Caridad en Navidad... hasta el seis de enero. Y ni un día más

No dejo de ver en estos días gestos especiales hacia los más desfavorecidos. Que si un restaurante invita a comer a no sé cuántos pobres un menú que no baja de los ochenta euros. La asociación X organiza una gran cena para cientos de menesterosos. El cardenal de J. sirve las mesas en un comedor social. Los amigos de Y reparten por la calle regalos y bocadillos. La parroquia de Z saca a los reyes magos a la calle para que dejen regalos a los sin techo. Los jóvenes de San Serenín acuden a cantar villancicos a los viejecitos de la residencia.


Me gustaría que alguien, este año, nos contara qué es lo que tienen previsto el restaurante A, la asociación X, el cardenal J., los amigos de Y, la parroquia de Z y los jóvenes de San Serenín a partir del siete de enero. Pura curiosidad. Porque si a partir de esa fecha no hay nada de nada, lo que parece caridad, y más vale esto que nada, se convierte en una solemne tomadura de pelo. ¿Les ha gustado a ustedes el menú de ochenta euros? Pues nada, ya pueden volverse a la calle a comer latas hasta el año que viene. Los ancianos quizá no vuelvan a ver a los jóvenes hasta otro diciembre, y los sin techo, agradecidos por la colonia y la bufanda, seguirán durmiendo donde siempre. Qué bonito ser solidario en Navidad. Al cardenal J. no le pido que vaya cada noche a repartir cenas en un comedor de Cáritas, pero al menos que haga que Cáritas en su diócesis sea de verdad algo serio.

La caridad vista así, como algo de un momento porque es navidad, más que ayuda eficaz a los pobres puede convertirse en una forma de tranquilizar conciencias en medio de unos días de consumismo, desenfreno y viva la vida. Qué bien que podemos compensar con una cena, un ir al asilo, cantar y colaborar en una operación kilo.

Navidad tendría que ser el momento no tanto de los gestos esporádicos, como de hacerse una reflexión seria sobre la realidad de la pobreza y plantearnos, desde la necesidad de vivir de forma más austera y solidaria, hasta proyectos realmente solidarios y que ofrezcan una continuidad que sirva de algo. Por ejemplo, que el restaurante A colabore de forma sistemática con un comedor social, que la asociación X abra un comedor para todos los días del año, el cardenal J. se ocupe de que Cáritas en su diócesis trabaje con generosidad y eficacia, con medios suficientes, los amigos de Y mantengan un proyecto con los sin techo, como los jóvenes de San José de Barcelona, por ejemplo, la parroquia de Z se esfuerce por servir a los pobres cada día con una buena atención en Cáritas y los jóvenes de San Serenín se comprometan como voluntarios en el asilo. Eso sí que es Navidad.

Lo otro, qué quieren que les diga. Que a un servidor le deja un cierto regusto amargo. Que me suena, más que a servicio a los pobres, a autoservicio complaciente. Que me parece que más que conseguir una ayuda eficaz, podemos estar persiguiendo eso tan bonito del “qué bien me siento”. Y eso es sobre todo muy triste.

Pues nada, a ver si el siete de enero seguimos al lado de los pobres. Será la mejor noticia.

22 comentarios

  
José
La caridad es humillante, porque situa al que da por encima del que recibe y tiende a perpetuarse. Lo importante es ¿que hacemos por la justicia?.
Yo ya soy viejo, pero recuerdo cuando era joven que habia un obispo en Brasil, llamado Helder Cámara, y en una ocasión escribió: Cuando doy comida a los pobres, la gente dice: Monseñor Helder es un Santo. Pero el dia que di un puñetazo sobre el púlpito y pregunté ¿Porque hay pobres?, la gente me dió la espalda y decian: Helder Cámara es comunista.
28/12/13 11:59 AM
  
Pulpis
Respuesta a José: Parece que el concepto de caridad que tienes no es el que predica la Iglesia Católica. La Caridad es Amor. En el caso del acto de Caridad consistente en dar a otro, se da por Amor de Dios, por tanto, se da a un otro al que se considera el mismo Jesús. Jesús lo expuso con claridad y se recoge en Mateo 25, 35-45. Cuando se da así, se está haciendo un acto de justicia, porque Dios le dio ese bien para que el receptor, lo diese al otro. Guardárselo para sí, es una acto de injusticia y de falta de Caridad. No hay pues, contradicción. Lo que cuentas de Monseñor Hélder Cámara, se refiere a la reacción de quienes no quieren practicar la Caridad, manteniendo estructuras sociales de pecado, por ejemplo obteniendo elevados beneficios, sobre la base de salarios de miseria. Me parece que el artículo de D. Jorge no es contrario al planteamiento este, sino al contrario, de hecho, la caridad siempre supera a la Justicia.
28/12/13 12:41 PM
  
Eduardo Jariod
No lo dude, puro ejercicio narcisista de autocomplacencia. La caridad para que sea verdaderamente tal debe cumplir dos requisitos fundamentales que son la prueba del nueve de su autenticidad: perdurabilidad y anonimato (aquello de que tu mano derecha no sabe lo que hace la izquierda). Todo lo que no sea perdurable y anónimo en este terreno es falso, aunque momentáneamente produzcan algún bien material.
28/12/13 1:22 PM
  
Luiscar
¿La Caridad humillante? ,¡por Dios! ,la Caridad es humilde;lo humillante es el orgullo intentando disfrazarse de Caridad,pero humillante para el,porque mientras el se ensalza,Dios le humilla.La Caridad no solo se hace por el hombre como hombre,sino que se hace por Dios,para el hombre.Por eso es estable,duradera y no depende de sentimientos,ni cesa cuando no hay una respuesta satisfactoria o agradecida. La Caridad verdadera se hace por Dios,supera con mucho a la filantropia,pues si esta dispone a la Gracia,aquella esta hecha en Gracia de Dios.
28/12/13 3:15 PM
  
ANÓNIMO
Tiene razón Eduardo Jariod: si no es anónimo no es caridad cristiana sino aautocomplacencia y soberbia. O cosas peores? decia Jesús que los fariseos hacían catidad aninciandose. Si llegan a tener Tv e Internet los fariseos imagino como anunciarian su caridad.

28/12/13 3:20 PM
  
Pacote
Bomberos repartiendo juguetes a niños hospitalizados. ¡Qué manera más torpe de hacerse propaganda!
28/12/13 4:39 PM
  
Luiscar
Aparte de que no hay que confundir la Caridad con la limosna,porque si bien la limosna hecha por Cristo,tambien es Caridad,la Caridad es muchisimo mas que la limosna,pues se encuentra en todas las virtudes,tambien en la justicia.Y no hay nada hecho en y por Dios,que no se haga en Caridad,porque ;"Dios es Caridad".
Recomiendo vivamente ;"sintesis de espiritualidad catolica" de los padres,Iraburu y Rivera,donde en el capitulo dedicado a la Caridad cristiana,se da catedra de doctrina catolica.

Todo en la santificacion se hace por Amor a Dios,es por ese motivo,que se puede amar a las criaturas,ordenadamente,verdaderamente. Todo amor que no este en el orden verdadero,es desordenado.Estamos hecho para Dios,como decia San Agustin,y solo en ese orden,encuentra nuestra alma descanso. El Amor verdadero lleva implicita la recompensa,y se hace en Fe,haya o no haya consuelo,gusto,gratificacion,ya sea natural por parte de los hombres o sobrenatural,por parte de Dios;se hace para glorificar a Cristo,para alabanza de SU Nombre,por puro agradecimiento,en SU Espiritu y en la esperanza de agradarle.
No se da a Dios para recibir,se da a Dios en los hombres,por haber recibido.Y al que ha recibido y lo da,se le da mas.
No se da a los hombres para ser feliz,se da a los hombres porque vives en la Caridad y Paz que Dios te ha dado,con la esperanza de que ellos vean tus buenas obras y glorifiquen a Dios,levanten hacia EL su corazon y reconozcan que esa Luz es Suya y que esas dadivas vienen de un corazon movido por la Gracia de Cristo.Porque tambien el asistencialismo,cuando parte de la Caridad cristiana,no solo tiene aspiraciones naturales y temporales,sino sobrenatuales y eternas.
La Paz de Cristo.
28/12/13 5:23 PM
  
Fernando González Pérez
José, Eduardo Jariod, ANONIMO, Pacote, supongo que es que vosotros lo tenéis más que superado, por supuesto que debéis estar haciendo una gran labor, aunque eso si desde el anonimato, tanto es así que nadie sabe de vuestra labor de lo anónima que es.

"Dad y se os dará"

PAZ y BIÉN.
28/12/13 5:45 PM
  
jose
Si hay que hablar de justicia, aunque se diga que la caridad significa amor.
Cuando era joven, estando en misa y el cura en la plática hablando de la caridad, dijo textualmente esto, que me quedó grabado para siempre "...porque siempre será necesario que haya pobres, para que los ricos puedan ejercer la virtud de la caridad". Esto es indignante.
28/12/13 7:12 PM
  
ult+palabras
Estimado José,
Eso, aunque sea una barbaridad que comprendo que le indigne, es también una estupidez de tal calibre, que más que indignarme siento compasión ante tal indigencia mental.
Está claro que "siempre habrá pobres" porque todos somos "pobres" de un modo o de otro, pero más da el que recibe. Jesús deja claro que la voluntad de Dios es solidarizarse con el que sufre y pedirnos que seamos sus manos y sus pies en el remedio de toda esa pobreza. Y todos somos pobres y todos somos samaritanos que alivian la pobreza ajena.
La caridad supera la justicia, pero la justicia también es caridad y la caridad es de justicia. Todos los bienes se nos dan para compartirlos.

Y volviendo al post, a mí me ha gustado mucho. No veo en él una crítica en contra de los gestos navideños, sino la petición de que no sean medallas autoconcedidas para tranquilizar conciencias, sino un primer paso en la concienciación para que sigamos compartiendo durante todo el año.

A todos nos debería llevar a pensar si estamos comprometidos con la justicia y caridad y en qué modo y qué debemos hacer a partir de ahora.

Gracias por esta reflexión.
28/12/13 9:31 PM
  
Ignacio Jonatan Hernández López
Voluntariado vs. Voluntarismo... Que no es lo mismo....
28/12/13 10:13 PM
  
ANÓNIMO
Fernando, tienes razón. Nadie sabe de mis obras de caridad. Procuro que no las sepa ni mi mano izquierda. Para seguir el mandato del Señor. Quienes reciben el aplauso del mundo por sus "caridades" ya tienen en este mundo su recompensa.
28/12/13 10:24 PM
  
Juan M. Rufo
Estimado Jorge: muchas gracias por este texto de hoy. Más allá de la reflexión acerca de la relación caridad-justicia, que es importante hacerla, lo cierto es que acciones como las mencionadas hay que llevarlas a cabo, y todos los días del año, porque hay personas que necesitan ser ayudadas, sea de la manera que sea. Y en eso muchos grupos eclesiales dan la talla. Un fuerte abrazo y que Dios te bendiga en el 2014.
28/12/13 11:07 PM
  
Isabel
Lo verdaderamente importante es que las necesidades elementales de cualquier ser humano estén cubiertas. Y esas necesidades no se tienen solamente en los días de Navidad, sino los 365 días del año.

El primer responsable es el gobierno, que si no es capaz de dar trabajo a los ciudadanos que lo necesiten, tiene la obligación de darles siquiera los servicios básicos: techo, comida, aseo y vestido; que para eso se encarga de cobrar tantísimos impuestos directos e indirectos.
Y después del gobierno, cada cual según su economía y su conciencia colaborar con las obras asistenciales de la Iglesia, en la seguridad de que esas ayudas serán bien empleadas.

Pero sé que una cosa es lo que debiera ser y otra desgraciadamente lo que es. Y mientras unos roban el dinero público, otros están tirados en la calle y pasando calamidades.

Gracias a Dios todavía quedan algunas personas muy buenas, pero cada día se extiende más el egoísmo.
Estamos en una sociedad en la que por regla general, cada uno mira solamente por sí mismo, y le importa bien poco lo que le suceda a los demás, incluso a los que tiene más cerca.
29/12/13 12:09 AM
  
Fernando
Me contó un amigo Mejicano, cuando estaba en la Universidad, hace unos cuantos años, algo que si no es verdad podría serlo ( si no e vero e ben trovato) ???
Decía que en Méjico, en su ciudad y en muchos otros sitios, cuando daba alguien una limosna o realizaba alguna acción que podría considerarse como caritativa, daba las gracias. Se consideraba que el agradecido es el que da, porque se le permite hacerlo, y no el que recibe como consecuencia de ver a Cristo en el necesitado.
29/12/13 12:23 AM
  
Ay de mi
El artículo es una crítica muy adecuada, porque la Navidad no es el tiempo de la caridad. Esto se vive así especialmente por influencia de los países protestantes y apóstatas, donde de la Navidad original ha quedado un resto mojigato de caridad, sin que a Jesús se le vea por parte alguna (España apostatando, ayúdanos, Señor). Estamos en un tiempo de alegría especial, en Adviento porque viene el Señor, y en Navidad porque ha nacido. La felicidad por recibir el amor de un Dios que nace para vivir y sufrir con nosotros es lo que hace que al cristiano le broten las obras. La caridad, esa señora que tan poco se deja ver...tendríamos que desear estar cogidos de su brazo siempre. Sin embargo Dios ya cuenta con nuestra incapacidad, y si algo bueno hacemos, suya es la gloria.
Por cierto, el juicio a los demás (aunque sólo sea por sus opiniones en un blog) es una falta de caridad. Lo digo como corrección fraterna, sin ánimo de ofender. Dios y yo sabemos que un servidor también falta a la caridad asiduamente. Bendito sea el Nombre por el perdón de los pecados y por la Natividad de Nuestro Señor.
29/12/13 1:53 AM
  
Jaime Z.
La caridad sí que puede ser humillante, y un método para que determinadas personas se llenen de orgullo y de soberbia.

Me explico, todos conoceremos ciertos famosos/artistas/multimillonarios que presumen de donar dinero y realizar obras de caridad. La obra en sí está bien, pero muchas veces detrás de esas obras se esconde una perversa manera de que esas personas se llenen de orgullo y soberbia, creyéndose que son mejores que los demás. Y realizan esas obras para ganar fama, prestigio, reconocimiento; para salir en la TV, en las noticias, para que la prensa diga: "mirad que bueno es Fulanito", y así poder relanzar su carrera...

Yo por eso huyo de toda esa gente que da grandes cantidades (que para ellos no supone ni una diezmilésima parte de lo suyo), y me quedo con toda la gente anónima que de verdad se esfuerza en dar.
29/12/13 3:08 PM
  
Eduardo Jariod
No se enfade, Fernando González Pérez. Muchas veces la perdurabilidad no es posible por falta de fondos, que no de voluntad. En otras ocasiones, el anonimato no conviene. Cuanto más se conozca lo que hace Cáritas o cierta asociación benéfica o incluso cierta persona, más posibilidades tendrán estos de ayudar y los necesitados de recurrir a su ayuda.

No estamos hablando de eso, sino de la jactancia, el sentirse encantado de haberse conocido, la vanidad, el ego, etc., que se puede dar en todo, incluso en los actos caritativos.
29/12/13 4:27 PM
  
Luiscar
Jaime Z;
¡No hombre!,si es por vanagloria,¿como puede ser Caridad?. Esta bien que se aprovechen los destinatarios,porque Dios no da puntadas sin hilo,pero en cuanto a ellos,ya tienen lo que buscaban;vanagloria.
La Caridad SIEMPRE busca la gloria de Dios.

Y si alguien-nos se siente humillado por recibir,por ejemplo,limosna,comida por parte de Caritas etc,es su orgullo el que lo siente,no su dignidad,porque Dios no humilla la dignidad de las personas,sino su orgullo para crucificarlo y sea digno de recibir SU su Amor,en humildad.
29/12/13 4:45 PM
  
Chimo Vice
José, serénese y no diga tonterías. La CARIDAD es una VIRTUD TEOLOGAL ¿cómo va a ser "humillante"?. Por medio de la caridad se da asistencia tanto espiritual y material al necesitado, con independencia de lo que uno piense o no de él, hay una responsabilidad moral objetiva. En cambio, en la "solidaridad"" lo que importa es el criterio subjetivo del donante, esta sí que puede ser calificada de "humillante". Nuestro Señor Jesucristo recuerda que siempre habrán pobres. No existe el paraíso terrenal como quisiera el sr. Cámara.
30/12/13 9:58 AM
  
Isabel
Hablando de caridad. Conozco por mis padres que vivieron la guerra de niños, que después de la guerra vino un tiempo muy difícil económicamente. El año 40 fue llamado "el año del hambre". Durante los tres años que duró la guerra civil, los hombres en edad de trabajar habían estado en los frentes, y los campos estaban prácticamente baldíos. Con lo cual los alimentos de primera necesidad escaseaban, incluso para los pocos que tenían dinero para poderlos comprar, aunque estos últimos tenían la posibilidad de poder conseguirlos gracias al estraperlo.
En esta situación una familia muy humilde estaban sentados a la mesa haciendo la comida principal y casi única del día, con lo poco de que disponían, cuando llamó un hombre a la puerta. Al abrirla vieron que era un hombre pidiendo limosna. El padre de esta familia tan humilde, cogió el pan (que valía en aquel entonces el jornal de un trabajador del campo), y se lo dio al hombre que había venido pidiendo. Su mujer le dijo que como había estado para dar el pan a aquel hombre cuando ellos eran seis personas para alimentarse, y pasaban hambre. El padre de familia le contestó a su mujer, que el hombre que venía pidiendo lo necesitaba más que ellos.
Esa es la caridad.
30/12/13 11:05 AM
  
arturo
¿Por qué un pobre tiene que comer un menú de lujo? Yo entiendo a nadie le debe faltar comida tener una casa y abrigo, pero nadie tiene ninguna necesidad de comer ostras ni caviar. Con lo cual la propuesta de este restaurante me parece una frivolidad innecesaria que pudiera uno pensar que lo que se pretende es publicidad. Claro que estos son los valores que tenemos: comer caviar y ostras. Lamentable. Pero a ver quien se atreve a decir esto sin que le acribillen.
30/12/13 11:44 AM

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