Teresa Lamarca: “Proyecto Raquel ofrece sanación, reconciliación y esperanza a las mujeres que abortan”

Teresa Lamarca, casada, madre de 10 hijos y abuela de 35 nietos. Licenciada en Historia y Coordinadora de Proyecto Raquel de la diócesis de Barcelona desde 2013. En esta entrevista nos explica los aspectos esenciales de esta asociación.

¿Cómo nace el proyecto Raquel y con qué fines?

En 1973 se legaliza el aborto en los EEUU. A partir de aquí el aborto se multiplica y la Conferencia Episcopal americana se da cuenta de que es necesario ayudar a las personas que han estado involucradas en el aborto porque muestran una herida.

En 1984, gracias a la psicóloga y madre de familia estadounidense Vicky Thorn, nace el Proyecto Raquel como una respuesta al drama del aborto. Es una organización de la Iglesia diocesana. El proyecto se desarrolla en 10 sesiones de una hora por semana y de modo individualizado, absolutamente confidencial y gratuito.

¿Tiene el aborto malas consecuencias?

Hoy en día, el aborto se presenta como la única y verdadera solución a todos los problemas que pueda tener o que pueda imaginar una mujer embarazada: “No estoy preparada para ser madre”, “No es el momento”, “No tengo trabajo”, “Estoy estudiando y un niño va a ser un problema”, etc. Ante cualquier motivo la solución y la única alternativa que se ofrece es: “No te preocupes ¡Aborta!”, “El aborto no tiene problemas, es fácil…, además no es un niño sólo son unas pocas células”…

A la mujer ni se le explica lo que es en verdad un aborto, ni se le informa de las graves consecuencias que puede sufrir después del aborto, ni se le ofrecen ayudas verdaderas. Es una vergüenza que se den a los jóvenes informaciones tan completas e incluso tan fuertes sobre el daño que hace el tabaco o el peligro que suponen los accidentes de tráfico y no se les informe para nada sobre la gravedad del aborto y sus consecuencias.

De este modo, la mujer se siente sola y lo que llena su corazón es el miedo y la incapacidad de “decidir”. Y la verdad es que en cada aborto sucede nada menos que la muerte de un niño, ya sea muy pequeñito, un embrión, o más grande, un feto, y después del aborto, más pronto o más tarde, la madre cae en lo que se llama el Síndrome Post Aborto o SPA.

¿Qué es el síndrome post-aborto y qué consecuencias tiene?

El aborto es un acto violento, por esto el síndrome post aborto es un síndrome post traumático que sufre en primer lugar la mujer, la madre, puesto que, después del niño, es la principal víctima. Pueden sufrirlo también los que de un modo u otro han intervenido en el aborto, el padre, el médico, el psicólogo, los abuelos… Toda la sociedad se resiente porque el aborto genera mucha violencia. La Madre Teresa de Calcuta decía que el aborto era “el principal enemigo de la paz”.

El aborto deja una herida interior, profunda, espiritual, que afecta a todas las dimensiones de la persona. Se manifiesta físicamente, por ejemplo, es frecuente que la mujer no pueda ya volver a quedar embarazada. Las consecuencias psicológicas también son importantes, entre otras están: depresión, ansiedad, tristeza, desórdenes mentales, trastornos de la alimentación, insomnio, pesadillas, profundo sentimiento de culpa, pérdida de interés por la vida que lleva a intentos de suicidio, una gran añoranza del hijo o los hijos perdidos…

El aborto deja un rastro de dolor, destrucción y miseria.

¿Cómo se puede ayudar de forma eficaz a estas mujeres?

La verdad es que había un vacío en este sentido. No existía nada que pudiera ayudar a los que se encontraban heridos por el aborto. Ni siquiera la confesión sanaba completamente sus corazones, ya que aunque quedaran perdonados por Dios después de una buena confesión persistía en su corazón una herida.

El Proyecto Raquel vino a llenar este vacío, combinando lo espiritual y lo psicológico, para ofrecer a todo el que lo necesite un camino de sanación, reconciliación y esperanza, ya sea creyente o no, joven o mayor, hombre o mujer,…

En el proyecto intentamos ayudar de forma eficaz a estas personas escuchándolas con amor y respeto y sin juzgar. La mayoría de ellas es la primera vez que hablan de ello, y esto es doloroso pero sanador.

Procuramos acercarles a la misericordia de Dios que por encima de todo ama a cada una y quiere perdonarla y devolverle la paz y la felicidad. El Señor quiere que confíen a su misericordia los hijos que han perdido por el aborto, como nos enseñaba San Juan Pablo II. Esto les da una gran esperanza.

¿Cuál ha sido el balance que hace de proyecto Raquel en todos estos años?

Sólo podemos dar gracias a Dios por los 10 años que el Proyecto Raquel lleva en la diócesis de Barcelona. En este tiempo el Señor ha hecho maravillas, nosotros simplemente hemos sido instrumentos de su misericordia.

Recuerdo una chica que ni siquiera se levantaba de la cama, ni se aseaba, ni se preparaba comida. Cuando terminó el Proyecto, se levantaba a las 7 de la mañana para terminar la carrera que había dejado aparcada!

¡Cuántas chicas al terminar me han dicho: “¡Estaba hundida en lo más hondo y ahora estoy en la gloria!”, “¡Estaba muerta y ahora tengo ganas de vivir!”

¿Qué casos le han impactado más?

Pues, me impacta mucho cuando contando el aborto la mujer cuenta que cuando iba a abortar ella preguntaba “¿Sufrirá el niño durante el aborto?”, y eso que les machacan que no es nada, que sólo son cuatro células. Pero por mucho que digan una madre tiene los hijos grabados en el corazón. Me impacta mucho cuando vienen con tantos abortos, 2, 3, 4, 5, 6…, y ves tanto dolor y unas vidas tan rotas, y cómo a pesar de tantos abortos ellas te repiten que lo que más quieren es “ser madre”!

Me impresiona también mucho verlas hacer el proyecto con tanta docilidad y confianza. Y es muy triste cuando te dicen: “¡Ojalá hubieses estado en la puerta para que yo no entrara allí!”

Me impresiona también ver que todas quieren rezar. Han venido chicas ateas y de otras religiones, pero ninguna al ofrecerles una oración ha dicho que no quería rezar. La verdad es que una chica a la que le ofrecí rezar me dijo que “ella no rezaba”. Yo le dije que yo iba a rezar. Lo hice despacio y flojito. Ella escuchaba. Cuando terminé me dijo: “¿Lo podemos volver a hacer?”

¿Cómo se puede colaborar con ustedes?

Toda ayuda es de agradecer, pero sobre todo hay dos maneras muy importantes de colaborar.

La primera es ayudar a la difusión para que las personas que necesitan ayuda puedan saber dónde la pueden encontrar. Es muy importante que sepan que existe ayuda para ellas, que les lleguen los contactos, nuestro teléfono, nuestro mail, el Instagram o la web, ya sea por los medios, por el boca a boca, por carteles, charlas… Es importante llegar a más, porque son muchos los abortos que se hacen en nuestra tierra y por tanto muchas las personas heridas.

Teléfono: 603462038

[email protected]

www.proyecto-raquel.com

PROYECTO RAQUEL (@proyectoraquel) • Fotos y videos de Instagram

Hoy en día no interesa que se hable de esta ayuda tan eficaz porque sería reconocer que el aborto es malo y se cerraría esta fuente de dinero y engaño.

La segunda es la oración por el Proyecto Raquel, por los que lo hacen, por los que acompañan, por los que tienen que venir… Para esto tenemos Raquel Orante al que todos podéis juntaros simplemente orando al Señor por esta intención.

Por Javier Navascués

1 comentario

  
Marta de Jesús
Ese dolor es su esperanza, la puerta que les puede conducir de nuevo a Dios, a una restauración completa de su ser. Que no lo entierren, que no lo callen...

Estupenda iniciativa. Con un brazo ofrecer ayuda antes, durante la tempestad de la tentación. Si no se ha llegado a tiempo, si no se ha podido evitar, ofrecer el otro después de la caída.
28/01/23 12:42 PM

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