(Ecclesia/InfoCatólica) Cuando Andrii Yurash presentó al Papa Francisco sus cartas credenciales el 7 de abril de 2022 habían pasado 42 días desde el inicio de la guerra en su país, el mayor ataque militar en suelo europeo desde la Segunda Guerra Mundial. Desde aquella jornada no ha dejado de nombrar o recordar a Ucrania en ninguna de sus audiencias generales, durante el rezo de la oración mariana del Ángelus cada domingo a las 12 del mediodía o en muchas de sus audiencias privadas, incluso durante los viajes apostólicos internacionales.
Nacido hace 55 años en la ciudad de Shpola, situada en el interior de Ucrania, casado y con tres hijos, el embajador Yurash completó su licenciatura en periodismo con un doctorado en Ciencias Políticas. Tras ocupar importantes cargos en medios de comunicación de la ciudad de Lviv fue director del Departamento de Religiones y Nacionalidades del Ministerio de Cultura de Ucrania y después le pusieron al frente de la entidad que engloba a las Religiones y a la libertad de pensamiento en el Gabinete de Ministros de Ucrania. Con esta especialización el primer ministro Volodímir Zelenski no dudó en contar con el para una de las misiones diplomáticas con más peso mundial.
Por mucho que sorprenda, el estado más pequeño del mundo tiene un ingente peso en la diplomacia mundial. La Santa Sede mantiene relaciones con 184 países, lo que le convierte en un foro donde recabar e intercambiar informaciones importantes para la política exterior. En este momento están acreditadas ante la Santa Sede 91 cancillerías con sede en Roma, entre ellas, también la de la UE o la Soberana Orden Militar de Malta.
La diplomacia vaticana acostumbra mover sus hilos con la mayor discreción para no entorpecer las negociaciones, algo que ha podido comprobar a los largo de los dos últimos años el embajador Yurash, quien durante una entrevista a la Cadena Cope ha querido agradecer a la Santa Sede y al resto de embajadores acreditados, su cercanía al pueblo ucraniano por los esfuerzos continuos para favorecer la llegada de la paz y el fin de la guerra. Un agradecimiento extensivo a todos los que han hecho posible la puesta en marcha de numerosas actividades culturales para recordar al mundo que Ucrania posee un ingente patrimonio histórico artístico, que ni siquiera un periodo de guerra puede hacer oscurecer.
En esta nueva fase de la guerra, la embajada de Ucrania ante la Santa Sede y ante la Orden de Malta también está realizando un gran esfuerzo por mostrar que Ucrania es un país moderno, con valores comunes compartidos con el resto de Europa. De hecho Ucrania ya ha recibido luz verde para tramitar su adhesión a la Unión Europea, aunque todavía debe pasar tiempo antes de que pueda convertirse en miembro de la UE.
El arte de ejercer la diplomacia desde un país en guerra
A lo largo de la entrevista el embajador Andrii Yurash reitera que la guerra es trágica y terrible, y que durante cada uno de los encuentros que mantiene con el Santo Padre ha podido comprobar su cercanía con el pueblo ucraniano, que también se ha confirmado en las distintas conversaciones telefónicas que Francisco ha realizado con el Presidente de Ucrania Volodimir Zelenski y en diversos encuentros con la comunidad ucraniana de Roma.
La Santa Sede continúa trabajando por el retorno de los prisioneros, sobre todo de los niños deportados, asegura Yurash, quien da mucha importancia a la misión que el Papa ha encomendado al cardenal Zuppi: antes de dar un nuevo paso consulta con el Embajador para estudiar de cerca la situación y asegurar cuál es el mejor modo de proceder.
El embajador también está muy satisfecho por el trabajo de la Secretaria de Estado, en concreto por el Cardenal Parolin, quien durante la conferencia celebrada en Malta los pasados 28 y 29 de octubre sobre el plan de paz de Ucrania, confirmó el apoyo de la Santa Sede para resolver cuestiones humanitarias. Yurash está convencido de que la Santa Sede no se ha limitado a realizar únicamente llamamientos de paz sino que trabaja con hechos y metas concretas.
Desde el primer momento en el que estalló la guerra en Ucrania la diplomacia vaticana, incluido el ministro de exteriores del Vaticano, monseñor Gallagher, ha estado realizando intensas gestiones, que siempre son discretas y fuera de los focos por razones de prudencia. El propio Gallagher explicaba que el Vaticano «acogería muy positivamente unas conversaciones de paz, si la solicitan ambas partes, con buenas intenciones, con un espíritu de verdadera búsqueda de la paz y del diálogo, y con la voluntad de poner fin a esta terrible guerra».
Y por supuesto Yurash reitera que la invitación para que el Papa viaje a Kiev está sobre la mesa, pero como Francisco insiste en viajar también a Moscú, será difícil que termine realizándolo, porque en este momento no ha recibido invitación de Rusia.
Propuestas culturales para mostrar al mundo la riqueza artística de Ucrania
Sin olvidar los estragos de la guerra en curso, y paralelamente a su trabajo de facilitar ayuda humanitaria, la Embajada de Ucrania ante la Santa Sede está realizando un ingente esfuerzo para promocionar el extraordinario bagaje artístico y cultural del país, en un intento de que la sombra de la guerra no oscurezca esta realidad, y la haga pasar a un segundo plano.
Por este motivo desde la Embajada se han organizado 15 conciertos y 10 muestras culturales, a la que hay que añadir la proyección de documental «Freedom on Fire», del director Evgeny Afineevsky, donde se muestra el rostro humano de la guerra en Ucrania. Este documental se ha exhibido dos veces en el Vaticano, en las que contó con la presencia y el respaldo del propio Papa Francisco; y otra en el Ateneo Pontificio Regina Apostolorum, pero también se ha presentado ante un nutrido grupo de universitarios en la Universidad Europea de Roma gracias a la ayuda de D. Riccardo Patalano, a quien el Embajador desea expresar su agradecimiento.
Próximamente está previsto organizar la proyección del documental «20 días en Mariúpol», con el que Ucrania ha conseguido su primer Oscar de la historia al mejor documental. Su director, Mstyslav Chernov filmó?el asedio ruso a la ciudad portuaria. Una actividad en la que cuentan con la ayuda y colaboración de la Embajada de Gran Bretaña ante la Santa Sede.
Muy aplaudido en toda Italia ha sido el concierto que celebraron en el Teatro de la Ópera de Ascoli Piceno dentro del evento «Justicia y Paz», durante el que la Orquesta Sinfónica interpretó el «Requiem in re minore ko 626 de Mozart» y otros fragmentos musicales de la tradición ucraniana y al que acudieron cerca de 1000 personas.
Durante la conversación con COPE, los agradecimientos del Embajador a quienes hacen posible que se de a conocer la cara amable de Ucrania son incesantes. Entre ellos figura el empresario armeno Emil Arutiunian, quien ha contribuido a que se se conmemoren los 15 años de relaciones diplomáticas entre Ucrania y la Orden de Malta con un sello realizado a partir de una pintura de un reconocido artista de Mariupol.