5.04.22

Miembro de Fédération Pro Europa Christiana lleva 50.000 medallas milagrosas a la guerra de Ucrania

Nos hemos puesto en contacto con Miguel Ángel Gutiérrez, miembro de la Fédération Pro Europa Christiana, que se ha desplazado desde Roma a Ucrania para llevar miles de medallas milagrosas y con ellas la esperanza a un país en guerra. Se trata de una iniciativa de la mencionada entidad junto a la asociación Luci sull’Est Italia.

Felizmente está ya de regreso a la Ciudad Eterna. En el momento de hacer esta breve entrevista se encontraba pernoctando en Polonia tras pasar 6 horas en la frontera ucraniana.

¿Por qué la Fédération Pro Europa Christiana decidió enviar un gran número de medallas milagrosas a Ucrania?

Los obispos de Ucrania pidieron consagrar Rusia al Corazón Inmaculado de María y pidieron al santuario de Fátima una estatua de la Virgen para estar en el país. Esto nos dio la certeza de que el drama de la guerra se combate sobre todo en el campo espiritual. De ahí la idea de enviar y distribuir la medalla de la Virgen que más gracias ha operado, “la medalla milagrosa".

¿Cuántas fueron exactamente y como las fue distribuyendo?

Por el momento llevamos 50 mil. Como es de imaginar es difícil llegar a pueblos y ciudades pequeñas. Así que enviamos 20 mil para Kiev y 20 mil para el obispo auxiliar de Leópolis, Mons. Kava, que siendo franciscano conventual sigue la espiritualidad de san Maximiliano Kolbe de difundir la medalla milagrosa. El resto fueron distribuidas a los fieles de las iglesias de Leópolis, particularmente donde está la Virgen peregrina de Fátima.

¿Sintió miedo al tener que adentrarse en un país en guerra con la espada de Damocles de posibles bombardeos, tanques…?

Cuando recibí el mensaje de un sacerdote amigo, el padre Paulo Vyskosky misionero OMI, que de Kiev él y su comunidad se quedaban a dar asistencia espiritual y caritativa a las personas atrapadas, yo pensé que si ellos tenían ese coraje y celo por las almas estando en una zona muy cerca del frente de batalla, yo me tenía que armar de ese coraje y más yendo a una zona menos afectada por el conflicto.

¿Qué testimonios podría destacar de gente que se ha visto confortada por la medalla de la Virgen?

Lo que más me ha impresionado es como las personas agradecían la medalla. Los católicos de Ucrania han sufrido persecución y martirio por décadas, son de una fe muy profunda pues fue forjada con sangre. Y el saber que en otros países están rezando por ellos y que esa medalla es el símbolo de esa unión en la oración, les dejaba el corazón llenos de conmoción. Hay que decir que las medallas están muy bien acuñadas y son de buen metal y eso hace apreciarlas aún más. Para Dios lo mejor, como decía san Francisco de Asís.

¿Cómo le ha ayudado espiritualmente esta experiencia y en qué medida se ha sentido protegido por la Virgen?

Encontrar un pueblo que está sufriendo los horrores de la guerra y verlos rezar por la paz con esa fe profunda y confianza en Dios, por medio de la Virgen María, de quien son muy devotos, me hace reflexionar como vivimos tan tibiamente en nuestros países de occidente. Te cuento un hecho. La Virgen peregrina de Fátima está en la mayor parroquia greco católica del país. Todas las tardes hacen la procesión rezando el rosario en torno a la iglesia. Cuando suenan las sirenas de la antiaérea, la procesión no se suspende…se continúa en los sótanos de la iglesia.

¿En qué medida ven la solución a los males de la humanidad en el triunfo del Corazón de María?

Los obispos de Ucrania han visto muy claro que con la conversión de los corazones de los hombres se solucionan los problemas. Si no hay conversión, el pecado del hombre continuará produciendo males mayores. Por eso la Virgen en Fátima pidió la consagración de Rusia y también penitencia y conversión. Es este el camino que indicó para que podamos ver cuanto antes triunfar su Corazón Inmaculado.

Por Javier Navascués

4.04.22

El restaurante vasco Mugaritz crea un siniestro plato: “Feto en su líquido amniótico”

Nos hacemos eco de una tristísima noticia que nos ha llegado de la Tribuna del País Vasco. El famoso restaurante guipuzcoano Mugaritz, con 2 estrellas Michelín y en la lista de los 50 mejores restaurantes del mundo, ha presentado en Madrid un siniestro plato llamado “Feto en su líquido amniótico”, que quiere emular al cocido madrileño, cuando en realidad es una excusa para burlarse de la indefensión del no nacido.

Es un gel de habas con una almendra en la cabeza que cruje al morderla. Andoni Luis Aduriz, creador de este aberrante plato, dice que quiere sorprender con un tipo de belleza alternativa que sorprenda a las personas educadas en los formalismos. Estas repugnantes ideas están enmarcadas en la nueva temporada que tendrá como temática la belleza del esperpento.

Sin lugar a duda se trata de los signos de los tiempos posmodernos, en donde se trivializa con descaro contra los símbolos más sagrados como Dios y los santos o la vida humana. No se trata tanto de mala educación o mal gusto, de decadencia en las costumbres, sino que va más allá de cualquier límite ético y religioso, en donde se intuye una transgresión de carácter preternatural.

Por Javier Navascués

María y Laura Lara: "Las Leyes de Burgos fueron la primera declaración de derechos humanos"

María Lara Martínez es historiadora y escritora. Doctora Europea por la Universidad de Castilla-La Mancha, y licenciada en Historia por la Universidad de Alcalá.

Laura Lara Martínez es historiadora y escritora. Doctora por la Universidad Complutense de Madrid y Licenciada en Historia por la Universidad de Alcalá.

Ambas hermanas cuentan con un gran numeroso de obras a sus espaldas y prestigiosos reconocimientos por su trayectoria. En abril y mayo estarán como profesoras Erasmus Plus en la universidad de Gotemburgo (Suecia) y en la universidad de Cagliari (Cerdeña), como hispanistas.

Un libro de más de 700 páginas muy completo y con ilustraciones de calidad. ¿Por qué decidieron ambas hermanas, doctoras en Filosofía y licenciadas en Historia, escribir este breviario de la historia de España?

Estamos convencidas de que es necesario fomentar el conocimiento de la Historia de nuestra nación, tanto entre adultos como entre escolares. Y queríamos escribir una Historia de España dirigida a todos los públicos que resultara científica y a la vez amena, un libro en el que los expertos encontraran nuevas claves para la investigación y en el que los lectores “apasionados” de las bibliotecas quedaran seducidos por el devenir de España. Por eso en el “Breviario de Historia de España” tratamos de responder a preguntas que han quedado entre los corredores del tiempo y que son desconocidas para la mayor parte de la población:

¿Sabías que el Neanderthal ya era detallista cuando ensayó destrezas de joyero? ¿Que el joven Balbo, gaditano y millonario, mostró dotes publicitarias al organizarle la campaña a Julio César?

¿Que a Álvar Núñez Cabeza de Vaca no lo echaron al caldero gracias a que los nativos lo tomaron por curandero, o que en la España de los Austrias el personaje que más pavor causaba, en niños y adultos, era el corsario inglés Francis Drake? ¿Que Moscardó, en vísperas del asedio del Alcázar, lo que hacía era preparar al equipo que iba a participar ese agosto en los juegos olímpicos de Berlín? Todos estos misterios los tratamos de resolver las Hermanas Lara con un estilo ameno y desde una perspectiva sumamente didáctica para que los lectores disfruten descubriendo cómo ha discurrido la vida en el mayor imperio soñado.

Tras empezar por Atapuerca y el paleolítico…. aborda la presencia de los primeros pobladores de la península (celta, iberos…). ¿Qué importancia tiene conocer las primeras referencias de nuestra civilización?

Es capital conocer los cimientos. Nuestro país es deudor de las pinturas rupestres, de los pueblos iberos, celtas y celtíberos, de la presencia griega, de la colonización fenicia… Por centrarnos en uno de estos pueblos antiguos, los iberos portaron la cultura más avanzada de la Edad del Hierro de la Península Ibérica. Ocuparon el sur, el levante y el nordeste de la Península y parte del sudeste de Francia. Se desarrollaron a partir del siglo VII a.C.. Fueron permeables a los colectivos indígenas de las zonas sur y levantina y de los comerciantes fenicios, griegos y cartagineses.

La primera noticia que se tiene de ellos es a través de los historiadores y geógrafos griegos. Curiosamente, también se llamaba ibero a un pueblo de la actual Georgia, conocido como Iberia caucásica. En nuestras estancias de investigación y docencia como Profesoras en Georgia en la Ivane Javakhishvili Tbilisi State University y en la Georgian American University creamos la “Cátedra Libre Las Dos Iberias” para fomentar el conocimiento mutuo. Entre los iberos encontramos las primeras mujeres líderes de España, como la dama de Baza.

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3.04.22

El ejército del Rosario de Hombres, rotundo éxito en Polonia e Irlanda, llega a Madrid el 23 de abril

Nos llega una noticia muy positiva de la mano de Ricardo Martín de Almagro, que nos comunica en primicia una magnífica iniciativa. El Rosario de Hombres, un apostolado providencial en países como Polonia e Irlanda, llega el próximo día 23 a la capital de España.

Invitamos a todos los varones, residentes en Madrid o alrededores (y tal vez en otro punto de España) a que se unan a esta iniciativa que estoy convencido que va a ser un torrente de gracias para nuestra patria.

Les dejo con la nota de prensa que nos acaba de enviar Ricardo:

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El pasado 5 de marzo tuvo lugar el rezo público del rosario en las calles de Varsovia, registrando una afluencia cercana a las mil personas. Las redes sociales no tardaron mucho en hacerse eco de este hecho, el cual dejó una imagen tan inusual como impactante: cientos de hombres, de todas las edades, distribuidos en rigurosas filas cual escuadrón militar con las rodillas hincadas en el empedrado suelo de la capital polaca recitando avemarías.

Durante los últimos tres años, cada primer sábado de mes, las aceras de muchas ciudades polacas se han llenado de grupos de hombres arrodillados que rezan juntos el Rosario. Es una iniciativa llamada “Rosario de Hombres” (Męski Różaniec), con mítines que reúnen a varones de diferentes orígenes católicos que encuentran fuerza en esta celebérrima oración mariana para proteger y defender a sus familias de los ataques de las ideologías anticristianas. Los organizadores de las marchas de este Rosario masculino dicen que quieren atraer a hombres que compartan valores similares sin necesariamente ser parte de comunidades o movimientos católicos, hombres que a menudo están desanimados y que pueden pensar que hoy la fe solo se puede transmitir en el hogar y que es algo imposible de expresar y compartir en el espacio público. El Rosario de Hombres contradice por completo la tan asentada visión en el mundo moderno de que la religión debe ser un asunto estrictamente privado.

Un movimiento de índole similar se ha registrado en Irlanda e Irlanda del Norte. Ya son varios meses en los que un número considerable de hombres irlandeses han participado en el rezo público del rosario frente a una imagen de Nuestra Señora de Fátima. Los primeros sábados de mes, este rally de rosarios ha llegado hasta Derry, Limerick, Belfast, Omagh y otras tantas ciudades de la isla. Las razones son esencialmente las mismas que las de sus camaradas polacos: recuperar la fe católica en el ámbito público, hacer reparación por la apostasía de los gobernantes y devolver la masculinidad arrebatada a los hombres.

Finalmente, este movimiento ha llegado a España. El próximo sábado 23 de abril, aún sin ser primero de mes, Madrid será testigo de la primera versión española de este rosario masculino, que tendrá lugar en la Plaza de la Villa a las 19:00 horas.

Se espera que estos eventos se conviertan en algo regular y, a la vista de las extraordinarias imágenes protagonizadas por los devotos polacos e irlandeses, es difícil no ver el porqué. Con la fe católica ahora prácticamente relegada a la esfera privada y siendo los hombres constantemente criminalizados por las ideologías postmodernas, ver un evento como este es exactamente el tipo de ímpetu que la sociedad necesita para levantarse y demostrar, como se ha hecho con tanto éxito en Polonia, Irlanda y los otros tantos países que están por unirse, que otro futuro es posible.

Ricardo Martín de Almagro

2.04.22

El P. Apeles continúa explicando todo lo relativo a la figura de los cardenales (Parte II y final)

Agradecemos al Padre Apeles la amabilidad de atendernos nuevamente. En esta ocasión profundiza en la figura del cardenal en la Iglesia Católica. Nos cuenta todo tipo de detalles, desde su definición y naturaleza, origen, creación…hasta sus símbolos, vestimenta, trato, tren de vida, y todo tipo de curiosidades que enriquecerán la cultura eclesiástica de los lectores.

¿Qué simbolismo tiene la púrpura y las insignias cardenalicias?

Los cardenales son llamados también “purpurados", en alusión al color de sus vestimentas: el rojo escarlata, el cual les fue otorgado definitivamente por Pablo II en 1464 como signo de su pertenencia al Papa. Antes de esa fecha, usaban el verde, el turquesa, etc. Una tradición sostiene que Constantino confirió la púrpura imperial a San Silvestre en señal de reconocimiento de su poder. Desde entonces, el rojo ha sido el color propio del Romano Pontífice, que comunica a todo lo que le rodea, en especial a los cardenales —que son sus criaturas— y a sus servidores.

La insignia propia del cardenalato ha sido desde el siglo XII el solideo rojo. El solideo se introdujo en esa época para cubrir la tonsura de los eclesiásticos. El nombre hace alusión a que sólo en presencia de Dios se lo quitan quienes lo llevan: soli Deotollitur. Los diferentes colores de que se confeccionó servían para distinguir rápidamente a los dignatarios durante las funciones sagradas. El negro era propio de los simples sacerdotes; el violeta, de los obispos, y el rojo, de los cardenales. Además, algunas órdenes religiosas tenían su propio color: marrón los franciscanos, azul los silvestrinos, etc. El del Papa acabó siendo el blanco. El solideo rojo no abandona jamás la cabeza del cardenal cuando está en público, salvo delante del Santísimo Sacramento manifiesto y, durante la Misa, desde el prefacio a la comunión inclusive.

El birrete es un bonete de tres puntas forrado por fuera con seda roja. También servía para distinguir a los eclesiásticos, pero no durante las funciones, sino al entrar y salir de ellas. Hasta hace poco, en las rúbricas de la misa se decía: “Sacerdos accedat ad altare capite cooperto” (el sacerdote vaya al altar con la cabeza cubierta). Las mismas prescripciones sobre los colores que había para el solideo servían para el birrete. Este se ponía y se pone aún hoy sobre aquél. A diferencia del solideo, no siempre se lleva puesto. Cuando el cardenal se halla en su morada, el birrete se deja sobre una bandeja de plata en la antecámara, señal de su presencia. En las ocasiones en que oficia de pontifical, lo sostiene durante la ceremonia un gentilhombre laico apostado a la derecha del trono. Tanto el solideo como el birrete rojos fueron definitivamente concedidos a los cardenales por Gregorio XIV en 1591.

El capelo o galero era la menos usada de las insignias cardenalicias y, sin embargo, la que nos es más familiar por verla representada con mucha frecuencia en las pinturas del Renacimiento y del Barroco. Se trataba de un sombrero de fieltro rojo de ala ancha y plana en forma de disco (de unos 60 centímetros de diámetro), cuya copa estaba aplastada y apenas tenía grosor. El ala estaba perforada a los lados y por los agujeros se pasaban unos cordones de seda roja sujetados por un nudo y cada uno de los cuales se dividían en cinco series de borlas que, atadas a la barbilla, servían para sujetar el sombrero. El capelo entró en la Heráldica para ornar los escudos de los eclesiásticos. Aquí, empero, no es privativo de los cardenales. Los canónigos y ciertos sacerdotes, así como los obispos lo ponen en sus escudos. Ello nos indica que, en su origen, fue un accesorio común a todos los eclesiásticos para protegerse del sol y de la lluvia. Fue Inocencio IV quien, en tiempos del Primer Concilio de Lyon (1245) confirió el capelo rojo a los cardenales para que pudieran usarlo durante las solemnes cabalgatas. Con el tiempo, el capelo perdió su utilidad práctica y quedó como insignia exclusiva de los Príncipes de la Iglesia. Un mero adorno, como lo atestigua el hecho de que, una vez consignado por el Papa, era guardado envuelto en papel de seda en una caja con naftalina. Y es que el capelo no volvía a ver la luz hasta la muerte del cardenal, cuando se lo ponía a los pies de su féretro. Si el cardenal era obispo, el capelo se colgaba en su monumento sepulcral. Pablo VI suprimió el capelo.

Los sombreros comunes que usan los cardenales para cubrirse cuando van en hábito de calle están confeccionados en fieltro negro. Son de diseño normal, con ala estrecha redonda y copa esférica galoneada con seda roja y oro. Hay también unos sombreros de gala que son idénticos a los anteriores, excepto que están hechos de fieltro escarlata. Estos se hacen servir cuando el cardenal va en hábito de coro. Unos y otros van cayendo en desuso.

¿Cuál es la vestimenta propia de un Príncipe de la Iglesia?

Chateaubriand, esa alma sensible y delicada, escribió en cierta ocasión: “Quien no ha visto a través de las vidrieras de una catedral filtrarse los rayos de sol y juguetear sobre la ‘cappa’ de un cardenal, no ha visto uno de los más bellos espectáculos que hay en el mundo”.

El ajuar de un cardenal no era asunto baladí. Para empezar, hay que distinguir: el hábito de calle, el hábito de coro y el hábito de ceremonia.

El hábito de calle consiste en las siguientes prendas: calcetines rojos, sotana de lana negra filettata u orlada de rojo (el llamado abito piano), fajín de muaré rojo, esclavina negra también filettata, cruz pectoral normal con cadena, anillo y zapatos negros (con hebilla de plata), solideo rojo y sombrero de calle. Sobre los hombros se coloca el manto de lana roja de doble caída con cuello de terciopelo y cordón dorado. En las recepciones se lleva el ferraiolo, manto más ligero de seda roja con tablero en los hombros.

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