(Vanguardia/InfoCatólica) Al dar a conocer las Orientaciones pastorales para 2011, denominadas “Renovar nuestra pastoral desde la raíz”, con el fin de acompañar a la ciudadanía en la construcción de la nación en la época actual, el cardenal reconoció que durante el año pasado México vivió un fuerte contraste: “por una parte, un gran deseo de paz e igualdad y, por otro, deshumanización, violencia e inseguridad desbordadas”.
Dijo que aunque esta situación pareciera rebasar todas las previsiones posibles es en esta realidad “donde debe surgir una valoración de la fuerza que tiene nuestra sociedad mexicana en sus raíces, donde se identifica como un pueblo noble, humano, solidario y capaz de enfrentar con esperanza cualquier desafío”.
El purpurado aseguró que la nación “que anhelaron nuestros próceres y los mexicanos de hoy, aún es un proyecto en realización que necesita que nos involucremos todos pensando sólo en el bien común”. Además convocó a fieles de la Iglesia católica en el país a reconstruir entramado social “para que estos valores tengan vigencia”.
Durante su homilía de ayer en la Basílica de Guadalupe, en la ciudad de México, y tras realizar la peregrinación anual de la Arquidiócesis Primada de México, el cardenal se refirió varias veces a la violencia que vive el país.
Lamentó el hecho y pidió a los fieles congregados en el recinto Mariano a rezar por la gente que sufre del fenómeno. Además, el arzobispo primado de México instó a pedir por la paz para las familias mexicanas que se han visto en ese tipo de situaciones:
“Los invito a que seamos portadores de las peticiones de nuestros compatriotas que están sufriendo por la violencia, que sigue golpeando vidas inocentes , hagamos presente esta oración de tantos mexicanos que en varias partes de nuestro país están sufriendo esta violencia, y pidámosle al Señor la paz para esas familias, para esas ciudades, para nuestro México”.