Pandemia, cuarentena, funcionarios, pastores. Una reflexión incómoda

Pandemia, cuarentena, funcionarios, pastores. Una reflexión incómoda

La palabra pandemia, como tantas otras de nuestra lengua, procede del griego. Platón y Aristóteles utilizan pandēmía, con el significado de «el pueblo entero»; el adjetivo pandēmios designa lo que es común a todo el pueblo, lo mismo que pándēmos. El Diccionario de la Real Academia Española define el sustantivo: enfermedad epidémica que se extiende a muchos países o que ataca a casi todos los individuos de una localidad o región. En este lejano sur estamos sufriendo lo mismo que padecen otros países de diferentes latitudes, pero la limitativa cuarentena, que cercena libertades y derechos, es impuesta diversamente en ellas. Los argentinos tenemos que hacer valer nuestra originalidad, ¡faltaría más!. ¡Somos los mejores...!.

En otras oportunidades he dicho y escrito que el Estado Argentino se caracteriza por una genética inclinación al autoritarismo, que con facilidad puede encaminarse al totalitarismo. El partido gobernante puede exhibir antecedentes históricos que apenas se recata en disimular.

En los días que corren, según aseguran expertos indiscutibles, estamos viviendo al margen de la Constitución Nacional, que consagra un régimen republicano basado en la división de los poderes del Estado. Somos gobernados autoritativamente por el Ejecutivo mediante «Decretos de necesidad y urgencia» (DNU), ni el Congreso de la Nación ni la Justicia funcionan normalmente; están en cuarentena.

Un detalle sintomático de la falta elemental de circunspección y cautela: los documentos y comunicaciones oficiales han reemplazado el título República Argentina, por Argentina Presidencia. ¿Continuará todo así cuando la temible pandemia sea un terror felizmente pasado, o se impondrán los métodos expeditivos de la «justicia revolucionaria», el Terror, con mayúscula?. La distracción democrática de nuestro pueblo puede hacernos caer nuevamente en la trampa. Pisar el palito, se dice en nuestro argot. El académico José Gobello apunta en su Nuevo Diccionario Lunfardo, que la expresión alude a cierta técnica de los ladrones de gallinas que, detenidos a alguna distancia del gallinero, tocan suavemente con un palo al animal dormido, al par que silban de un modo especial: la gallina, al despertar, se posa sobre el palo con que ha sido tocada, y el ladrón se retira. Con la presa, claro está. ¡Técnica de ladrones de gallinas!.

En los comentarios que anteceden no he hecho más que recoger la opinión de muchísima gente; yo carezco de autoridad en estos temas, lo expongo en mi condición de simple ciudadano. En cambio, en cuanto sigue, me permito hablar como obispo, aunque emérito (o, más bien, demérito), para lamentar las limitaciones que se han impuesto a la libertad de culto. ¿Con qué autoridad el Estado coarta la vida religiosa del pueblo, y decide si se pueden abrir o no los templos, celebrar o no el culto divino?. Ya me he dedicado a la cuestión en mi artículo Cuarentena eclesial.

 Debo referirme, también, a algunos disparates que he oído, pronunciados impunemente por pastores de la Iglesia. Son expresiones que le dejan a uno helado; que puedan difundirse ponen de manifiesto el grado de decadencia al que hemos llegado, para confusión y desgracia del pueblo de Dios. Lo afirmo con dolor, con pena.

 1. Un obispo argentino ha dicho que no se puede recibir la Sagrada Comunión fuera de la Misa, ya que la hostia consagrada «no es una pastilla de Redoxón, que se toma cuando uno quiere» («Redoxón» es una marca de vitamina C, tradicional entre nosotros). Detrás de esta aventurada declaración se encuentra el error de que el valor de la celebración eucarística reside más en el hecho de la reunión y congregación de los fieles, que en la representación sacramental, objetiva, del misterio pascual, la muerte y resurrección del Señor. Si no me equivoco en esta interpretación, tampoco podría el sacerdote celebrar en privado el Santo Sacrificio; sin pueblo, el «pueblo populista», no habría Misa. No sería exagerado pensar que el autor de la sentencia que critico no ha entendido la doctrina católica sobre la Eucaristía. Quizá cursó ligeramente el tratado siendo seminarista, y aunque haya aprobado el examen, durante su ministerio como presbítero olvidó lo aprendido. Digo esto con respeto y amor hacia un hermano en el episcopado, pero... magis amica veritas. Otra carencia de conocimiento elemental: el Ritual de los Sacramentos, vigente en la Iglesia universal, incluye un formulario para la celebración de la Comunión fuera de la Misa, y allí se indica que ha de emplearse ese rito para la distribución de la Santísima Eucaristía a los enfermos, todos los días si es posible.

 2. Otra afirmación episcopal inaceptable: en estos tiempos de pandemia y cuarentena, la piedad cristiana, la devoción, no es la Misa, sino el servicio social. Plena coherencia con los abusos del Estado autoritario; de hecho, aquí los templos no pueden abrirse para el culto de Dios, para la adoración, pero sí para repartir alimentos y vacunar. Algunas iglesias se abren algún rato del día, para que, si quieren, los fieles recen desde la puerta. Considero que en este caso el error consiste en oponer culto divino y servicio social, cuando en verdad el segundo debe hallar en el primero inspiración y fuerza, la de la caridad, bebida en su fuente. El Cardenal Robert Sarah, Prefecto de la Congregación del Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, en su libro Le soir approche et déjà le jour baisse (Se acerca la tarde y el día casi ha terminado), realizado en colaboración con Nicolas Diat, formula una hipótesis explicativa de casos como el que señalo: Centrados sobre ellos mismos, y sus actividades, preocupados por los resultados humanos de su ministerio, no es raro que obispos y sacerdotes descuiden la adoración. No encuentran tiempo para Dios porque han perdido el sentido de Dios. Dios ya no tiene mucho lugar en su vida. Unos párrafos más adelante, apunta: Muy a menudo, trabajamos al servicio exclusivo del bienestar humano. En estas palabras se alude a una falla teológica, es el archiconocido y funesto desliz del progresismo cristiano. La crisis de la Iglesia está instalada en su interior; desde hace varias décadas, el «mundo» -en el sentido reprobado por el Evangelio- ha penetrado en ella, y se enseñorea sobre las mentes y los corazones. Cristo ya no es el centro, el antropocentrismo lo ha desplazado, el hombre se siente cómodo usurpando el lugar de Dios. En esto consiste la esencia del «mundo moderno», de una cultura digitada por el Padre de la mentira (cf. Jn 8, 44). Pecados ha habido siempre, pero el que he señalado es el peor.

 3. Un tercer error en labios episcopales: la desvalorización del precepto de la Misa dominical, que sería algo secundario. No se advierte que es la forma indicada desde siempre por la Iglesia para cumplir con el culto debido a Dios. El mandamiento de la Torá hebrea: Observa el día sábado para santificarlo (Dt 5, 12) ha pasado a ser en la Nueva Alianza la celebración del Domingo, el día del Señor, el de su Pascua semanal. Sin el Domingo no podemos vivir, reza la fórmula de la antigüedad cristiana. No se puede dispensar arbitrariamente y por principio. En nuestro país se verifica en términos agravados lo que también afecta a otros: es ínfimo el porcentaje de católicos fieles al culto dominical. Yo suelo decir que la Argentina es un país donde los católicos no van a Misa. El problema tiene raíces históricas: diócesis y parroquias de enormes dimensiones geográficas; crónica escasez de sacerdotes, y falta de una tradición religiosa que se transmita en la familia. En la actualidad, los niños que concluyen su catequesis para completar la iniciación cristiana se dan por bien cumplidos con su única Comunión; los colegios católicos son elegidos por la mayoría de las familias no porque desean para sus hijos una educación católica, sino porque nuestras instituciones aseguran una calidad de la que carecen las oficiales; que son un verdadero desastre. Los frutos religiosos son mínimos en los jóvenes alumnos. En el contexto que he descrito brevemente, resulta una desubicación pastoral desvalorizar como algo secundario el precepto dominical. Aunque arrecien todas las pandemias posibles.

Como complemento de los casos reseñados sumo otro, también de antología. Hace unos días, recibí el llamado telefónico de un joven que, según me dijo, sigue todos los sábados una breve columna que desde hace 22 años conservo en un canal de televisión abierta; yo no lo conocía. Me contó que en su barrio -vive en una localidad del Gran Buenos Aires-, la iglesia estuvo cerrada el comienzo de la cuarentena; recientemente comenzó a abrir un rato cada día, aunque sin celebración alguna. Consiguió encontrar al sacerdote, y le pidió confesarse, pero el presbítero no quiso atenderlo, porque estamos en cuarentena... El muchacho, azorado, se preguntaba si tal sacerdote tendría fe. Le sugerí que escribiera al obispo diocesano para referirle el penoso hecho, y solicitarle le indicara dónde podría recibir el sacramento. Cosas veredes, Sancho... Todo esto ocurre en un país de cierta mayoría católica (¿qué significará este título?).

Algo muy diferente se vive en un país de mayoría protestante. El presidente de los Estados Unidos de Norteamérica, con ocasión del Día de la oración, que allí se celebra, hizo una exhortación pública muy sentida y teológicamente impecable: hay que rezar, y mucho, pidiéndole a Dios que nos salve del flagelo que estamos sufriendo. Esta circunstancia me hizo recordar el castigo que recibió David por la presunción que lo llevó a decidir el censo del pueblo de Israel: el Ángel exterminaba al pueblo mediante la peste; murieron 70 mil hombres. Pero Dios detuvo el exterminio; dijo al Ángel: ¡Basta ya!. ¡Retira tu mano! (2 Sam 24, 16; cf. 1 Cr 21, 15). Una expresión muy bella de la misericordia divina, independientemente de los hechos históricos. También nosotros debemos rogar que el Ángel detenga su espada. Que la fe y la esperanza inspiren la plegaria.

+ Mons. Héctor Aguer, arzobispo emérito de La Plata

Académico de Número de la Academia Nacional de Ciencias Morales y Políticas.

Académico Correspondiente de la Academia de Ciencias y Artes de San Isidro.

Académico Honorario de la Pontificia Academia Santo Tomás de Aquino (Roma).

 

36 comentarios

Generalife.
Si se limitan a hablar sobre el evangelio y el magisterio aciertan ,si hablan sobre sus opiniones personales desbarran y confunden .Lo tienen facil evangelio y magisterio
11/06/20 9:00 AM
Antonio
Siempre que leo algo de monseñor Aguer me quedo pasmado. Resulta que es tan decadente y horrible el momento actual que oír a una persona normal, preparada, persona de Dios, parece como algo extraordinario. Esto nos hace ver que nunca nos faltarán pastores, que Dios está y estará siempre contigo. También quiero animarles a contactar con nuestros hermanos de Argentina, pues hay mucha potencia allí: canal Youtube TLV1, Adrián Salbuchi, China Brandolino, Agustín Lage, Juan Claudio sanahuja (sacerdote que ya nos dejó, pero sus libros y conferencias son imprescindibles para conocer el NOM), etc
11/06/20 9:41 AM
Miriam
Soy adoradora en una Hora Santa semanal, en una Capilla de Adoración Perpetua, me ha dado mucha pena lo que un Obispo (no de mi provincia), ha dicho de la importancia de la misma. Rezo por el.
11/06/20 12:21 PM
Argia
"Vosotros sois la sal de la tierra, más si la sal se desvirtua, ¿con que se la salará ? Ya no sirve para nada más que para ser tirada afuera y pisoteada por los hombres. "
Creo que esta es una advertencia de Jesus para todos los católicos, podemos permanecer en la Iglesia, pero no ser sal.
Tendría que haber más llamadas de atención, incluso a los obispos, da la sensación, que cada uno va a su aire, y que puede decir y hacer lo que quiera.
Las conferencias episcopales, deberian tener un fin muy concreto, y no ser un refugio en el grupo para no dar la cara, o para dejarse llevar de la mayoría.
Como las Pastorales, ¿ una para tres ?, según el reconocimiento de un territorio político ? Todo suena, muy humano, y muy poco sobrenatural.
Como Ud. escribe, Parece que se dice: El culto al bienestar del hombre, y Dios será beneficiado con el, o el mensaje de con amarás al prójimo como a ti mismo, ya es suficiente, ignorando, que ese es el segundo mandamiento.
Lo de la pastilla de Redoxon, queda como muy "gracioso ", pero se le puede contestar, que sin Redoxon se puede pasar, pero sin Eucaristía no.
La Eucaristía y La Virgen Maria, es la misión del enemigo, como minimizar su importancia, y como quitarles de en medio.
Necesitamos en este momento, mucha humildad, para acertar y no caer en las trampas del enemigo, fortaleza para que no nos derriben, y caridad para tratar con los enemigos.
11/06/20 12:30 PM
María-Ar
Triste realidad argentina,y las hay peores...
+
11/06/20 1:49 PM
Vicente
fidelidad a Cristo y a la Iglesia.
11/06/20 3:08 PM
maru
Este obispo sí es fiel a la Iglesia de Cristo. Habrá muchas iglesias, pero la de Cristo sólo es una, con su Magisterio y Tradición.
11/06/20 3:59 PM
hornero (Argentina)
Son realidades graves las que expone Mons. Aguer. Pero, la realidad se agrava más cuando vemos que está instalada entre nosotros desde tiempos antes de la pandemia, porque la mundanización del clero de acá y del mundo viene desde decenios. Es una verdad indiscutible la tiniebla en la Iglesia desde hace unos siglos, denunciada por una legión de Pontífices, combatida por teólogos, testimoniada por mártires y santos, sufrida y comentada por pensadores, escritores, hombres espirituales, causa de aflicción de las familias cristianas. Es por lo tanto un mal gravísimo que no ha podido ser detenido. Lo afirmó S.P. VI cuando mencionó "el humo de satanás", lo reiteró B. XVI cuando se refirió a la Iglesia como "una nave que hace agua por todas partes, y pareciera a punto de hundirse", y lo proclaman hoy, valientes y meritorios Pastores, como Mons. Aguer. Si dejamos expuesta hasta aquí la situación, la consecuencia es necesariamente negativa. Si no ha podido ser detenido el mal cuando la Iglesia estaba en mejores condiciones que la actual, poca o ninguna posibilidad queda de impedir que continúe su avance hacia el precipicio. Pero sería RADICALMENTE INEXACTA tal exposición de la situación de la Iglesia. Porque tal derrumbe está siendo combatido por la Virgen, que ha recibido de Su Hijo la Misión de derrotar el mal, mediante el TRIUNFO DE SU CORAZÓN INMACULADO EN EL MUNDO, tal como Ella lo anunció en Fátima. Tal anuncio, cambia de modo decisivo los parámetros bajo los cuales cabe analiz
11/06/20 4:38 PM
Marcelo
Un poco de Sana Doctrina me hace tanto bien, Dios siga cuidándolo Ms Aguer.
11/06/20 6:04 PM
Carlos
Uno se siente sólo o muy sólo yendo a misa, casi abandonado, en una multitud de "piadosos", luego de eso voy al templo y rezo a Dios solito y me siento menos confundido
11/06/20 6:27 PM
Paula
Gracias, Mons. Aguer, por sostenernos en medio de tanto error y maldad ... Dios lo cuide! Lo necesitamos
11/06/20 6:47 PM
hornero (Argentina)
continúo - Tal anuncio, cambia de modo decisivo los parámetros bajo los cuales cabe analizar el presente. La Virgen ha proclamado SU VICTORIA SOBRE EL ENEMIGO, y es a la luz de esta verdad que debemos reflexionar sobre la situación, y decidir en consecuencia qué caminos seguir. Debemos devolver el ánimo a los afligidos por esta “PANDEMIA EN LA IGLESIA”, causa probable de la pandemia en el mundo. Cristo llama a la CONVERSIÓN a la Iglesia y a la humanidad toda; les ofrece su MISERICORDIA, la mediación de Su Madre. “Ha venido el Día. ¿Y no lo ven? Ha venido la Misericordia. ¿Y no la aceptan?” (Mensaje de Jesús, dado en San Nicolás). Pero, HAN IMPUESTO SILENCIO A JESÚS Y A MARÍA.
11/06/20 6:52 PM
Betsaida
Antonio, con usted. En general con todos los que apoyan al monseñor.

Bendiciones.
11/06/20 7:10 PM
Ricardo Adrián Nani
Muy bien Monseñor Aguer. Está muy claro el concepto. Dios es lo primero, el hombre su creación, y la creación, no puede ocupar el lugar de Dios. Es simple. Gracias por sus palabras
11/06/20 7:42 PM
Maria
Que triste leer a un pastor, relativizar la acción de miles de católicos por los que menos tienen. Y creer que las acciones solidarias o de piedad suplantan la misa. Jamás! Que triste creer que muchos padres elegimos colegios católicos por que los otros "son un verdadero desastre"... No lo son. No es sano aumentar la grieta. Hay escuelas públicas que tienen buen nivel académico, como muchas católicas que no lo tienen Y viceversa. Que triste expulsar a tantos en estas afirmaciones! Es bueno exigir la apertura de los templos, pero debemos pedir los dones del Espíritu para discernir y comprender el momento que estamos atravesando. Amemos al prójimo. Al diferente, amarnos entre nosotros es lo más fácil que hay. Y nada en la vida de Cristo y con Cristo lo es. Y hermanos, aprovechemos a dar a Dios lo que es de Dios, y al César lo que es del César. No suma mezclar en estos momentos que la vida de miles pende de un hilo.
11/06/20 8:37 PM
María del Carmen
Gracias por su claridad doctrinal, que ilumina a una grey desorientada! Nuestro Pueblo no está formado, por eso como dice la Virgen, no está fuerte para la prueba! Nuestra Madre de Luján, lo sostenga y proteja siempre bajo su manto maternal! Viva Cristo Rey!
11/06/20 8:56 PM
Juan Carlos de Argentina
La entrevista radial al Obispo "Sureño" a la que hace referencia Monseñor Aguer es desopilante. Es INCREÍBLE que un Obispo diga semejante cantidad de ridiculeces indignas de un catequista, ni que hablar de un sucesor de los apóstoles.
Mientras esos Obispos son promovidos, Mons. Aguer es Obispo "demérito"
Así estamos ...
11/06/20 9:19 PM
juan marcelo
En ciudad de bs as y gran bs as la situación es un disparate, mientras hay parroquias que están abiertas y los sacerdotes confiesan y dan la comunión en otras zona La Matanza aunque tienen permiso del gobierno para abrir siguen cerradas a cal y canto
11/06/20 9:35 PM
Elba
Como siempre ,es muy bueno escuchar a Monseñor Aguer.Es un bálsamo para estos tiempos tan confusos dentro de nuestra iglesia.Recemos por mas sacerdotes así, y que los que hay no sean desplazados o silenciados por (como dice Monseñor) el progresismo cristiano ,que hace tanto mal a la iglesia.
11/06/20 9:57 PM
Alejandro Bolzan
¡Excelente artículo, Monseñor! Tan claro como siempre. ¡Felicitaciones!
11/06/20 10:25 PM
Fermín de Musquilda
¡Cuánto bien me hace la lectura de su enseñanza!
11/06/20 11:03 PM
gustavo perez
Muy satisfactorio leer las denuncias de Mons. AGUER. De pronto nos pone a constatar lo que sucedió en la historia de salvación sobre "el resto" fiel del pueblo que sobrevivió ante el decaimiento de la mayoría. Por analogía decimos igual de esa minoría fiel que todavía empuña las armas de la fe ante la deriva entreguista de tantos jerarcas que guardan silencio o se hacen a un lado para no enfrentar la corrupción al interior de la Iglesia.
12/06/20 12:15 AM
Ricardo de Argentina
Hay un secreto a voces: desde Roma no se promociona a los mejores sacerdotes para que accedan al orden episcopal.
Hay quienes dicen que se promocionan a los peores. Yo eso no lo sé.
Y quienes aseguran que se lo hace adrede. Menos que menos.
Pero lo que es seguro es lo primero, y a tal punto es así, que cualesquiera de los muchos buenos y formadísimos sacerdotes que solemos tratar, saben que no tienen posibilidad alguna de acceder al orden episcopal por "culpa" de sus reales méritos presbiteriales.

Señores, tenemos un problemón en la Iglesia, ¿vamos a seguir así?
¿A nadie le importa, acaso?
¿En qué piensan los señorones romanos cuando deciden las ternas?


12/06/20 12:21 AM
Horacio Castro
María. Muy apropiado su comentario para este artículo Por supuesto que Monseñor Aguer carece de autoridad en temas constitucionales y referidos a la imposición de medidas por las autoridades ante la cuestión sanitaria que origina la actual pandemia. Pero ya respecto al obispo que haya dicho que no se puede recibir la Sagrada Comunión fuera de la Misa, (por)que la hostia consagrada «no es una pastilla de *Redoxón* que se toma cuando uno quiere», el Código de Derecho Canónico establece en 918: *Se aconseja encarecidamente que los fieles reciban la sagrada comunión dentro de la celebración eucarística; sin embargo, cuando lo pidan con causa justa se les debe administrar la comunión fuera de la Misa, observando los ritos litúrgicos*. Creo que la situación de distanciamiento social obligatorio y/o de confinamiento ante la actual pandemia no sería el caso para una intervención masiva de Ministros Extraordinarios de la Sagrada Comunión.
12/06/20 1:42 AM
Miriam
Excelente Monseñor, como siempre.
Falta mucha fe en nuestros pastores.
Nuestra Santa Iglesia Católica está infiltrada por muchos masones y cubierta del espíritu del mundo.
Debemos rezar mucho, como lo pide la Santísima Virgen María !!!
Hay muchas actividades que se pueden realizar en esta crisis sanitaria y SANTIFICAR las Fiestas, no se puede !
Dios nos salve !!!!!!
12/06/20 1:47 AM
Mareduversailles
Agreguemos que el obispo (con minúscula a propósito) además llamo a la Adoración perpetua (para mí esperanza para conservar "las reservas espirituales" de la Patria), una devoción personalista. Nada más lejos de la verdad.
En definitiva:
Gracias Padre!! Gracias Monseñor!!! Por confirmarnos en la fe, en la Verdad. En estos días pensaba mucho en estas dos terribles, por no decir miserables, declaraciones. Gracias buen pastor!!! Su maestro fue el Parroco de la Patria y de la Cristiandad, será mucho decir que VER es hoy el Obispo de los fieles?
12/06/20 4:26 AM
Horacio Castro
Mareduversailles. El aspecto personalista que sin entender Ud. menciona, es el que subraya San Pedro Julián Eymard afirmando sobre la Eucaristía que es la persona del Señor: «La sagrada Eucaristía es Jesús pasado, presente y futuro... Es Jesús hecho sacramento. Bienaventurada el alma que sabe encontrar a Jesús en la Eucaristía, y en Jesús Hostia todo».
12/06/20 8:43 AM
Pablo Dieterich
Aguer siempre brillante filósofo, teólogo y además de valiente y como dirían en España, ¡con un buen par de cojones! Pero además, pastor celoso y solícito siempre odiado por los "políticamente correctos", los modernistas, los marxistoides o materialistas, toda esa caterva siempre se calla de su servicio pastoral abnegado y para nada aparatoso. Por ejemplo, fue, no sé si es todavía, padrino y benefactor de Afne Rio Santiago, habiendola peleado para que volvieran a construir buques y barcazas. Pero claro...¡como no les simpatiza a los "progres", ignorantes y soberbios! Pienso que si Don Antonio Quarracino no se hubiera ido antes de tiempo, otro gallo hubiera cantado también para este enorme cura porteño y bien gaucho que es Don Héctor Rubén Aguer.
12/06/20 12:03 PM
hornero (Argentina)
Cuestión central, agudizada por estos tiempos de pandemia, es la Eucaristía. Medito y reflexiono sobre qué inmensa devoción hacia el Cuerpo de Cristo habrá vivido la Virgen durante sus años posteriores a la Ascensión de Su Hijo. Ella es la Madre de la Eucaristía, Madre del Verbo Creador, por lo cual existe una profunda y esencial relación entre la Creación y la Eucaristía, y entre María y la Obra creadora de Su Hijo. La Eucaristía, Presencia Real de Cristo, sostiene en el ser a todo lo creado, ángeles, hombres y cosmos. La Virgen, al contemplar el Santísimo Sacramento y ser alimentada por Él, experimentaba la Fuerza de Dios que sostiene el Reino, y también el Poder que sostiene en el ser a la Creación sobre la cual se extiende el Reino. Ante la Inmensidad y Majestad del Reino, dejado por Cristo como semilla de mostaza, debía experimentar su Misión de Jardinera Celestial que cuidaba y regaba con sus gracias de Medianera, esa semilla que debía crecer hasta afianzarla. Esa fue la razón de su permanencia entre nosotros después de Cristo. Es la Misión que recibió de Su Hijo al pie de la Cruz, que Ella consumará cuando triunfe Su Corazón Inmaculado en el mundo. Nada separa a la Madre del Hijo, unidos ambos por el carácter hipostático (sustancial) de la Maternidad. María está presente en la Eucaristía de modo indisoluble. Por ello debemos invocarla como Madre de la Eucaristía a fin de que el Santísimo Sacramento reine en la Iglesia y en el mundo. En estos tiempos de descalabro, Marí
12/06/20 6:03 PM
sara
Gracias Señor por poder leer a alguien tan claro que nos dice cosas sencillas que hasta habiamos olvidado y llegamos a creer que nuestra iglesia solo tiene que hacer trabajos social.Trabajo que corresponde a los gobiernos.Y a la Iglesia celebrar la eucaristia y adoracion.

Te pedimos ,Señor ,por muchos "monseñor Aguer" que enseñen claramente la Verdad.
13/06/20 5:27 AM
Javier
Gracias a Dios que hay personas, sacerdotes, obispos que predican la buena doctrina. Así da gusto. Se encuentran las fuerzas para estar firmes in fide, en las palabras de Monseñor Aguer. Sólo hace falta un puñado de hombres como este, y el mundo cambiaría. Gratias tibi Deus, gratias tibi!
13/06/20 7:06 PM
Emanuel
Yo también quiero tener el teléfono de monseñor Ager :(
13/06/20 7:38 PM
hornero (Argentina)
continúo - . En estos tiempos de descalabro, María sostiene el orden de todo lo creado, participando en la raíz ontológica de las cosas, asociada a su Hijo en el acto creador ininterrumpido que les confiere el ser. Bien puede ser considerada CO-CREADORA, como lo exponen algunos estudiosos.
13/06/20 9:20 PM
José luis Doná
Gracias Monseñor Aguer. Es usted realmente un libro abierto. Me encanta leer cada uno de sus artículos que los hay, muchos y variados
14/06/20 2:30 AM
hornero (Argentina)
CORPUS CHRISTI es la Solemnidad litúrgica que reconstituye los quicios de la realidad y de la historia, centrando todo en la PRESENCIA REAL DE CRISTO en el augusto Sacramento del Altar. Porque Él es la Fuente de todo bien real o posible que permita la edificación creciente de SU REINO ENTRE NOSOTROS. Santísimo Expuesto u oculto en el Sagrario, constituye el CENTRO ABSOLUTO DEL UNIVERSO, de la tierra y del cielo, ante el cual se extingue el peso de las razones físicas y geométricas que la ciencia objeta contra la centralidad de nuestro planeta Tierra. La realidad ontológico-teológica establece la Tierra como el lugar donde se ha realizado la REDENCIÓN del hombre y del universo, donde REINA CRISTO y ejerce SU SOBERANÍA con MAJESTAD E IMPERIO. Ante Él, depongan las naciones, sus reyes y sus pueblos toda pretensión de erigirse en conductores de un mundo que no nos pertenece, al que estamos llamados a gobernar sólo en virtud de nuestra PARTICIPACIÓN en la Soberanía de Cristo. Del CORPUS CHRISTI nace el mandato recibido por la Iglesia de EVANGELIZAR hasta los remotos confines del universo, conocidos o por conocer, sean los abismos de los espacios extragalácticos, sean los abismos interiores de las cosas materiales en su constitución sub-atómica. EVANGELIZAR implica anunciar la PALABRA INEFABLE DEL VERBO CREADOR Y REDENTOR a todo ser, hombre o creatura infrahumana, destinados a recibirla según su propio orden ontológico. “Pues las criaturas están sujetas a la vanidad, no de grado,
14/06/20 2:24 PM
Gonzalo Sebastián Montenegro
Excelente reflexión. Una de las pocas voces lúcidas que nos quedan en la Iglesia Argentina. ¡Bendiciones!
14/06/20 7:44 PM

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