mensaje, y realmente el mensaje de Jesús no resulta simpático; es un mensaje desagradable, de enfrentamiento con el mal. Es como cuando el médico te dice que estás enfermo, pues es un fastidio (sobre todo si crees estar sano) por mucho que te de la mejor medicina.
02/02/14 11:54 PM
  
cogolludo
Calígula :

A mi me parece que la relación de un párroco con sus feligreses poco tiene que ver con la actitud de Jesús con los que estaban en claras actitudes anticristianas.

Lo importante es el mensaje de acuerdo...... pero las formas en que te entregan ese mensaje no son desdeñables.

Hablas de médicos . Cuantas personas recuerdan con espanto no el mensaje que un médico les dió de que tenían algo grave sino el modo rápido exento de afecto y de calor humano en que les dio una noticia espantosa . Por el contrario el que el médico al darte una mala noticia lo haga con cierta delicadeza , con humanidad y con un trato afectuoso se agradece y se recuerda toda la vida .

El Doctor Jiménez Díaz ( el que ha dado lugar a la Clínica de la Concepción en Madrid en la Plaza de Cristo Rey ) era ambable y cariñoso ... El Dr Marañón tambien . "EL QUE SOLO SABE MEDICINA NI MEDICNA SABE" decía el gran médico vasco Dr . Letamendi en alusión a que el médico debe ser culto en ramas ajenas a la Medicina y a que debe ser cercano y amable con sus enfermos .
Un médico no será buen médico si no siente un cierto afecto y simpatía hacia sus enfermos . Podrá ser un buen arreglador de algo roto o estropeado ..... pero sin humanidad y sin delicadeza nunca será un buen médico. Será un ogro con muchas habilidades curativas ...¡¡¡¡ No un médico !!!

El Papa ha dicho hablando de la alegría de sabernos hijos de Dios : Pero esta alegría, ¿podemos “embotellarla un poco” para tenerla siempre con nosotros?: “No, porque si nosotros queremos poseer esta alegría sólo para nosotros, al final se estropea, así como nuestro corazón, y al final nuestra cara no transmite esa alegría sino la nostalgia, una melancolía que no es sana. A veces estos cristianos melancólicos tienen más cara de pepinos en vinagre que de personas alegres que tienen una vida bella¨

Esto ha dicho Su Santidad el PAPA

No veo que el Papa haya dicho : "estad muy serios y de alegría no deis muestra y tened una cara de muchas circunstancias y no pasa nada si estais con cara de amargados O INCLUSO UN POCO ANTIPÁTICOS "
03/02/14 9:21 AM
  
Luis I. Amorós
Bueno, a mí la expresión “ser normales, mirar a la gente a la cara, responder a sus preguntas, saludar con cariño, sonreír…” no me parece que invite a mostrarse falsamente simpáticos.

Creo que intenta transmitir que hay que decir lo que toca pero con afecto y optimismo. Y eso sí es cristiano.

Yo no le echaría en cara al obispo esto. Quizá sí pediría al episcopado en general que por encima de las formas, se preocupen de que obispos y sacerdotes digan el fondo.

Porque al final lo que salva a las personas y las sociedades (como muy bien enseñan los ejemplos del padre Pío o el Cura de Ars) es creer y practicar el fondo, no las formas.
03/02/14 2:02 PM
  
José Luis
--"Para este pondré cara de simpático", "para aquel otro, ya no tanto".

Debemos acostumbrarnos a leer vidas de santos sacerdotes, nada mejor que acudir a la BAC el Año Cristiano, ahí nos encontramos con testimonios tan edificantes pero que hoy día no se ve.

Los Santos Sacerdotes, y lo escribo en mayúscula por su amistad auténtica como verdaderos amigos de Dios. Pues no nos ayudan nadie que tengan demasiada “simpatía” con las costumbres mundanas de los no creyentes, los paganos y ateos. Pues un sacerdote debe vivir con la convicción de Dios está viéndole con toda claridad. Que cualquiera persona cristiana por el hecho de haber recibido el sacramento del Bautismo, debe convencerse, que es peligroso, que Cristo se aleje de nosotros, si estamos aferrados a lo mundano.

Porque en el día de hoy, parece que todo se limita a reír o sonreír, pero sin contar con la Gracia de Dios, por lo que queda en apariencia. Hasta los que están en muy graves pecados mortales, llegan a sonreír y a reír, pero eso no vale, ahí se esconde el diablo.

Llorar los pecados, las injusticias, esto no nos da demasiado tiempo para reír, porque se trata de que el alma tenga el mismo sentir que Cristo Jesús, por lo que nuestro hombre viejo, debe ser totalmente excluido de la vida del cristiano.

En un comentario más arriba, hay esta pregunta: "¿Jesús era simpático o antipático con los fariseos?"

Jesús nuestro Señor siempre ha sido y será justo, imparcial, no tiene favoritismo con nadie, y esto es una ventaja, pues lo que importa es complacer a Dios. La misión de Nuestro Señor Jesucristo ha sido una total entrega para la salvación de todos los que creyesen, el apóstol Pedro, aprendió esta hermosa lección del Divino Maestro Cristo Jesús nuestro Dios.



«Desde entonces comenzó Jesús a manifestar a sus discípulos que tenía que ir a Jerusalén y padecer allí mucho por parte de los ancianos, sumos sacerdotes y escribas, y que tenía que ser ejecutado y resucitar al tercer días. Pedro se lo llevó a parte y se puso a increparlo:
--¡Lejos de Ti hacer tal cosa, Señor! Eso no puede pasarte»
Jesús se volvió y dijo a Pedro:
«Aléjate de Mí, Satanás. Eres para Mí piedra de tropiezo, porque tú piensas como los hombres, no como Dios» (San Mateo 16, 21-23).

La respuesta del Señor fue lleno de misericordia, Pedro lo recibió muy bien. Los que buscan al Señor no se acercan por su simpatía, (según la mentalidad de nuestro hombre viejo” sino por su bondad, ternura, misericordia, por amor a la Verdad.

Jesús reprueba la hipocresía, rechazó cualquier tipo de favoritismo, misericordia y respetos humanos no se toleran en absoluto.


Pero si vamos de nuevo a la Palabra de Dios:

«Los creyentes vivían todos unidos y tenían todo en común; vendían posesiones y bienes y los repartían entre todos, según la necesidad de cada uno. Con perseverancia, acudían a diario acudían a diario al Templo con un mismo espíritu, partían el pan en las casas y tomaban el Alimento con alegría y sencillez de corazón; alababan a Dios y eran bien visto por todo el pueblo; y día tras día el Señor iba agregando a los que iban salvando (Hechos 2, 44-47. 4, 33-35)

Hoy tenemos las iglesias, las parroquias, donde se procede el Sacrificio del Señor, la Sagrada Comunión. No ya en las casas. Sino en la Casa del Señor; Casa de Oración.

Bien, la Biblia nos habla del agrado comenzando por Dios, a alegría compartida con nuestros hermanos. Aunque hay versiones, que en vez de decir “agrado” o “alegría”, lo cambian por “simpatía”.

Esta “simpatía”, mejor dicho: alegría, es buena, porque es a partir de la Gracia de Dios, en el que el corazón no cabe el amor del mundo. Pero los mejores teólogos según el Corazón de Dios, sabe mucho mejor explicarlo, esto es simplemente una reflexión.

Pero vemos también en nuestros Papas, que por su simpatía, no le falta la oposición de todo respeto humano, en especial Benedicto XVI, un gran Papa.

En el libro de los Hechos de los Apóstoles tal como hemos leído, me lleva a lo siguiente en esta reflexión:

1º. Acudían al templo todos los días, con perseverancia y un mismo corazón
2ºAlababan al Señor, le adoración, es un mismo sentir, unidad, nadie obraba según el mundo.
3º Gozaba de mucho agrado o si alguno lo prefieren “simpatía” por el todo pueblo.


Es claro, cuando uno tiene un mismo pensar y sentir, no puede haber divisiones, ni acabará en enfrentamientos de creerse uno más que el otro. Eran guiados por el Espíritu Santo.

Esta unión con Cristo, es también el respeto y la santa obediencia a la Jerarquía de la Iglesia Católica. Porque así lo quiere el Señor nuestro Dios. Porque no puede faltar nuestra oración desde nuestro corazón.

La alegría del cristiano debe ser por la acepción constante de Jesucristo en toda su vida, en su trabajo y allá por donde vaya, para que gocemos también de la simpatía de Dios para cada uno de nosotros.
04/02/14 11:44 AM

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