Curso para que la mujer comprenda su fertilidad, viva en plenitud y acoja la vida, fiel a lo que dice la Iglesia

Laura Indart es experta en sexualidad e instructora de reconocimiento de la fertilidad. También y sobre todo, está casada y es madre de familia numerosa. Enseña desde hace años el reconocimiento del ciclo a muchas mujeres, novios y matrimonios junto a Eva Corujo en Letyourselves.
Puede apuntarse al curso AQUÍ.
¿En qué consiste el curso y a quien va dirigido?
El curso consiste en el aprendizaje del reconocimiento del ciclo femenino mediante el método sintotérmico, método avalado por la ciencia para conocer con gran precisión los cambios de fertilidad e infertilidad en la mujer.
Se trata de un curso grabado, para que pueda ser visualizado al ritmo que se prefiera y desde donde se quiera, dividido en varias lecciones y con materiales complementarios, así como gráficas descargables.
Está dirigido a cualquier mujer adulta, ya sea porque quiere conocer su ciclo o porque en su situación personal quiera favorecer la búsqueda de un embarazo o, al contrario, necesite posponer un posible embarazo. Especialmente interesante para novios y matrimonios católicos que, de la mano de las enseñanzas de la Iglesia, quieren aprender con verdadera fiabilidad un método natural para su vida matrimonial y para las decisiones que puedan ir tomando acerca de su paternidad.
¿Por qué empieza explicando la fisiología de la mujer?
Porque, contrariamente a lo que se cree, los métodos naturales modernos y especialmente el método sintotérmico, no se basan en predicciones o estadísticas en el calendario, sino en observaciones de los cambios que suceden en todas las mujeres en edad fértil, cambios que vienen ocasionados a su vez por movimientos hormonales perfectamente estudiados y conocidos científicamente, y que son la base de la orquesta hormonal que es el ciclo femenino, en el que todo está sostenido por un engranaje perfectamente diseñado.
¿Por qué es importante conocer la fertilidad de la mujer y su reconocimiento?
Así como la fertilidad masculina es continua y diaria -salvo en casos de problemas de fertilidad masculina- la de la mujer es variable, y la mayor parte de los días de su ciclo son días infértiles, en los que no hay posibilidades de un embarazo. La fertilidad femenina tiene lugar en unos días concretos de cada ciclo, los que preceden a la ovulación y los que están próximos a ella.
La Iglesia ha entendido que el ciclo de la mujer es de esta manera por algo, y que es fácilmente reconocible en el día a día, porque Dios dispuso que fuera así para ayudar al matrimonio a ser conscientes en todo momento de la posibilidad de la venida de nuevos hijos en los días fértiles del ciclo. Esto es la ayuda que Dios dispuso para esa paternidad responsable de la que nos habla en Humanae Vitae, que no es otra que la paternidad propia de las personas humanas, conscientes de todas las dimensiones de la sexualidad.
¿Qué método propone para reconocer la fertilidad y por qué es eficaz?
La enseñanza que hago es la del método sintotérmico, un método especialmente completo para ese reconocimiento de la fertilidad porque hace siempre una doble comprobación de los diagnósticos de fertilidad e infertilidad, dejando poco lugar a dudas y brindando de esta manera mucha seguridad al matrimonio a la hora de saber en qué momento del ciclo se encuentran.
En ocasiones se suele decir que estos métodos resultan de difícil aprendizaje y aplicación, ¿esto es así?
En absoluto. Es cierto que para unos será más fácil que para otros, como todo en la vida, y que, como todo en la vida, requiere al inicio de un tiempo de aprendizaje. Pero ese tiempo de aprendizaje está estudiado que puede consistir en 3 meses, a partir de los cuales iremos cada vez afianzando mejor esos conceptos e interiorizándolos como un hábito más de nuestra vida cotidiana. En medio año un método natural está ya muy afianzado en la rutina del matrimonio.
Lo suyo es que, para facilitar esto, el aprendizaje se realice con seriedad, y preferiblemente acompañados por una instructora de reconocimiento de la fertilidad, motivo por el cual en el curso se ofrece este servicio, para que el aprendizaje sea para toda la vida.
¿Qué otros métodos existen?
Algunos métodos también muy reconocidos serían el método Billings y el modelo Creighton, aunque hay otros. La diferencia con sintotérmico sería que realizan el diagnóstico de fertilidad basándose en un solo indicador -la mucosidad-, y por tanto, aplicarán normas distintas especialmente a la hora de necesitar posponer un embarazo, normas basadas en la información que proporciona dicho indicador.
Se suele escuchar que estos métodos son poco fiables cuando hay una necesidad de evitar un embarazo, y que además sirven solo para mujeres regulares. ¿Qué diría a esta objeción?
Todavía hoy en día hay mucho desconocimiento y desconfianza de la fiabilidad de estos métodos para un muy preciso reconocimiento de la fertilidad. Esta desconfianza viene seguramente ocasionada por el hecho de que el primer método natural conocido, que fue el método Ogino -también conocido como método del calendario, del ritmo, de la cuenta de la vieja…ha recibido muchos nombres- era un método predictivo de la fertilidad según ciertos cálculos y estadísticas, lo que, en su momento fue un avance, pero a día de hoy, se quedaría obsoleto…
Los métodos naturales de hoy en día no se basan en cálculos ni predicciones, sino en observaciones diarias de los conocidos como biomarcadores, que nos van informando de la llegada de la fertilidad y de la ovulación en cada ciclo.
¿Por qué es importante que estos métodos naturales de regulación de la fertilidad vayan encaminados a una paternidad responsable y según la moral que enseña la Iglesia?
La Iglesia invita a los matrimonios a entender que la paternidad responsable consiste en entender la grandeza de la vocación a la que están llamados, que supone la colaboración con Dios en la creación de nuevas vidas, de ahí la pro-creación. Esta invitación excluye la mentalidad anticonceptiva a la que nos conduce la sociedad hoy en día, que ve a los hijos como un problema, una carga, o, en ocasiones, como un lujo al alcance de unos pocos. Sin embargo, también la Iglesia nos enseña que para vivir esa paternidad responsable, “Dios ha dispuesto con sabiduría leyes y ritmos naturales de fecundidad” para que el matrimonio pueda ir “leyendo los tiempos” de su vida familiar.
¿Por qué acaba abordando el tema de la sexualidad de manera integral?
Porque podemos pensar que el uso de un método natural es simplemente eso, un método para la planificación familiar, pero no, estamos llamados a usarlos bajo esta comprensión del sentido profundo de la sexualidad en la vocación matrimonial, desde nuestra posición en el mundo, que es la de criaturas llamadas a reconocer el sentido de la creación realizada por Dios con amor y sabiduría.
¿Por qué merece la pena hacer el curso y cómo pueden apuntarse?
Lo bueno de aprender un método de reconocimiento de la fertilidad es que es un conocimiento para siempre, que sirve a la mujer y al matrimonio en todas las etapas y en todas las situaciones de su vida fértil. Es una pena que todavía hoy sea un poco tabú dentro de la Iglesia hablar abiertamente de estas cuestiones cuando debería ser un aprendizaje básico para todas las mujeres, y, después, para todos los novios y matrimonios.
Además, al realizar el curso se ofrece la posibilidad de contratar por un precio muy asequible un seguimiento por mi parte de medio año para valorar y explicar ciclo a ciclo los registros realizados, de cara a asegurar una correcta comprensión de todos los contenidos y que de esta manera los novios o matrimonios puedan ser en adelante completamente autónomos en el reconocimiento preciso del ciclo.
Para apuntarse, el curso está disponible en la plataforma Aula Mucha Vida, con un precio especial de lanzamiento.
Para apuntarse al curso:
Por Javier Navascués
4 comentarios
El fin principal del matrimonio no es ese. El fin es crear creyentes, no sólo hijos. Eso lo hacen hasta los animales.
¿Cómo que "novios o matrimonios"?
Por favor, expliquen eso de copular siendo novios.
(Además de que la palabra novios actualmente está deformada en su sentido, y se llaman novios parejas sin un compromiso firme de matrimonio).
Conozco varias parejas que se han formado con Laura y están encantadas!
No es una discusión bizantina para nada, pero como los clérigos no explican la diferencia, parece que lo es. Intentaré explicárselo:
Querer evitar tener hijos no es malo en si. Puede ser hasta conveniente en determinadas circunstancias. La única diferencia es el cómo. Y es que en la moral católica, el fin NO justifica los medios. Los anticonceptivos actúan en contra de la naturaleza que Dios ha creado para evitar un embarazo. Los métodos naturales comprenden está naturaleza y lo usan a su favor.
Es como la diferencia entre la eutanasia y los cuidados paliativos. El resultado es el mismo (la muerte) ambas se hacen "por evitar el sufrimiento". Y puede ser legítimo. Pero los medios no lo son...
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