(Zenit/infoCatólica) En el telegrama, el Pontífice expresa su “profunda tristeza por los repentinos y trágicos efectos del gran terremoto y los consiguientes tsunamis que han afectado a las costas del nordeste de Japón”.
El Papa “asegura a todos los que se han visto afectados su cercanía en este momento difícil”, reza “por los que han muerto, e invoca las bendiciones divinas de la fortaleza y el consuelo sobre sus atribuladas familias y amigos”. Por último, expresa su “solidaridad en la oración a todos los que están proporcionando rescate, auxilio y apoyo a las víctimas de este desastre”.
La Iglesia en Japón ha prometido su ayuda a las víctimas del terremoto, de magnitud 8.9 (escala de Richter) que ha sacudido hoy la costa oriental del país. El seísmo, uno de los más grandes registrados nunca en Japón, tuvo lugar por la tarde (hora local) a 80 millas de la costa de Sendai, al norte de Tokio, y provocó un tsunami de casi 10 metros que barrió todo a su paso, incluyendo casas, infraestructura, barcos, coches y granjas.