Lamentable retroceso
Misa tridentina

Lamentable retroceso

El actual Pontífice declara que desea proseguir todavía más en la constante búsqueda de la comunión eclesial y para hacer efectivo este propósito, ¡elimina la obra de sus predecesores poniendo límites arbitrarios y obstáculos a lo que aquellos establecieron con intención ecuménica intraeclesial y de respeto a la libertad de sacerdotes y fieles! Promueve la comunión eclesial al revés. Las nuevas medidas implican un lamentable retroceso.

He sido ordenado presbítero para la arquidiócesis de Buenos Aires el 25 de noviembre de 1972; celebré mi primera misa al día siguiente en la parroquia San Isidro labrador (barrio de Saavedra), en la que residí todo ese año ejerciendo el diaconado. Obviamente celebré según el Novus Ordo promulgado en 1970. Nunca he celebrado «la Misa de antes», ni siquiera después del motu proprio Summorum Pontificum; tendría que estudiar el rito, del que conservo lejanos recuerdos por haber servido de niño como monaguillo. Recientemente, al asistir a la Divina Liturgia de la Iglesia Ortodoxa Siria, me pareció advertir una cierta semejanza con la Misa Solemne latina, con diácono y subdiácono, en la que ayude muchas veces, sobre todo en funerales, que en mi parroquia se celebraban a menudo con especial solemnidad. Insisto: siempre he celebrado con la mayor devoción que puedo, el rito vigente en la Iglesia Universal. Siendo Arzobispo de La Plata, todos los sábados, en el Seminario Mayor «San José» solía cantar en latín la plegaria eucarística, valiéndome del precioso Misal publicado por la Santa Sede. Habíamos formado, según la recomendación del Concilio Vaticano II en la Constitución Sacrosanctum Concilium n. 114, una schola cantorum, que ha sido eliminada a mi retiro. En Traditionis custodes (A 3§ 4) se habla de un sacerdote delegado del obispo para encargarse de las celebraciones de la Misa y del cuidado pastoral de los fieles en los grupos autorizados al uso del Misal anterior a la reforma de 1970. Se dice allí que «tenga conocimiento de la lengua latina». Habría que recordar que es posible celebrar en latín la Misa actualmente vigente en toda la Iglesia. El Concilio afirmaba en Sacrosanctum Concilium 36 § 1, «Se conservará el uso de la lengua latina en los ritos latinos, salvo derecho particular». Desgraciadamente, el «derecho particular» parece ser prohibir el latín, como de hecho se hace (esto no es una boutade). Si alguien se atreve a proponer que se celebre en latín, es mirado como un desubicado, como un troglodita imperdonable.

El latín fue durante siglos el vínculo de unidad y comunicación en la Iglesia de Occidente. En la actualidad no sólo es abandonado, sino también odiado. En los seminarios se descuida su estudio, precisamente porque no se le encuentra utilidad. No se advierte que así se cierra el acceso directo a los Padres de la Iglesia de Occidente; muy importantes para los estudios teológicos: pienso, por ejemplo en San Agustín y San León Magno, y en autores medievales como San Anselmo y San Bernardo. Esta situación me parece una señal de pobreza cultural y de ignorancia voluntaria.

Apunté aquellas noticias sobre mis inicios en el ministerio para mostrar que nunca he alimentado en mi vida sacerdotal nostalgia por no poder emplear el rito anterior, que tantos sacerdotes y muchos santos celebraron durante siglos. Sin embargo mis estudios teológicos y muchas lecturas y constante reflexión sobre la liturgia eclesial, me permiten juzgar y sostener que en lugar de crear una misa nueva, pudo haberse actualizado la anterior en una reforma discreta que marcase fuertemente la continuidad. A propósito recuerdo una anécdota elocuente. El eximio teólogo Louis Bouyer relata que el presidente del Consilium ad exsequendam Constitutionem de Sacra Liturgia, Mons. Annibale Bugnini (reputado frecuente y ampliamente como masón), encargó a los miembros de esa Comisión presentar como ejercicio proyectos de plegaria eucarística. Cuenta Bouyer que él, con el benedictino liturgista Dom Botte, compusieron en una trattoria del Trastevere, un texto que para su asombro fue incluido en el nuevo Misal como Plegaria Eucarística II. Es la que suele elegir la mayoría de los sacerdotes, porque a causa de su brevedad les da la impresión de acortar la Misa en unos segundos. Me parece un texto muy bello, solo lamento que no aparezca en él la palabra sacrificium, sino la noción de memorial, e indirectamente, ya que después de la consagración se dice memores; los fieles no pueden identificar el memorial con el sacrificio que se ofrece.

Lo escrito hasta aquí es una especie de prólogo, a modo de justificación, al rápido comentario crítico que sigue del motu propio Traditionis custodes, de fecha 16 de julio del corriente año, que establece nuevas disposiciones para el uso del misal editado en 1962 por San Juan XXIII. Se reconoce que San Juan Pablo II y Benedicto XVI han querido promover la concordia y la unidad de la Iglesia, y que procedieron con paterna solicitud para con quienes adherían a las formas litúrgicas anteriores al Vaticano II. El actual Pontífice declara que desea proseguir todavía más en la constante búsqueda de la comunión eclesial (Prólogo de Traditionis custodes) y para hacer efectivo este propósito, ¡elimina la obra de sus predecesores poniendo límites arbitrarios y obstáculos a lo que aquellos establecieron con intención ecuménica intraeclesial y de respeto a la libertad de sacerdotes y fieles! Promueve la comunión eclesial al revés. Las nuevas medidas implican un lamentable retroceso.

El fundamento de esta intervención - se dice en el prólogo- es una consulta de la Congregación de la Doctrina de la Fe dirigido a los obispos en 2020 sobre la aplicación del motu proprio de Benedicto XVI Summorum Pontificum, cuyos resultados han sido considerados ponderadamente. Sería interesante conocer cuáles han sido los auspicios formulados por el Episcopado.

 Así es como en el primer artículo se elimina la forma extraordinaria del Rito Romano. El propósito de Benedicto XVI al oficializar el uso libre del Misal de 1962 fue -según entiendo- atraer o mantener en la unidad de la Iglesia a quienes escandalizados por la devastación litúrgica universal se habían apartado o corrían el riesgo de apartarse porque no deseaban aceptar esta situación de hecho; un afecto de comunión eclesial determinó la apertura de una vía razonable para la vivencia litúrgica. Ahora queda en manos de los obispos diocesanos conceder la autorización del uso del misal antecedente. Todo comienza de nuevo, y es de temer que los obispos sean avaros en la concesión de los permisos. Muchos obispos no son traditionis custodes, sino traditionis ignari (ignorantes), obliviosi (olvidadizos), y peor aún traditionis evertores, destructores.

Me parece muy bien que se exija no excluir la validez y la legitimidad de los decretos del Vaticano II, de la reforma litúrgica y del magisterio de los Sumos Pontífices. Para quienes ya empleaban la forma extraordinaria del Rito Romano, ¿no bastaba la vigilancia ordinaria de los obispos y la eventual corrección de los infractores? Habría que hacer uso de caridad y paciencia con los rebeldes; no faltan los buenos argumentos. Este designio completaría la justa exigencia expresada en el Artículo 3 § 1.

La limitación de lugares y días para celebrar según el Misal de 1962 (Art 3 § 2 y § 3) son restricciones injustas y antipáticas. Todo sacerdote debería poder emplear la forma extraordinaria del Rito Romano (esto implica volver atrás de la interdicción), en primer lugar cuando celebra solo y además en público donde los fieles ya lo están recibiendo si el sacerdote ha explicado que utilizaría ese Ordo destacando su venerable antigüedad y su valor religioso. La vigilancia del obispo bastaría para que esa facultad no se ejerza contra la utilidad pastoral de los fieles. El § 6 de ese Artículo 3 es una restricción injusta y dolorosa al impedir que otros grupos de fieles puedan gozar de la participación de la misa celebrada según el misal de 1962. Es curioso que mientras oficialmente se promueve una estructura «poliédrica» de la Iglesia, con la facilidad que esta actitud implica para la difusión de disidencias y errores contra la Tradición católica, se imponga una uniformidad litúrgica que parece únicamente escogida en contra de esa tradición. Me consta que muchos jóvenes de nuestras parroquias están hartos de los abusos litúrgicos que la jerarquía permite sin corregirlos; desean una celebración eucarística que garantice una participación seria y profundamente religiosa. No hay en esta aspiración nada de ideológico. También me parece antipático que el sacerdote que ya tiene el permiso y lo ha ejercido correctamente, deba gestionarlo de nuevo (Art. 5. I). ¿No será éste un ardid para quitárselo? Se me ocurre que quizá haya no pocos obispos (nuevos, por ejemplo) remisos a concederlo.

Todas las disposiciones de Traditionis custodes serían gustosamente aceptables si la Santa Sede atendiera a lo que yo llamo devastación de la liturgia, que se verifica en múltiples casos. Puedo hablar de lo que ocurre en la Argentina. En general, es bastante común que la celebración eucarística asuma un tono de banalidad, como si fuera una conversación que el sacerdote mantiene con los fieles, y en la que resulta fundamental la simpatía de aquel; en ciertos lugares se convierte en una especie de show presidido por el «animador» que es el celebrante, y la misa de niños en una fiestita como las de cumpleaños. Entre nosotros se ha registrado un hecho que espero sea excepcional; no tengo noticia de que haya ocurrido algo semejante en otras partes del mundo. Un obispo celebró misa en la playa, vestido con hábito playero sobre el cual calzó una estola; un mantelito sobre la arena (o un corporal), y en lugar del cáliz un mate. Aclaración para extranjeros: el mate es una calabacita seca y vaciada que se emplea para tomar una infusión de yerba mate, y mate se llama también al acto de beber la infusión mediante una bombilla; suele ser un ejercicio comunitario: el mate circula entre los presentes y alguien se ocupa de cebarlo. Otros casos que se han difundido muestran la celebración como cierre de una reunión; sobre la mesa quedan papeles, vasos, bebidas gaseosas; los fieles se sirven la comunión ellos mismos. En general se puede decir desde este ángulo geográfico de visión, que cada sacerdote tiene «su» misa; los fieles pueden elegir: «yo voy a la misa del Padre NN». De estas realidades no se ocupan los obispos, que sin embargo son rápidos en reaccionar contra un sacerdote que con la máxima piedad celebra en latín: «eso» está prohibido. ¿Será esta prohibición el «derecho particular» a que se refiere la Constitución Sacrosanctum Concilium 36 § 1, en el pasaje donde se habla de la conservación del latín? En virtud de ese criterio han desaparecido del uso cantos latinos que la gente sencilla cantaba corrientemente en las parroquias, como el Tantum ergo en la bendición eucarística. La falta de corrección de los abusos llevan a la persuasión de que «ahora la liturgia es así». Bastaría simplemente hacer cumplir lo que el Concilio determinó, con sabiduría profética: «que nadie, aunque sea sacerdote, añada, quite o cambie cosa alguna por iniciativa propia en la liturgia» (Const. Sacrosanctum Concilium 22 § 3).

No se puede negar que la celebración eucarística ha perdido exactitud, solemnidad y belleza. Y el silencio ha desaparecido en muchísimos casos. Un capítulo aparte merecería la música sagrada (¿sagrada?), según el Capítulo VI de Sacrosanctum Concilium. Insisto: Roma debería ocuparse, pronunciarse sobre estos desarreglos.

Para concluir, me parece notar una relación en el tono del decreto resolutivo y el discurso pronunciado por el Santo Padre el 7 de junio pasado, dirigido a la comunidad de sacerdotes de San Luis de los Franceses, de Roma. Percibo en ambos textos (puedo equivocarme, por supuesto) una falta de afecto, a pesar de ciertas apariencias. Es verdad que el motu proprio, por la naturaleza de su género no permite efusiones pastorales; sin embargo, en su concisión podía haberse presentado como signo de amor pastoral. La comparación no me parece arbitraria; en ambos casos sería deseable advertir esa actitud misericordiosa que es tan celebrada en el actual Pontífice. Pareciera que el juicio que la Iglesia hace, en su máxima instancia, del decurso de la vida eclesial procede según dos pesos y dos medidas: tolerancia, y aun aprecio e identificación con las posturas heterogéneas respecto de la gran Tradición («progresistas», como se las ha llamado) y distancia o disgusto respecto de las personas o grupos que cultivan una posición «tradicional». Me viene a la memoria el propósito que un célebre político argentino enunció brutalmente: «para los amigos, todo; al enemigo, ni justicia». Digo esto con el máximo respeto y amor, pero con una inmensa pena.

+ Héctor Aguer

Arzobispo emérito de La Plata

 

44 comentarios

Ramón montaud
Opinión muy argumentada de Monseñor en relación con el motu propio del Papa Francisco "Traditionis Custodes"
24/08/21 1:29 PM
Luis
Estimado Monseñor Aguer: El Motu Proprio fue diseñado para destruir la Apostólica Liturgia Tradicional, para prohibirla, para evitar que se oficie. En relación a la encuesta sobre Summorum Pontificum, también fue parte de ese esquema, en los países donde se celebra el rito Tridentino, la participación es cada vez mayor, impresiona la cantidad de jóvenes desde los 13 años, hombres y mujeres, y es mas que evidente que esa es la razón de esas prohibiciones. Es un despropósito, no viene de alguien que trabaja para Dios y su Iglesia.
24/08/21 1:30 PM
Ángel
“Ex abundantia cordis os loquitur”
¿Qué más se puede decir?
Gracias, Monseñor Aguer
24/08/21 1:31 PM
Jem Nys
Excelente razonamiento. Ponderado y certero al 100%. Ni laudatorio de lo que no puede alabarse ni rebelde o contestario fundamentalista.

Si los obispos costarricenses fueran como Mons. Aguer no habría habido problemas 
24/08/21 2:12 PM
Fernando Martín López Avalos
¡Impecable y magistral exposición de un pastor santo, sabio, docto y fiel!
24/08/21 2:14 PM
mercedes
Yo creo que es alarmante el descuido de la liturgia pero que la Misa del Novus Ordo es válida. Creo que Francisco dió un paso interesante para que los que desprecian la Misa nueva la acepten. Creo que es una medida de correccción fraterna, que hará o no dar un paso adelante a los grupos que determinan que se acepta y que no. El padre Santiago Martín lo explica muy bien y me gusta su postura "una ficción insoportable",se llama el video en el que desarrolla este tema. Los detractores de la misa nueva y del Concilio, que están en aumento, necesitan corrección, los necesitamos en total comunión, su aporte es muy necesario, pero deben reveer estos temas de vital importancia.
24/08/21 2:22 PM
Gabino Oliva
Muchas gracias, Monseñor Aguer por este artículo y por todos los que ha escrito. Siempre precisos, eruditos y sin lesionar la caridad. Como pocos, ejerce el munus docendi. Defender la VERDAD ("Ego sum Veritas") no es tarea fácil. Los clichés setentistas no logran tapar el ataque directo a la Sagrada Liturgia. Es lamentable la promoción del "espíritu del concilio" y evidente el golpe a la gran Tradición católica.
24/08/21 2:30 PM
Feri del Carpio Marek
Más allá de lo dicho sobre el decreto, me parece valiosísimo el diagnóstico que hace sobre la misa nueva y los abusos habituales.
24/08/21 2:51 PM
MAXIMILIANO
Conozco a gente que pregunta donde se celebra la " misa tridentina " en la ciudad. Yo fui monaguillo en dicha Misa. Y aún cuando me daban ataques de risa en los momentos más serios - era muy pequeño - , creo que DIOS sonreía conmigo. No se puede ser buenista con quien tiene problemas para acercarse a DIOS, y tan rigorista con quien están plenamente en comunión con la Iglesia. Hay que " sumar y jamás restar, si así se puede ". Benedicto XVI, tan querido en el Señor, y respetado por su suma inteligencia teológica, no va a decir nada, pues su educación y exquisitez intelectual se lo impiden, pero seguro que rezara.

La misa tridentina es la celebración de la misa del rito romano de la Iglesia católica según las prescripciones y rúbricas de las sucesivas ediciones del misal romano promulgadas entre 1570 y 1962. También se la llama misa de San Pío V, el Papa que hizo la reforma deseada por dicho Concilio. Y ha sido medio espiritual para tantísima santidad, y para Santos como Santas de la Iglesia, así como para la salvación de incontables almas, que ahora están en la plenitud del Paraíso celestial junto a DIOS, pues somos criaturas inmensamente amadas por EL.
24/08/21 2:56 PM
Maria M.
Gracias Monseñor, por este análisis tan bien argumentado.



Yo me pregunto que si allá donde vas se mantienen las costumbres y tradiciones culturales de un país o región con todo lo que ello conlleva, incluso en la manera de celebrar y en la forma de vivir de cada lugar del mundo, porqué hacer esta diferencia dentro de nuestra religión católica queriendo acabar con la tradición en una forma de celebrar la Eucaristia que además es tan respetuosa y hermosa. ¿ Qué hay de perjudicial en ello? Y si hay algún perjuicio, este debe ser ampliamente discernido para tomar las oportunas medidas y que no paguen los justos por unos pocos pecadores. La medida no puede ser acabar con la tradición.



Gracias otra vez por tan oportuno artículo, es muy importante defender la verdad y no sentirnos solos al hacerlo.
24/08/21 3:52 PM
Pacomio
Maravillosa exposición,que muestra la terrible realidad que padecemos.
Gracias Monseñor.
24/08/21 3:52 PM
Cristian Iglesias
Gracias Monseñor por sus palabras. Muchos advertimos este encono de las cúpulas eclesiásticas con la Tradición Católica al mismo tiempo que se da el permisivismo -pachamámico, por ejemplo- con total "naturalidad", sin que asome el menor conflicto. La "sinodalidad" se asume y sostiene sólo cuando va a favor del progresismo destructor de la Tradición (que ellos promueven). En caso contrario, cuando los fieles desean la Tradición Católica, se los considera "ideologizados", fuera de tiempo, nostálgicos, hipercatólicos, fanáticos, etc. Es una injusticia muy brutal, llevada adelante por quienes dicen buscarla. ¡Recemos!
24/08/21 5:18 PM
Fernando Martín López Avalos
La Santa Misa Tridentina es sencillamente... majestuosa e indefectible en su doctrina y en su liturgia, roca sólida e imbatible de ortodoxia.
24/08/21 5:45 PM
Isaac
Que Dios bendiga a monseñor Aguer
24/08/21 5:50 PM
angeles wernicke
Coincido totalmente, gracias por decirlo tan claramente, querido Monseñor Aguer. Dios lo bendiga. Y El cuidarà de que la Misa Tridentina se conserve viva y creciente como tesoro de la Iglesia Catòlica. Porque es el lugar y el espacio que nos permite adorar a Dios, contemplar a Dios, hacer silencio ante Dios, de una manera en que, lamentablemente, casi no puede hacerse en la Misa de Paulo VI
24/08/21 5:56 PM
Marta de Jesús
Pero lo digo como desconocedora del rito antiguo, que me da una pena enorme perderme eso. Porque lo oigo describir y nunca viví la misa nueva así. Sino como una "fiesta". Y está muy bien que recemos y alabemos a Dios festivamente. Que cantemos canciones alegres. Y le ofrezcamos todo eso respetuosamente. Pero la misa es otra cosa. Disculpen si me expreso mal. Acaso los del novus ordo no necesitan corrección fraterna? Esos sacerdotes que no celebran bien y que van de showman's no deben ser corregidos?
El caso es que no voy a parar hasta vivir una misa de las de antes. Tengamos Fe. Dios lo asentará todo.
24/08/21 9:03 PM
Emilio Nazar Kasbo
No existe católico no tradicional, ya que la identidad católica proviene de la Tradición recibida de Jesucristo.
Dividir en conservadores y progresistas, está condenado en la Pascendi.
O se es católico o se está fuera de la Iglesia
No hay términos medios.
Fuera de la Iglesia no hay salvación
24/08/21 9:37 PM
AJ
Lo que busca el Papa es ACABAR con el rito tradicional, lo dice en el motu propio. Dice algo así como "todos los fieles tienen que hacer Novus Ordo con el tiempo". No busca que se respete el Vaticano II ni el Novus Ordo.


Por otro lado, en la Iglesia se ha ACALLADO de forma constante cualquier crítica concerniente a la reforma litúrgica, elevada a dogma de fe. La mayoría de los católicos devotos del rito tradicional consideran la misa nueva como válida. Lo que pasa aquí, es que quieren que digan que la misa nueva es igual de bonita, igual de tradicional, igual de histórica, simbólica, artística, musical que la antigua. Y, claro, por ahí no pasan. Simplemente porque no es verdad. Y yo he crecido con el Novus Ordo, que conste.


En ningún momento se les ha escuchado, se les han puesto trabas de todos los colores, tratándolos como apestados, cismáticos, exóticos, melancólicos. Curiosa forma de guardar la unidad. Y nunca se escuchó su opinión. 
24/08/21 9:56 PM
AJ
Y en cuanto a los obispos, en ningún momento se pidió su opinión, no nos engañemos. No se sabe que salió de esa encuesta y, viendo que la mayoría de obispos no ha seguido lo propuesto por el motu propio, me temo que la mayoría de obispos no respondió negativamente



Aquí lo que pasa realmente es que cierta gente en el clero, bien por su formación o lo que sea, odia el latín, el rosario, la casulla de guitarra, el gregoriano. Tienen una fe de los años 60. Y pensaban que la misa antigua desaparecería por el Novus Ordo. Pero, ay amigo (serán las sorpresas de Dios),  va en aumento con gente muy joven, mientras que el Novus Ordo está decrépito. Media de edad de 65 años en una y de 40 en otra. 
24/08/21 10:02 PM
Paul en California
La realidad actual, masificada, no es gran sorpresa. Mientras no hable claro, al pan, pan, y al vino, vino, la confusión seguirá predominando. Oremos para que surjan líderes en defensa de la coherencia de la tradición y sana doctrina.

Monseñor Aguer, es un tesoro. Que Dios le de muchos años más de servicio a la Iglesia.
24/08/21 10:02 PM
carlos saez Argentina
No entiendo al Santo Padre, porque cambio, cuando en una homilía hace años en la Iglesia del Carmen, de la calle Rodriguez Peña casi Cordoba en CABA, siendo él Cardenal, nos dijo que participar de esa misa es reivindicar a nuestros mayores. No olvidemos que los maduros pasamos en el secundario la materia Latin, lo que a mi me permitió entender muchos escritos
24/08/21 10:14 PM
Maricruz
Gracias, monseñor Aguer
Desde Costa Rica le envío un afectuoso saludo y mi gratitud.
Ha puesto el dedo en la llaga.
25/08/21 12:31 AM
Adamastor
Vamos a ver, las primeras liturgias son en griego, las liturgias arameas son muy evocadoras pero son modernas, el latín no era nada más que la lengua vernácula de los fieles que se fueron sumando al extenderse la Iglesia hacia el Oeste, lo que pasó es que se mantuvo cuando hasta las personas cultas ya no lo entendían.
25/08/21 1:15 AM
pipo
Mons.Aguer es solamente un obispo (arzobispo), y emérito. ¿Dónde están los demás?, ¿por qué entre los obispos en ejercicio no hay quien hable así?
25/08/21 3:47 AM
Rinaldo26
Y el venerable hombre sigue hablando en latín, con lo que la milmillonésima parte del que lo leyó o leerá no entenderá naada. Pero créame que lo entiendo. Cada vez que somos más grandes nos es dificil adaptarnos al cambio. Pero no porque Usted ejerza su ministerio en el siglo XVIII, quiera que todos debamos hacerlos,
25/08/21 4:07 AM
Jorge Cantu
"...las primeras liturgias son en griego, las liturgias arameas son muy evocadoras pero son modernas, el latín no era nada más que la lengua vernácula de los fieles que se fueron sumando al extenderse la Iglesia hacia el Oeste, lo que pasó es que se mantuvo cuando hasta las personas cultas ya no lo entendían."



Te refieres a las liturgias que se celebran o conservan hasta hoy, pero la liturgia original-original obviamente fue hebrea, en el contexto de la celebración de la Pascua pero diferenciada de la misma por Nuestro Señor Jesucristo al instituir la Eucaristía, probablemente expresada en arameo, no lo sabemos con certeza.



Las liturgias más antiguas, apostólicas, deben haber tenido una estructura sencilla común, como lo manifiestan las descripciones del libro de los Hechos de los Apóstoles y las cartas apostólicas. Hay testimonios, además, de los Padres apostólicos y apologistas latinos y griegos, (en particular el de San Justino a mediados del siglo II, quien interesantemente nació en Siria, escribió y enseñó en griego y murió mártir de la Fe en Roma), que describen la liturgia de la Misa de manera bastante detallada. No olvidemos que Roma fue el referente de la autoridad eclesial desde que San Pedro y San Pablo se establecieron ahí, ello nos da una pista.



Aunque en tiempos apostólicos la lengua de las élites, y de muchos extranjeros en Roma era el griego koiné, en los siglos siguientes se fue fortaleciendo y consolidando el uso de la lengua latina,
25/08/21 5:41 AM
Pablo
Bien por Monseñor Agüer. Muy claro y preciso.



Francisco se equivoca gravemente si cree que prohibiendo y obligando va a sumar. Todo lo contrario: Va a restar.

Los habituales de la Misa tridentina buscarán con más empeño obispos que la autoricen para poder seguir asistiendo, rechazando asistir a Misa Novus Ordo en cualquier ocasión.



Y en cuanto a los fieles habituales del Novus Ordo, como yo, me obliga a posicionarme en favor de la Misa tradicional y a defenderla aunque no vaya a acudir a Ella.



El Motu proprio de BXVI era absolutamente respetuoso con la Tradición e integrador y ponía en valor ambos ritos. Esta nueva pifiada de Francisco separa, desune y abre brecha entre católicos.
25/08/21 7:40 AM
yomismo
Entre los que desprecian la misa nueva están los que la celebran sin respetar mínimamente la liturgia de dicha misa ¿Alguien ha oído que en el Vaticano se haya dicho algo al respecto? porque a mí no me suena
25/08/21 2:33 PM
Raúl
"Muchos obispos no son traditionis custodes, sino traditionis ignari (ignorantes), obliviosi (olvidadizos), y peor aún traditionis evertores, destructores".
Descripción exacta. Sobre todo destaco "traditionis ignari". Es como pasa con la filosofía, el arte, la historia, la teología..., ignorantes de esas materias, verdaderamente incultos.
25/08/21 3:09 PM
EnriqueA
En mi vida he asistido a Misas tridentinas y a Misas Novus Ordo en latín y ad oriente. También, en el post concilio a Misas que, creo, se llamaban"normativas". Se rezaba la traducción castellana de la Misa tridentinas, excepto Canon, que continuaba en latïn. Todas con el mayor respeto. Luego empezaron las payasadas y faltas de respeto al Sacrificio. 
25/08/21 6:35 PM
Fernando Martín López Avalos
¡Bellas y profundas, sencillas y puras las palabras que este Pastor genuino nos brinda! Son un solaz para mi alma, atormentada por esta absurda persecución contra la Santa Misa Tradicional.
25/08/21 7:38 PM
El sensato
2001:67c:2628:647:12::126

Proceded
25/08/21 8:02 PM
Angeles Wernicke
La Misa actual es por supuesto válida, pero lo que tiene de especial la Misa Tridentina es que es primordialmente adoración de Dios presente en la Consagración... de principio a fin, se trata de adorar a Nuestro Señor que viene al altar, y los gestos, las oraciones y hasta los silencios son adoración pura... y éso es lo que el ser humano necesita y busca, ese canal de comunicación con la Divinidad en este bajo mundo...y no la relación simpática con un cura más o menos sabio ó santo... La fe en la Presencia Real de Cristo en la Eucaristía es la que reclama más adoración, escasa y fugaz en las Misas actuales...
25/08/21 9:47 PM
hugo barona becerra
Al hombre se lo juzga por sus frutos. ¿Cuales son los frutos del Papa Francisco?: ¡DIVISIÓN, ATROPELLO!
26/08/21 1:08 AM
Pedro de Torrejón
Al final : Ni Misa de San Pío V ,ni Misa de San Pablo VI . En cada Diócesis ,y en cada Parroquia ; " cada maestrillo tiene su librillo. " .

En mi Parroquia ; uno de los dos curas ,siempre dice :" Orad hermanos ,para que esta celebración nuestra sea agradable a Dios Todopoderoso '.... Y jamás dice :" Éste es el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo " . El confesionario es un " mueble " y nada más..... Qué cada cuál lave los calcetines en la lavadora de su casa .

26/08/21 9:21 AM
maru
Lo que hizo ese obispo en la playa, más parece un sacrilegio que una eucaristía. De la Sacros.Conc., nadie ha hecho caso, pero cuando conviene, salen los defensores del concilio, diciendo "concilio, concilio"; todo, pura hipocresía. Qué pena de Iglesia, por culpa de cierta jerarquía, ya que ésta, está por encima de los sacerdotes.
26/08/21 1:06 PM
Julio
El actual Pontifice es como un elefante en un bazar de cristaleria fina,
donde es incalculable el mal ocasionado al rebaño dispersado......
Como muestra basta un boton, que recordamos al inicio de su Pontificado,
cuando al pasar al lado de un monaguillo, haciendose el gracioso le dice:
....." te pusieron pega pega en las manos ?'' burlandose de la clasica postura de las manos unidas por sus palmas y dedos.....?
OREMUS
26/08/21 9:57 PM
Mariana M
A mí me gustaría, así como voy a la Misa postconciliar, poder asistir asimismo a la Misa tradicional.
Pero no nos dejan.
¿Qué molestia hacemos al ir a la Misa antigua?
La Misa es para gloria de Dios y la salvación de las almas.

Lo que es al revés, quiere decir que está invertido.

Fomentemos la lectura de vidas de Santos y su veneración que gran ejemplo nos dan y tienen tan fuerte arraigo en la religiosidad, costumbres y fiestas.

Que María Santísima lo cubra con su santo manto. Bendiciones Monseñor
27/08/21 1:51 PM
JSP
1. El guardián de la Tradición Apostólica de la Santa Fe católica recae en el Papa, Pontífice transmisor del Depósito de la Fe, de las verdades de Fe reveladas por Dios aquí en la tierra.
2. La Doctrina católica se mantiente generación en generación velada por el Espíritu Santo y la Promesa de inerrancia del Señor a Sus Apóstoles y sucesores.
3. El CVII da un cambio o giro histórico a nivel antropológico y teológico por el que no pretende renunciar a la Tradición Apostólica, pero en ciertos aspectos católicos del sacerdocio, vida consagrada, pueblo de Dios, reforma litúrgica, nueva pastoral, nueva moral, nueva teología, nueva evangelización, fraternidad universal, nuevo concepto de hermanos, ... sustituye la omnipresencia de lo religioso de un solo Dios verdadero Uno y Trino por una afirmación de los valores del mundo y del hombre. La hermenéutica de la continuidad quiere parchear la chapuza y la hermenéutica de la ruptura quiere llegar al despropósito completo en el "desarrollo" de los dogmas de fe católicos.
29/08/21 12:03 PM
JSP
1. ¿Cuál es la Tradición Apostólica en la Santa Misa?
2. En el día del Señor, la gran devoción en el Santo Sacrificio de la Misa que por ninguna ocupación ni inclemencia de los tiempos recios falte de oír Misa.
3. En el día del Señor, que ningún sacerdote sea descuidado en el Rito por menosprecio del Sacrosanto Sacrificio propiciatorio de la Misa pensando: ¡Cuántos vienen para ver un poco de pan y de vino! Porque Su Majestad ve la miseria del sacerdote/laico que duda/traiciona y paga tan gran devoción a quien bien le representa y se acerca a Su Sagrada Mesa.
29/08/21 12:59 PM
Marisa Descalzo
¡Muchas gracias Monseñor!!!
31/08/21 2:52 PM
Edher Moreno
Para nadie es un secreto que, si tu prohibes alguna cosa, en un instante va a haber cientos de curiosos tratando de enterarse por si mismos de que se trata.
Coloca en la puerta cerrada de cualquier cuarto un letrero que diga "no meter la cabeza" tendrás pronto un grupo de gente haciendo eso precisamente tratando de enterarse; en unas horas más será una larga fila de gente esperando turno para meter la cabeza y saber por si mismo de eso tan terrible que hay que evitar.
Eso pasará con las tremendas prohibiciones "motu propio"
Ahora que vemos los ataques del maligno a la iglesia, ya a las claras, sin esconderse, abiertamente a la luz den día, sabemos de antemano como actúa Dios: dejando siempre en ridículo los planes del maligno y todos sus secuaces.
Ridículo que no conoceremos porque los secuaces, casualmente dueños de todo lo relacionado con la comunicación global, van a evitar que lo sepamos cuando eso suceda.
Son tan predecibles.
2/09/21 4:59 PM
Luis Ignacio López
Querido y gran ejemplo de Pastor Monseñor Hector Aguer. Tan acertivo y profundo como revelador de realidades actuales. Rezo por vuestra presencia continua guiándonos como rebaño. Coincido apoyo y celebro las observaciones siempre orientadas a crecer en la más pura fe en Cristo.
8/09/21 7:09 AM
luis R
Ay Aguer!
Todavía te duele la elección de Bergoglio, ¿no?
12/09/21 1:19 AM

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