Un libro extraordinario sobre la adoración eucarística (de Mons. Dominique Rey)

Mons. Dominique Rey, La adoración en el corazón del mundo

Se habla mucho de estar atentos a los signos de los tiempos, aunque demasiado a menudo nuestra mirada está como cegada por el brillo del mundo y no somos capaces de verlos. Sin embargo, si hay un signo de estos nuestros tiempos es la difusión, quizás como nunca, de la adoración al Santísimo Sacramento. Considerada no hace tanto como algo ya superado, propio de viejas beatas, la adoración no deja de crecer y atrae a todo tipo de gentes, especialmente a los jóvenes, que han descubierto que Jesús ha querido quedarse entre nosotros y que podemos hablarle cara a cara. Son miles las capillas de adoración que se han abierto a lo largo de los últimos años, como miles son las horas santas que llenan tantos templos. En medio de tantas noticias desalentadoras, esta primavera eucarística es fuente de una gran esperanza.

No es de extrañar que se haya escrito mucho, y muy bien, sobre la adoración a Jesús presente en el Santísimo Sacramento: santos, doctores, maestros de espiritualidad lo han hecho y lo cierto es que este gran milagro no deja de asombrarnos. Por eso, cuando recibí el encargo de traducir el libro de Mons. Dominique Rey, La adoración en el corazón del mundo, me pregunté si aportaría algo nuevo o si no sería, más bien, un librito piadoso que insistiría en lo que yo, veterano adorador nocturno, conocía de sobras. La sorpresa vendría a medida que iba avanzando en la traducción de este apasionante libro: ¡y tanto que se pueden decir cosas nuevas!

El libro se estructura en cuatro bloques que se centran en algún aspecto de la adoración eucarística. El primero nos introduce en la importancia y el significado del silencio, ese silencio no solo exterior, sino sobre todo interior, evitando que el ruido de tanto ajetreo nos impida escuchar la voz de Jesús. Los consejos de Mons. Rey para hacer silencio y entablar una conversación con el Señor son utilísimos para quienes pasamos tiempo ante el Santísimo.

El segundo bloque nos habla de la belleza de la Hostia. Belleza que podemos vislumbrar tras el velo del pan con el que Jesús, en su delicado amor, ha querido quedarse, escondido, entre nosotros. Presente a nuestros sentidos, pero sin abrumarnos. Nadie con un mínimo de sentido estético leerá estos capítulos y volverá a mirar a la custodia con los mismos ojos.

El tercer bloque reflexiona sobre el tiempo y la eternidad, que podemos ya percibir de algún modo en la Eucaristía. En efecto, en ella el pasado, pues repite realmente el sacrificio de la Cruz, se hace presente. Además, al hacerse presente Jesús, viene a quedarse entre nosotros Aquel con quien esperamos pasar nuestro futuro, la vida eterna. Pasado, presente y futuro están en la Hostia consagrada que es prenda de vida eterna.

El último bloque es quizás el de mayor actualidad. En un mundo que vive en perpetua crisis, de colapso en colapso, aterrorizado por plagas, recesiones, guerras… la Eucaristía se nos presenta como la gran fuente de esperanza. Escribe Dominique Rey:

«¿Está el mundo occidental en declive? ¿Se está muriendo, acomodado en una tumba que se ha construido para sí mismo con sus ilusiones y su eclipse de Dios? Este colapso del mundo devuelve al cristiano a la perspectiva escatológica de su fe.

El sepulcro de Cristo es hoy el altar de nuestras iglesias. La Hostia adorada expresa esta salida del sepulcro por parte del Resucitado en la mañana de Pascua… Cristo resucita de entre los muertos y da vida a los hombres: ¡«He venido para que tengan vida y la tengan en abundancia» (Jn 10,10)! Esta vida es sostenida y renovada en nosotros por el sacramento de la Eucaristía. Todos los que vienen a adorar al Cordero en el trono, es decir, los que viven de la Eucaristía, reciben este agua viva, esto es, la gracia que Él nos da en todo momento y especialmente cuando lo adoramos. El caos que atraviesa el mundo revela que nos espera otra vida, que viene del Cielo, pero que empieza ya aquí en la tierra, aunque de forma imperfecta, pues el pecado y la muerte aún no han sido arrancados de nuestro mundo. Ante esta esperanza teologal, el cristiano es en cierto sentido pesimista: no ve su salvación en los bienes terrenales, en las promesas humanas, en las profecías políticas, en los avances científicos, ni en las transformaciones de la sociedad… realista y a veces pesimista, el creyente no se desespera jamás… La adoración nos invita a abandonar esa desesperanza que nos corroe ante el estado de nuestro mundo, desesperación orgullosa que nos impide recibirlo todo de Dios. Así, desposeídos de nuestra propia desesperación, no nos quedará más que la virtud de la esperanza que, a pesar de las apariencias a veces contrarias, lleva al mundo hacia su fin, es decir, hacia Dios, la vida eterna, y no hacia la aniquilación».

Como habrán advertido ya por la cita reproducida, La adoración en el corazón del mundo es un libro para saborear a pequeños sorbos, para leer con atención, fijarse, meditar y rezar con él. Un libro al que regresar y descubrir tesoros inagotables. En mi caso, lo leí al traducirlo, luego al revisarlo, algunos pasajes los he leído por tercera e incluso cuarta vez, y no me canso, y sigo sorprendiéndome, y sigo deleitándome, y sigue alimentando mi vida interior.

No lo duden: si alguna vez se han arrodillado ante Jesús Eucaristía, no se pierdan este libro. Un libro que nos abre los ojos aún más ante este inmenso tesoro que es la presencia de Jesucristo que por amor ha querido quedarse materialmente, frágil e indefenso en las especies eucarísticas, junto a nosotros. Un libro, insisto, para meditar y rezar, para alimentar nuestra vida interior y hacernos aún más misioneros eucarísticos. Un libro para leer, releer, meditar y regalar. Ya verán: estamos ante un libro que hará mucho bien y que todos los que hemos sido agraciados con la gracia de poder adorar a Jesús Eucaristía deberíamos dar a conocer.

 

4 comentarios

  
África Marteache
No sabía que hubiera una Primavera Eucarística y he sentido una profunda alegría interior al conocerlo. Es un signo de Esperanza de una importancia que no podemos cuantificar. ¡Dios sea loado!
12/06/22 10:59 PM
  
Marta de Jesús
Voy a comprar unos cuantos ejemplares para los del Sínodo alemán. Y quizá también para los del Sínodo general. Dicen que hablan mucho de conversión, pero no sé si serán ellos más bien quienes nos quieran """convertir""" a nosotros en el neopaganismo.

Gracias por la propuesta. Dios está con nosotros en la Eucaristía y en el Espíritu Santo. No podemos estar más bendecidos.
14/06/22 11:59 AM
  
Pampeano
La ironía doña Marta de Jesús pierde un poco su gracia cuando se advierte que Mons Dominique Rey está siendo "cancelado" por "restauracionista" desde las mas altas esferas (por supuesto que la causa citada es obra de conclusión personal ya que nunca se explica nada). En fin, si aparece por estas pampas compraré el libro. Parece que son tiempos de ayuno, oración y adoración pues no es mucho más lo que se puede hacer mucho más allá del círculo íntimo.
16/06/22 5:59 PM
  
Angeles Wernicke
Esperemos que pueda conseguirlo en Buenos Aires... Gracias, Sr Soley
19/06/22 1:57 AM

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