Emeterio Ferrés: “En Covadonga se vio que la Misa Tradicional se abre camino de modo incontenible”

In memoriam

Emeterio Ferrés Arrospide, fundador de Tradición Familia y Propiedad en el Uruguay, es fiel seguidor del pensamiento del Profesor Plinio Corrêa de Oliveira. Comparte con nosotros sus profundas reflexiones sobre la peregrinación Nuestra Señora de la Cristiandad a Covadonga.

Usted como uruguayo, ¿cómo ha vivido esta peregrinación a España de marcado carácter hispánico?

Es una pregunta que muchas veces me hago. Y que al responder voy a extender a Portugal. Como es sabido, el Uruguay es un país híbrido de nacimiento. Fue una tierra disputada por siglos entre España y Portugal y, más tarde, entre el Brasil y la Argentina. De este entrechoque surgió un país híbrido por nacimiento, mitad español y mitad portugués. Tenemos apellidos de los dos lados. Una realidad que es racial y cultural, evidentemente. Cuando entro en España experimento siempre una sensación curiosa. Me digo, “estoy en casa” y, al mismo tiempo, “no es exactamente mi casa”. Tratando de resumir diría que es lo que experimenta un hijo recién casado cuando va de visita a la casa de sus padres. Con 200 años de independencia,es apropiado que nos sintamos recién casados.

Este sentimiento lo experimento muy especialmente en lo que toca a la religión. Las imágenes de la Virgen aquí, por ejemplo, tan españolas, tan majestuosas, tan trágicas cundo exprimen el dolor de Madre, tan omnipotentes cuando se trata de ofrecernos su mediación, o su “omnipotencia suplicante”.

España nos hace bien. Nos tonifica. Recuerdo el consejo dado por Santa Teresa a sus religiosas cuando le traían problemitas: “¡Sean hombres!”. ¡Por Dios, que precisamos un catolicismo así!

La piel de toro requería una peregrinación de estas características de impronta española, pero también con la presencia de hermanos portugueses…

¡Sin duda! Como insinué arriba, Portugal es la otra cara de la Península. Y como híbrido, me sentí muy a gusto al transitar entre una y otra versión ibérica. ¡Son tan parecidos y a mismo tiempo tan diferentes! Tal vez cueste ver las diferencias desde fuera así como los parecidos desde dentro. No hay espacio aquí para ahondar; pero valdría la pena esbozar parecidos y diferencias al hablar del modo de ser católicos, de decorar las iglesias, de rezar… Señalemos, nada más, que de un lado diremos la Santísima Virgen y del otro “Nossa Senhora”… Digo de paso que me gustaría resaltar la presencia francesa también.

Estas cosas aparentemente insignificantes, a veces tienen más trascendencia de la que pareciera al ser la primera llama que se enciende…

Tendría dificultad de imaginar como a alguien podrían parecerles insignificantes los días que vivimos en esa caminata. Confieso que vine porque un amigo brasileño-británico me incitó. Y después yo mismo arrastré a un amigo francés y otros en Portugal. Sinceramente, sólo hesité al principio. Después sólo fueron encantamientos. Y la ocasión de recibir gracias que no esperaba.

Hace años la liturgia tradicional no tenía apenas presencia en España, ¿Este evento puede ser un despertar de la misma en la Madre Patria?

No sabía que el aprecio y difusión de la Misa Tradicional era tan incipiente en España. Siempre que estoy de paso en Madrid, o en Sevilla, sé donde encontrarla. Si comparo esta realidad con Portugal, donde la situación es realmente penosa por la oposición cerrada que se hizo por años al Summorum Pontificum, España siempre me pareció un paraíso. En todo caso, creo que la Misa Tradicional se está abriendo camino, de modo incontenible, en el mundo entero. Los obstáculos acabarán por servir de estímulo. Creo que hay un actuar profundo del Espíritu Santo en las generaciones jóvenes que los hace buscar la trascendencia, el sentido de verdad junto con las conductas que todo eso generan. Este movimiento se observa notoriamente en lo religioso pero también en lo cultural, en lo político, en lo filosófico. Me impresionó el tipo de temas que tratábamos con desconocidos mientras caminábamos. Me impactó sobre todo el rechazo a todo lo que huela a libertario. Pero me impresiona también el nivel de erudición y de información.

Como miembro de la Fédération Pro Europa Christiana FPEC y de Tradición, Familia y Propiedad – TFP, ¿cómo valora este evento en el que han participado tantas familias católicas?

Como fundador que soy de Tradición Familia y Propiedad en el Uruguay y, por lo tanto, como seguidor del pensamiento del Profesor Plinio Corrêa de Oliveira, hay una cosa que me atrajo poderosamente desde el comienzo en esta iniciativa: el haberla colocado bajo el amparo de Nuestra Señora de la Cristiandad. Porque, si corresponde al clero la tarea suprema de la santificación y salvación de las almas, que podríamos llamar Cristianismo, corresponde a los laicos el cuidado de la Cristiandad entendida como la organización de una Cultura y una Civilización según la doctrina de la Iglesia. Así harmoniza el Dr. Plinio estos dos cometidos:

“ … la acción contra-revolucionaria implica una reorganización de toda la sociedad temporal: ‘Hay todo un mundo que debe ser reconstruido desde sus fundamentos’, dijo Pío XII1 ante los escombros con que la Revolución cubrió la tierra entera.”

“Ahora bien, si de un lado esta tarea de una fundamental reorganización contra-revolucionaria de la sociedad temporal debe ser del todo inspirada por la doctrina de la Iglesia, por otro lado envuelve un sinnúmero de aspectos concretos y prácticos que están propiamente en el orden civil. Y a este título la Contra-Revolución trasborda el ámbito eclesiástico, aunque continúa siempre profundamente ligada a la Iglesia en lo que se refiere al Magisterio y a su poder indirecto.”2

Igualmente ha habido muchos jóvenes entusiastas más fascinados por los más nobles ideales que por el espíritu del mundo…

¡Sin duda! La impresión que me queda es que conjugaba muy bien lo que digo arriba. Antes de más nada una busqueda de una identificación personal con Nuestro Señor Jesucristo, alfa y omega. Alfa, porque allí comienza todo, es el fundamento de todo. De allí pasamos, por desborde, si se quiere, a la reivindicación de las respectivas Cristiandades.

En este sentido me emocionó escuchar a la joven delegación francesa entonar La Strasbourgoise, la canción que evoca a la niña heroica que resistía la ocupación alemana. Canción que concluía con la recitación del rosario u otro himno devocional. ¡Todo junto!

Así todo termina de vuelta en Nuestro Señor, el omega.

Lo que digo no menoscaba Alemania. ¡Qué lindo hubiera sido tenerlos también! Hermanados en una misma Iglesia, reivindicar su Cristiandad, sus tradiciones, su imperio cristiano que alguna vez hasta fue regido por un emperador quien también reinaba en España, justo cuando ésta daba a la Iglesia el mundo nuevo. ¡Si habrá motivos para evocar la Cristiandad!

Cabe destacar el comportamiento exquisito de los participantes y el amor y fidelidad a la Iglesia.

El comportamiento, ¡impecable! El recato, la modestia, todo como debía ser. Cuando pasábamos por algún área urbana más importante, a veces se hacía notar el contraste entre los peregrinos y ambientes más marcados por el neo-paganismo reinante.

El amor y fidelidad a la Iglesia, particularmente puestos a prueba en aquellos días, fueron sobresalientes. De haber faltado, no encontraríamos mucha cosa que valorar. Creo que quedaría muy poco.

1 Exhortación a los fieles de Roma, 10-II-1952, Discorsi e Radiomessaggi, vol. XIII, p. 471.

2 (R-CR: P II, Cap. XII, 7)

Por Javier Navascués

1 comentario

  
Hermenegildo
En España también decimos "Nuestra Señora" para referirnos a la Virgen María.
15/08/21 10:49 PM

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