InfoCatólica / Joan Antoni Mateo García / Archivos para: Agosto 2011

12.08.11

Teresa Forcades: una activista con hábito... ¡y de mucho cuidado!

Teresa Forcades, una activista con hábito

A inicios de esta semana estuve un par de días por el Principado de Andorra, concretamente en Escaldes-Engordany, donde inicié mi ministerio sacerdotal y permanecí durante ocho años. Me hospedé en casa de una familia con quien mantengo una gran amistad. Durante la cena me comentaron un programa que acababan de ver en TV3, la televisión catalana. Se trataba de una larga entrevista de casi una hora a Teresa Forcades, monja benedictina de Montserrat.

Aquella familia, buenos andorranos y buenos católicos, quedaron muy perplejos, diría escandalizados, por las declaraciones de Forcades. Me dijeron: ¿Y esta monja es la que va a venir para la conferencia con motivo del XC aniversario de la coronación de la Virgen de Meritxell? Pues sí, esta buena monja que ama de las delicias de la clausura también va a tener que ir a Andorra, invitada por el Rector del Santuario de Meritxell, a impartir su sabiduría teológica y espiritual.
¡Mira que hay teólogos serios especialistas en mariología en España! Pues hay que buscar el último grito del momento, el espectáculo que vende, no lo que realmente edifica la fe y la unidad de la Iglesia. ¡Qué la Verge de Meritxell conceda sensatez!

Dejemos de lado estas cuestiones y vayamos al grano del asunto. Miré el archivo correspondiente de la entrevista en la web de TV3 y la seguí con atención. Los lectores pacientes pueden ver esta entrevista en el siguiente enlace: http://www.tv3.cat/videos/1313539/Teresa-Forcades-una-activista-amb-habit. Me recordaba mucho otra entrevista de la que me ocupé en su momento en un artículo muy visitado en este blog. Me pregunto si era la misma entrevista que la habían repuesto. El caso es que el programa fue visto por una gran audiencia y ha sembrado la consiguiente confusión.

Una gran parte de la entrevista se centra en temas médicos y farmacéuticos que no me corresponde analizar. Lo dejo a la comunidad científica correspondiente. Otra parte, al final, se centra en disquisiciones de teología feminista, de las que tampoco me voy a ocupar.

Me voy a centrar en dos temas que se trataron en medio del diálogo y sobre los que Forcades vertió opiniones de extrema gravedad y en abierto contraste con la enseñanza del Magisterio de la Iglesia.

Fue preguntada en primer lugar por la píldora del día después. Dijo Forcades que en el hospital donde ella trabajaba en EEUU esta píldora se daba sistemáticamente sin decirlo después del caso de una violación. Según Forcades con este protocolo “la atención médica procuraba que el posible óvulo fecundado como consecuencia de la relación sexual forzada no pudiera anidarse y continuar el embarazo”. Reconoce pues Forcades el mecanismo abortivo que puede tener la píldora. Con todo, le parece “una práctica basada en criterios humanitarios” y que es este caso cree plenamente justificada.

El disenso con la doctrina católica no puede ser más evidente. No cabe ninguna excepción en la consideración moral del aborto. Nunca es lícito, recuerda la Evangelium Vitae, atentar de manera directa contra la vida de un ser humano inocente. Y no se corta Teresa Forcades al decir que, en este caso, la píldora del día después “es una posibilidad que yo quisiera que fuera conocida por todas las mujeres y que estuviera al alcance de todas ellas”. ¡Hermana, se expresa usted con meridiana claridad!

Asombra igualmente la justificación teológico-feminista que hace Forcades del aborto. Es algo inaudito que llega a superar la mismísima última y perversa ley que erige el aborto en un “derecho” de la mujer. Aquí hace Forcades un razonamiento de lo más tortuoso que nunca he visto. Según ella, la consideración de aborto en cuanto que supone la eliminación de una vida humana no es comparable con ninguna otra situación en que se dé esta triste realidad de quitar la vida a un ser humano. ¿Por qué? Según esta inefable benedictina la relación que se establece entre el feto y la madre es una relación única porque la vida del feto depende de tal forma de la madre que podemos entender que Dios ha puesto la supervivencia del feto en manos de la madre hasta que éste no es viable. Y de ahí concluye que nadie puede quitarle este derecho. Si la madre decide interrumpir esta relación con su hijo quitándole la vida, dado que es un caso especialísimo no comparable a ningún otro, hay que respetar, hay que callar. ¡Qué descansada te has quedado hija mía! Si toda tu sabiduría conduce a esta aberración, apaga y vámonos.

Quiero citar un comentario a la entrevista que aparece en la misma web de TV3. Dice así: “Poco dura esa de monja. Cuando uno tiene ideas personales que no coinciden con alguna ideología como la católica, se marcha uno para vivir y agarrar fama por su cuenta No implica a nadie en su rumbo. Lo de la farmacéutica está bien y no choca contra nada Lo del aborto es herejía, y ya se puede ir cuando quiera o que la echen Decir que un niño es de la madre mientras permanece dependiendo de ella, es como decir que se le puede matar con tres años porque depende aun de ella. Un sofisma y una exhibición de personalismo y vanidad”. ¡Qué bien ha visto el percal este televidente! Por cierto, en los planteamientos de Forcades parece que la mujer engendra sin concurso de varón. ¿No le parece hermana que el padre también tiene algo que decir?

Una observación final: Cuando el entrevistador le pregunta a Forcades si no la “riñen” por decir estas cosas que van de forma tan evidente contra la doctrina católica, Forcades nos sorprende nuevamente. Dice que como todo esto lo afirma a título de opinión personal, y no tiene responsabilidades docentes y pastorales (¡A Dios gracias!) pues puede estar tranquila. ¡Por Dios! ¿Y su condición de católica y religiosa que debe aceptar la enseñanza de la Iglesia y más en materia tan grave? Teresa Forcades, sepa que estas opiniones no sólo son incompatibles con responsabilidades docentes y pastorales en la Iglesia, sino con la misma identidad católica más elemental.

¿Es posible que no se dé cuenta esta monja del mal que está haciendo a la causa de la vida? ¿Se cree Teresa Forcades que la invitarían a estos programas si no fuera monja benedictina? Tal vez sin serlo ni pretenderlo se esté convirtiendo en un paladín, en un apóstol de esta realidad tan oscura y sórdida que es la cultura de la muerte.

El título de este post es el que figura literalmente en el programa televisivo en cuestión: una activista con hábito. ¿A qué causa sirve?