Coronel Vara de Rey: “Ver caer de rodillas a mil peregrinos ante la Santina me marcará de por vida”
El coronel Carlos Martínez-Vara de Rey no ha querido perderse este año la peregrinación. Como militar y como gran devoto de la Virgen nos narra, con espíritu castrense, su experiencia, que ha sido inolvidable.
¿Qué ha supuesto para usted, coronel del ejército del aire, peregrinar a Covadonga por primera vez?
La ya épica “Peregrinación a Covadonga 2022” me ha llenado de esperanza al poder constatar la existencia de un remanente grupo humano muy leal a Nuestra Señora y que goza de una extraordinaria salud espiritual. Vivimos un periodo muy oscuro de la historia de la humanidad, particularmente difícil para España, por la desintegración y decadencia moral que padece. Sin embargo, esta brillante iniciativa ha ofrecido una oportunidad excepcional a ese consolidado Fiel Remanente para desagraviar a la Virgen María, y afianzar en comunidad nuestras raíces cristianas.
La peregrinación ha permitido que varias generaciones juntas diéramos testimonio inequívoco de la fe que nos trasmitieron nuestros padres y que forjó nuestra nación. Pero también rendir un sentido homenaje a Nuestra Madre, que tantos años lleva tutelando el devenir de nuestra historia. La ilusión y el entusiasmo compartido por los peregrinos, donde la juventud y profusa participación de familias completas sin duda han marcado esta segunda edición, abren una puerta de esperanza viva para el futuro de España y de la civilización cristiana.
De manera altruista y casi espontanea, como nacen las grandes gestas. Covadonga 2022 ha reunido a todo un ejército de valientes voluntarios para que adentrándose por las veredas de la montaña asturiana, durante tres largas jornadas, guiados por cruces verticales, estandartes y banderas al viento, alcanzáramos juntos un lugar sagrado, muy especial y emblemático de nuestra historia. Paraje simbólico por excelencia, precisamente elegido por nuestra propia Madre en otro momento también crucial para el pueblo español.
Tras el éxito del año pasado, este año se ha duplicado la participación y todo apunta a que esto no ha hecho más que comenzar y a que irá creciendo con los años…
Es muy positivo porque todo el que acudía lo hacía siguiendo una llamada. El mundo está siendo cribado en muchos aspectos. María quiere reunir a su ejército y la respuesta a esta peregrinación supone que muchos españoles han manifestado su particular compromiso con esa llamada.
Especialmente relevante ha sido la edad media de los peregrinos y la presencia de tantas familias. Familias que aun siendo atacadas por muchos flancos hoy en día, perciben que en la fe está la clave de la armonía y felicidad entre sus miembros, constituyendo ellas mismas la última trinchera de nuestra sociedad. Es el gran valor a proteger y está en serio peligro, pero tras esta gran experiencia, muchas han salido fortalecidas; volverán sin duda y serán referencia para que muchas otras sigan sus pasos. Han demostrado que María no ha predicado en el desierto.
En cualquier caso es bueno que la gente tenga hambre de autenticidad…
Es bueno constatar que esta sociedad siempre cuenta con un núcleo de audaces capaces de nadar contracorriente y salvaguardar los valores que históricamente han hecho grande a nuestra nación. La semilla está sembrada y sin duda germinará y dará fruto. Auguro que futuras ediciones de esta peregrinación cosechará nuevos y grandes éxitos.