El genocidio silencioso de los niños con síndrome de Down
No sé si se han fijado pero desde hace ya bastantes años es casi imposible ver a un niño o a un joven con síndrome de Down por la calle. Hace más años, no hace tanto tiempo, en los 80, era bastante habitual ver a niños o jóvenes con discapacidad, concretamente con Down, acompañados de sus padres y hermanos “normales".
Pero la “cultura” de la muerte avanza imparable, por desgracia, Se ha vuelto ya habitual, desde hace 2 décadas o algo más, desde que el Down se detecta en el embarazo el que las madres aborten en cuanto se les informa de que su hijo viene con problemas, sobretodo con síndrome de Down. Se calcula que cada año son abortados miles de niños con síndrome de Down en España, y aún más en el resto de Europa.
Es una gran pérdida, desde el punto de vista moral y humano, aunque nuestra terrible sociedad actual, obsesionada con la juventud y la belleza, no valore a estas personas. Los padres de estas personas coinciden en que son niños y jóvenes cariñosos y sensibles, con muchas capacidades y que pueden trabajar en muchos ámbitos de la vida laboral. Lejos de considerar una desgracia a sus hijos, casi siempre sus padres y hermanos “normales", sienten a sus hijos Down que suelen ser muy buenos y cariñosos, como una auténtica bendición, aunque naturalmente hay que luchar y hay momentos difíciles.