(Fides/InfoCatólica) Mons. Filippo Santoro, Obispo de Petrópolis, y Mons. Edney Gouvea Mattoso, Obispo de Nova Friburgo, han visitado las zonas afectadas. Sacerdotes, seminaristas y religiosos están trabajando en la asistencia a las familias que se han quedado sin hogar.
Las parroquias y las casas de religiosas están acogiendo a los que han perdido todo y no tienen dónde dormir ni cómo comer. Además los seminaristas de la diócesis de Petrópolis, han donado sangre para cubrir las emergencias más graves.
Según lo referido por Mons. Santoro, la situación en la diócesis de Petrópolis es dramática, especialmente en dos lugares: Itaipava en el Valle de Cuiabá y Teresópolis, donde el desastre es aún mayor. Los sacerdotes están todos movilizados, las iglesias han sido puestas a disposición, acogen a los damnificados, proporcionan los primeros auxilios, distribuyen las comidas diarias y están trabajando en la recogida de alimentos. El Obispo de Nova Friburgo, ha expresado su dolor por la tragedia que ha golpeado a la ciudad donde se encuentra la sede episcopal, que es inaccesible, y ha creado un centro de acogida en la Catedral de Nova Friburgo.
Campañas de recogida de donativos
La diócesis vecinas, que forman parte de la Región Leste 1 de la Conferencia Episcopal brasileña (CNBB), se han coordinado para apoyar a la población. La Arquidiócesis de Río ha puesto en marcha inmediatamente a Caritas, mientras que las iglesias y las instituciones educativas se han movilizado para recoger donaciones, ropa, colchones, agua y alimentos no perecederos.
Con el lema San Sebastián nos llama a la solidaridad, el Arzobispo de Río, Mons. Orani Tempesta, ha hecho colocar la imagen del Santo Patrón de la Arquidiócesis en un tren que recaudará donaciones en varias partes de la ciudad, las cuales serán distribuidas en las zonas afectadas.
“Nuestra marcha de San Sebastián Mensajero de la Paz se ha convertido en la marcha de la solidaridad, ha declarado Mons. Orani. Debemos tomar medidas concretas para restablecer la paz en los corazones y en las vidas, en las familias de nuestro estado de Río de Janeiro, especialmente en las ciudades como Teresópolis, Nova Friburgo, Petrópolis y Itaipava”.
La CNBB ha publicado una nota oficial de solidaridad con las víctimas de la tragedia y, junto con Caritas Brasil, ha lanzado la campaña SOS SURESTE para recaudar fondos en todo el país, que serán donados a las zonas afectadas por las lluvias. El trabajo de Caritas Brasil se está llevando a cabo con el apoyo de Caritas de la Arquidiócesis de Río de Janeiro, que es responsable de entregar las donaciones.
El presidente de Caritas Brasil, Su Exc. Mons. Demetrio Valentini, Obispo de Jales, ha propuesto para el 30 de enero, en todas las diócesis del país, una colecta por las víctimas de las inundaciones. También el Cardenal Arzobispo de São Paulo, Odilo Pedro Scherer, a través de Cáritas Sao Paulo, ha lanzado un “llamamiento a la solidaridad por las víctimas del desastre en la Região Serrana de Rio de Janeiro”.
Entre las necesidades señaladas como más urgentes hacen falta donantes de sangre y profesionales sanitarios, medicamentos, analgésicos, agua mineral, materiales de limpieza, productos de higiene personal y alimentos no perecederos.