Antonio Peláez, director de Mirando al Cielo, sobre la vida de San José Sánchez del Río, analiza la película

Antonio Peláez, estudió cinematografía en la ciudad de Los Ángeles, incursionando más tarde en Hollywood como escritor, productor y director. En Sunset & Gower Studios, produjo y dirigió más de 260 horas de televisión con el programa “Hombre Nuevo” para el canal KIHS Televisión. Escribió y dirigió su primera película de largometraje “Crystalstone”, distribuida por Disney y ganadora de 7 premios internacionales como mejor película y mejor ópera prima: The Golden Award Houston International Film Festival, The Golden Halo Award California Motion Picture, The Golden Award of Excellence of Film Advisory Board, The Golden Award Academy Family Films and The Golden Award of The 20th y Festival of The Americas.

2001: Escribió y dirigió “Xplorando”, una serie de televisión de trece programas de aventuras para el Disney Channel, premiada por la UNESCO por su contenido y valores de producción y adquirida posteriormente por MVS y Televisa. 2007: Escribió y dirigió “Cuando las cosas suceden”, nominada a tres Diosas de Plata. 2010: Produjo, escribió y dirigió “1531”, un docudrama histórico sobre el Acontecimiento Guadalupano. A finales del 2011 el documental fue doblado y subtitulado comenzando su comercialización internacional. 2016: Produjo, escribió y dirigió “Testigos”, un docudrama que nos presenta la respuesta a la pregunta que Jesús les hiciera a un grupo de amigos: “Y ustedes, ¿quień dicen que soy yo…?” 2021 produjo, escribió, dirigió y editó “Mirando al Cielo”, un drama épico basado en un hecho de la vida real, sobre la vida de José Sánchez del Río, un niño mártir de la persecución religiosa en México. 2022: Recibió el premio católico al comunicador “José Ruiz Medrano", otorgado por la Arquidiócesis de Guadalajara.

Junto con su esposa Laura Díaz fundó Mediaquest, casa productora de cine y televisión. A lo largo de su trayectoria, la compañía ha realizado también proyectos de entretenimiento, corporativos y comerciales, para compañías como: Disney, MGM, Televisa, MVS, Cinepolis, Organización Ramírez, Camino Real, Quinta Real, Altos Hornos de México, Ferrocarriles Mexicanos, Aceros Corey, Laboratorios Pisa, Grupo Anderson’s, Tres Marías, Real del Mar Resort, CMIC, etc.

¿Por qué una película sobre San José Sánchez del Río?

La vida de San José Sánchez del Río, tiene todos los ingredientes de una historia para ser llevada a la pantalla grande. Es la historia de un joven de 13 años, que esta llena de fe, aventura, familia y coherencia de vida; un joven que a su corta edad, cree profundamente en las promesas de Jesucristo que hablan de un verdadero amor, de un Cielo que será la vida eterna y que comprende que la razón de su vida es la de llegar al Cielo que Jesucristo prometió. “Mirando al Cielo”, no es únicamente una película que entretiene al espectador a través de los paisajes y acontecimientos que presentan la guerra cristera en México, durante la persecución religiosa de los años 1926 a 1929, sino también es una película que cuestionará su fe y conmoverá su corazón.

¿Por qué el título Mirando al Cielo condensa en tres palabras lo que fue su vida?

El Cielo no es únicamente una maravillosa bóveda celeste que se encuentra sobre nosotros y que podemos ver de cualquier parte y a cualquier hora del día. José Sánchez del Río, al igual que muchos otros santos, reconoció que el Cielo es un destino creado por Dios, para que el hombre pueda vivir eternamente feliz en su presencia. Es por ello, que nunca debemos de dejar de mirar al Cielo a lo largo de nuestras vidas, porque es ahí donde se encuentran las respuestas y la autentica felicidad.

¿En qué medida los cristeros suponen un ejemplo eximio de la lucha por el Reinado Social de Cristo?

Los cristeros, como cualquier otra persona que entrega su vida por Dios, fueron un ejemplo de amor y generosidad por el Reino de Dios. Los mártires, como muchos cristeros, entregaron su vida por amor a Dios y a la Iglesia en un segundo, pero hay sacerdotes y religiosos que entregan sus vidas día tras día, durante toda una vida.

¿Por qué el santo es un modelo eximio para la juventud actual?

Los jóvenes en la actualidad están muy influenciados por los héroes que ven a través de la música y la televisión, héroes de ficción y que están muy lejos de la realidad. Los santos, como San José Sánchez del Río, son héroes de carne y hueso, que no únicamente enaltecen la dignidad del ser humano, sino dejan ver a través de su presencia y testimonio, la existencia de Dios.

¿Qué virtudes destacaría de él?

Detrás de un Santo, siempre habrá una familia. Pienso que muchas de las virtudes de este joven fueron aprendidas en casa a través del ejemplo de sus padres, de la lectura de las Escrituras, y sin duda de la oración. Esas virtudes que salen a la luz en los momentos difíciles, cuando la vida nos pone a prueba, y que en su mayoría se encuentran reunidas en una coherencia de vida dentro de lo que se cree y se vive.

José es un ejemplo de grandes virtudes que se aprecian, de forma natural, en el filme; como la oración, coherencia de vida, el valor de la familia, la humildad, la vocación, el espíritu de servicio, el celo apostólico y evangelización, la valentía, el valor de la amistad, el perdón y la perseverancia final.

¿Qué ha supuesto para usted espiritualmente dirigir la película?

Siempre he dicho que el cine es una suma de talentos. Pero si hablamos de mi experiencia personal, diría que todo comenzó en una hoja en blanco; cuando comencé a escribir el guion de “Mirando al Cielo”. Cada una de las palabras que iba escribiendo, estaban inspiradas en la vida de un niño muchos años menor que yo, que su vida y su historia le daban un sentido nuevo a mi vida y a mi profesión como cineasta. Mientras más conocía a este niño, más me daba cuenta de todo lo que yo había dejado de hacer por miedo y descubría cómo el amor a Dios tiene dimensiones mucho mayores a las que yo estaba acostumbrado a pensar, de lo que es vivir en humildad y generosidad hacia los demás. Me enseñó, que al Reino de Dios hay que defenderlo en todo momento, con los amigos, en el trabajo e incluso dentro de la misma familia, que no tenemos que dar la vida para hacerlo, y me enseñó que nunca debo dejar de mirar al Cielo.

¿Cómo fue el proceso de selección de actores, localizaciones y el tratar de ser fieles a la verdadera historia?

El proceso de la selección de actores y localizaciones, conlleva la gran responsabilidad de lo que se verá, se escuchará y se sentirá al ver la película. Fue un proceso que se fue dando en compañía de la oración, y en compañía de una de las personas que más he amado en mi vida, que es mi esposa Laura, quien además es la productora ejecutiva de la película. Todo ello, ha hecho de esta etapa conocida como la preproducción, que haya sido algo maravilloso e inolvidable. Finalmente, cada lugar y cada personaje de la película adquieren la misma importancia, ya que ninguno es más importante que otro y todos son indispensables para poder contar correctamente una historia. Como dato vivencial, podría añadir que durante todo el rodaje siempre predominó la humildad y la generosidad de parte de todos, el compromiso de dar lo mejor de cada uno, y lo digo no únicamente de lo que se puede ver en la pantalla, sino por todas las maravillosas personas que estuvieron detrás de cámara y que se podría pensar que no se ven, pero que están ahí y estarán para siempre en esta película.

Siempre hay un toque personal del director…¿Qué ha puesto usted de su mirada?

La verdad es que yo dirigía…pero los demás hacían lo más importante: darle vida a unas cuantas letras escritas en un libreto cinematográfico que, incluso con ciertas concesiones cinematográficas, buscaban ser lo más fiel posible a la historia para poder contar a través de imágenes lo que verdaderamente sucedió.

¿Qué frutos espirituales esperan que siga teniendo la película en todo el mundo?

La película se ha visto tanto en Estados Unidos como en México, y la respuesta de la gente le ha hecho justicia a la vida que entregó este adolescente santo…Es muy difícil poder describir con palabras la variedad de testimonios que hemos recibido tanto de niños, jóvenes y adultos. Sin duda la mayor satisfacción que sentimos Laura y yo, al igual que todo el equipo que ha trabajado hombro con hombro con nosotros en la promoción de la película, es la de haber sido instrumentos para poder llevar esta historia a mucha gente. Puedo decir con admiración y mucha alegría, que San José Sánchez del Río ha podido tocar los corazones de chicos y grandes sin importar sexo o edad, y eso es la mayor satisfacción que un contador de historias, como yo, puede llegar a sentir.

¿Por qué merece la pena ir al cine a ver esta película?

Merece la pena ir al cine a ver “Mirando al cielo”, porque además de pasar un momento entretenido y muy especial, van a tener la oportunidad de más que ver una película, experimentar una historia que da mucho para reflexionar y seguramente también para poder hablar con los demás. Te vas a reír, también vas a llorar, pero te aseguro que a pesar de ser la vida de un niño mártir, saldrás muy contento del cine, con el deseo de hacer algo más por tu vida y por el Reino de Dios.

Aprovecho para recordar que en el enlace mirandoalcielo.es los interesados pueden pedirla en su ciudad.

Por Javier Navascués

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