La Conferencia Episcopal Española publica una nota doctrinal en defensa de la verdadera objeción de conciencia

No depende de la voluntad de los gobernantes pues deriva de la dignidad humana

La Conferencia Episcopal Española publica una nota doctrinal en defensa de la verdadera objeción de conciencia

La Comisión Permanente de la Conferencia Episcopal Española aprobó en su última reunión la publicación de una nota doctrinal sobre la objeción de conciencia de la Comisión Episcopal para la Doctrina de la Fe. El texto deja bien claro que los poderes públicos no deben suprimir o limitar ese derecho.

(CEE/InfoCatólica) Desde hace unas décadas estamos asistiendo a un proceso de aprobación de leyes en las que la vida humana queda gravemente desprotegida. Es un proceso que no ha terminado. A medida que estas leyes se radicalizan, porque los comportamientos que antes estaban despenalizados pasan ahora a considerarse derechos de los ciudadanos, se dificulta la objeción de conciencia de quienes se oponen a colaborar en estas prácticas. La presente nota intenta ofrecer criterios y principios a tener en cuenta para afrontar esta problemática.

Se trata de una nota doctrinal porque parte de principios de moral fundamental, como la dignidad de la conciencia, y de Doctrina Social de la Iglesia, como la libertad religiosa y de conciencia, la misión del Estado, la naturaleza de los derechos humanos, etc. El texto ofrece a los católicos el derecho y el deber que tienen de oponerse activamente a realizar aquellas acciones que atentan contra las exigencias de la fe cristiana o sus valores fundamentales.

En el marco de la antropología cristiana, el texto que se presenta parte de la doctrina sobre la libertad humana y cristiana, expresada en la encíclica Veritatis splendor. La libertad humana no se puede separar del respeto a los otros derechos humanos que son universales, inviolables y, por tanto, inseparables entre ellos; derechos que no dependen de la voluntad de los gobernantes, sino que derivan de la dignidad humana y del hecho de que el ser humano ha sido creado por Dios.

En la cultura actual, los derechos personales no son vistos límites que el Estado no puede traspasar en su relación con las personas, sino como expresión de los propios deseos subjetivos. Por ello, actualmente muchos católicos viven en conflicto entre entre lo que las leyes promueven y sus propias convicciones morales. El texto señala cómo el derecho a la libertad religiosa y de conciencia es un derecho fundamental que puede servir como indicador del verdadero respeto a todos los derechos humanos.

La dignidad de la conciencia humana exige que sus decisiones se inspiren siempre en unos principios básicos de moralidad que tienen un valor universal. Principios como la obligación que todo ser humano tiene de buscar la verdad y el bien; de hacer lo que sabe que es justo y recto; de tratar a los demás como le gustaría que lo tratasen a él; de no hacer a los otros lo que no le gustaría que no le hicieran; de hacer el bien y evitar el mal, etc.

Por su parte, la misión del Estado debe respetar la autonomía y la libertad de las personas, el principio de subsidiariedad y sus límites en el ejercicio del poder. Cuando los poderes públicos se erigen en difusores de una determinada ideología o en promotores de ciertos valores morales que son opinables, están traspasando el límite de su misión.

También la objeción de conciencia tiene sus limitaciones: no se puede objetar a cualquier ley, sino a aquellas que atentan contra elementos esenciales de la propia religión o las que minan los fundamentos de la dignidad humana y de la convivencia basada en la justicia. El deber del Estado de reconocer este derecho y no discriminar a quienes lo ejercen es paralelo a la obligación de los cristianos de evitar cualquier tipo de cooperación material o formal directa con aquellos actos que atentan contra el derecho a la vida, y cualquier acción que pueda ser interpretada como cooperación, aunque sea indirecta, o aprobación de estos actos.

El documento concluye con un apartado titulado «La libertad cristiana». Lo que muchas veces humanamente parece imposible, por la gracia de Dios es posible para quien vive una existencia cristiana auténtica en la fe, la esperanza y la caridad, esto es en la libertad, porque quien está unido a Cristo no se deja vencer por el miedo ante la presión de una cultura que oscurece los valores que dignifican al ser humano.  

Texto completo de la nota

13 comentarios

PEDRO
La libertad profesional del médico no es un albedrío caprichoso: es el deber que tiene de poder escoger, con ciencia y en conciencia, lo que, según el arte médico del momento, convenga más a su paciente, y negarse a practicar medicina que vaya en contra de su conciencia. Son, en última instancia, los Tribunales de Justicia, los insrumentos que amparan la libertad de conciencia de los médicos.

No hay vida moral sin libertad, ni responsabilidad profesional sin independencia. El médico puede oponerse a toda acción que pretenda disminuir su libertad o a discriminarle a causa de sus actitudes éticas seriamente maduradas y sinceras. No lo hace sólo en nombre de los derechos a la libertad ideológica y a no ser discriminado, consagrados en la Constitución Española (artículo 16) : “Se garantiza la libertad ideológica... de los individuos y de las comunidades....Nadie podrá ser obligado a declarar sobre su ideología, religión o creencias”; asimismo el artículo 14: “Los españoles son iguales ante la ley, sin que pueda prevalecer discriminación alguna por razón de nacimiento, raza, sexo, religión, opinión o cualquier otra condición o circunstancia personal o social”.


26/03/22 12:00 PM
Juan Mariner
El Tribunal Constitucional español dijo bien tempranamente a su creación que los "derechos fundamentales y libertades publicas" recogidos entre los arts. 14 a 29 eran sólo estos y además de "APLICACIÓN DIRECTA" (sin tener que mediar "leyes que los regulasen y desarrollasen"), para luego añadir más tarde en una de sus Sentencias que el apartado 2º del art. 30 también era "derecho fundamental" para no tener que encerrar en prisión a los objetores de conciencia al servicio militar obligatorio, ya que recordaban todavía a aquel navarro durante el franquismo azuzado por una parte del clero antifranquista: "La ley fijará las obligaciones militares de los españoles y regulará, con las debidas garantías, la objeción de conciencia, así como las demás causas de exención del servicio militar obligatorio, pudiendo imponer, en su caso, una prestación social sustitutoria." Los "alternativos" rizaron el rizo, y dijeron que no harían de ningún modo la Prestación Social Sustitutoria, y se declararon directamente "insumisos".

Intentarán cargarse la objeción de conciencia del personal médico respecto del aborto provocado, porque no se reconoce en la Constitución tal como la del Servicio Militar Obligatorio y habrá que ir directa e irremisiblemente a la insumisión.
26/03/22 12:30 PM
Pedro de Madrid
Hay cristianos, mejor dicho bautizados, que actualmente votamos a partidos políticos que aprueban la ley del aborto, la eutanasia, la ley de género que no reconoce al que nace varón o hembra, la ley de la ruptura del sacramento del matrimonio y otras más que de forma contundente no somos condenados por la iglesia, incluso con la excomunión, para saber a que atenernos, el que libremente quiera seguir a Cristo. , parece que se da a entender que todo vale, que hagamos lío, incluso que todas las religiones salvan y no es así para el que quiera realizar cristianamente el viaje desde que nacemos hasta que morimos. Que Dios tenga compasión de nosotros y nos abra el entendimiento
26/03/22 1:02 PM
Chico
Escritos así y de otros temas es lo que hoy necesitamos los españoles de nuestros Obispos para no andar por la vida como ovejas sin pastor.
26/03/22 1:42 PM
Tito España
Si los gobiernos nacionales y las organizaciones internacionales (ONU, etc)
se consideran con derecho inalienable para legislar sobre cualquier tema, aun en contra de lo que siempre se ha considerado un mal, ¿por qué eran malos los nazis cuando legislaban lo que les parecía? ¿Por qué es malo el comunismo? ¿Por qué era malo el fascismo italiano? Y esto hablando solo de lo pasado.
Y aún es peor hoy con todo lo que llevamos sobre el aborto, al eutanasia, el conglomerado abecedario, etc. Todo lo que promueva la muerte es bien visto, pero, ¡oh casualidad!, no se puede promover la pena de muerte de los criminales.
El mundo al revés.
26/03/22 1:54 PM
Carlos Dueñas
Hay casos en que se presentan dilemas morales para los médicos, muchos de ellos terribles. Hay un libro titulado “Ética de la objeción de conciencia”, de la Fundación Ciencias de la Salud, que está accesible en internet, que nos puede ayudar a entender esta espinosa y delicada cuestión.
26/03/22 4:11 PM
Jordi
La Nota Doctrinal está bien, pero hace falta aplicarla día a día, no que se deposite como un legajo más en el montón de carpetas y expedientes del archivo acumulando polvo. Sin ejecución realmente efectiva de la Nota Doctrinal, es decir, repetirla y trasladarla a las homilías y otras notas diocesanas, no sirve absolutamente para nada, es un papelucho más para cumplir burocráticamente con un deber para que no se diga que no hacen nada.

A los obispos que han hecho la Nota Doctrinal no les hemos de agradecer nada, han cumplido con su deber, pues ellos son servidores sin mérito alguno ("No somos más que siervos sin mérito alguno, sólo hemos cumplido con nuestro deber", Lucas 10) y esclavos de Cristo ("si todavía agradara a los hombres, no sería esclavo de Cristo", Gálatas 1).

Hay otros documentos que aún han de hacer efectivos:

1. “La verdad del amor humano. Orientaciones sobre el amor conyugal, la ideología de género y la legislación familiar” (25.4.2012)

2. Acerca de la objeción de conciencia ante una ley radicalmente injusta que corrompe la institución del matrimonio (Nota del Comité Ejecutivo de la CEE, 5.5.2005)
26/03/22 4:33 PM
jORDI
INTRINSECE MALUM

El católico debe de obedecer primero la Ley de Dios que son los actos morales intrinsece malum: Catecismo 1753-56, y Veritatis splendor 79-83/95-97.

Los concretos actos intrinsece malum:

Gaudium et spes 27:

1. No respetar al hombre... [no] cuidando en primer lugar de su vida y de los medios necesarios para vivirla dignamente
2. anciano abandonado de todos
3. trabajador extranjero despreciado injustamente
4. desterrado
5. hijo ilegítimo que debe aguantar sin razón el pecado que él no cometió
6. hambriento
7. atentado contra la vida
8. genocidio
9. ABORTO, EUTANASIA Y SUICIDIO ASISTIDO
10. toda violación de la integridad de la persona humana:
- mutilaciones
- torturas morales o físicas
- conatos sistemáticos para dominar la mente ajena
- todo cuanto ofende a la dignidad humana
- condiciones infrahumanas de vida
- detenciones arbitrarias
- deportaciones
- esclavitud
- prostitución
- trata de blancas y de jóvenes
- condiciones laborales degradantes, que reducen al operario al rango de mero instrumento de lucro, sin respeto a la libertad y a la responsabilidad de la persona humana

Conclusión: todas estas prácticas y otras parecidas son en sí mismas infamantes, degradan la civilización humana, deshonran más a sus autores que a sus víctimas y son totalmente contrarias al honor debido al Creador
26/03/22 4:41 PM
Jordi
INTRINSECE MALUM (2)

CONCILIO VATICANO II

Gaudium et spes, n. 51, apartado 3º: «Dios [...], Señor de la vida, ha confiado a los hombres la excelsa misión de conservar la vida, misión que deben cumplir de modo digno del hombre. Por consiguiente, se ha de proteger la vida con el máximo cuidado desde la concepción; tanto el aborto como el infanticidio son crímenes abominables»

PABLO VI

Humanae vitae 14: aborto, esterilización, anticonceptivos (ampliado en Donum Vitae n. 2, asumido en Splendor vitae)

JUAN PABLO II

1. Donum vitae, n. 2 (ampliación de la Humanae Vitae 14)

2. Evangelium vitae, n. 62 (el aborto directo o querido como fin o como medio); 73: el aborto y la eutanasia

3. CATECISMO

- la vida humana debe ser respetada y protegida de manera absoluta desde el momento de la concepción. Desde el primer momento de su existencia, el ser humano debe ver reconocidos sus derechos de persona, entre los cuales está el derecho inviolable de todo ser inocente a la vida (2270-2275)
- blasfemia, perjurio, homicidio y adulterio (1756)
- autoerotismo (2352)
- anticoncepción por destruir lo unitivo y procreativo (2370)
- violación, incesto y pederastia (2356)
- homosexualidad (2357)
26/03/22 4:48 PM
Jordi
En este sentido, la Iglesia entendida en toda su amplitud, la Iglesia de los viadores o peregrinos o militantes (los laicos son soldados espirituales en virtud de su sacerdocio bautismal, San Pablo Efesios VI), con la intercesión de la Iglesia de los comprensores (Iglesia Triunfante en el Cielo de los bienaventurados) y de la Iglesia de los expectantes (Iglesia Purgante, Purgatorio), junto con los ángeles, los arcángeles Gabriel, Miguel y Rafael, comandado por la Virgen María, debemos de plantar batalla de frente, de cara y de pie, cada uno con los recursos materiales y espirituales legítimos que pueda (el católico español siempre ha sido un soldado orante), contra estos gobiernos corruptos, corruptores e inicuos de la cultura de la muerte y de la ideología de género. No pasarán, y lo saben... por eso violan los derechos humanos de los Hijos de Dios... pero están condenados al fracaso irreversible, incluso cuando tengan el máximo poder posible durante el Anticristo... tienen los días contados, y vencidos, serán olvidados por siempre.

El mal nunca dejará impronta en la historia.
26/03/22 4:55 PM
Diógenes
"El texto deja bien claro que los poderes públicos no deben suprimir o limitar ese derecho."



Quieren prohibir este derecho porque obstaculiza sus pretensiones, sobre todo en el caso del aborto, en el que la gran mayoría de médicos objetan, hasta el punto de que el gobierno tiene dificultades en suministrar abortos en la Sanidad Pública por falta de matarifes.

Lo malo es que estos gobernantes, en su obcecación abortista, razonan a lo tonto y se ponen a circular en dirección contraria a la realidad: puesto que hay tantos objetores al aborto, concluyen que hay que suprimir el derecho a la objeción de conciencia para preservar el "derecho" al aborto. Piiiiiiit! Error. Hay que circular al revés: puesto que hay tantos objetores al aborto la conclusión correcta es que el "derecho" a abortar está mal y por tanto hay que suprimirlo. Y como gobierno dedicarse a trabajar para que nadie quiera abortar. Por desgracia, esta verdad no les cabe en la cabeza, de tan llena como la tienen de falsedades abortistas. 
26/03/22 8:01 PM
enrique Cheli Pedraza
Al reiterar una vez mas , q, la ´objeción de conciencia´ es un derecho, q, no solamente los cristianos, católicos y creyentes, debemos esgrimir en aquellos países ,donde la ejecución de la muerte es un derecho, amparado por la Ley, y, q ,como ´objetores de conciencia´ tenemos : ética, moralmente y por principio, el derecho de oponernos a ´la obediencia debida, disciplina partidaria y mentalidad corporativista´ ,y, a la cadena de mandos, cuando en una institución Hospitalaria ,se nos obliga a ejecutar ,acompañar o participar en la ´pena de muerte de un ser indefenso y no olvidar, q , no debemos dejarnos intimidar, o, discriminar y coaccionar ,ejerciendo plena libertad a rehusar participar en nada ,q, cause la muerte y de abstenernos de todo tipo de prácticas ,q, suponga la destrucción de un ser viviente , al recordar, q, como ,defensores de los derechos humanos, no podemos guardar silencio, ante la genocida ,homicida y asesina administración gubernamental de tales, con la tragedia de la pena de muerte de seres ,q, no tienen voz para defenderse, constituyendo, una violencia de una crueldad satánica, diabólica y demoniaca ,q, se le aplica a un ser, sin voz para reclamar su derecho a vivir.

27/03/22 1:33 AM
Marta de Jesús
Dicen que la objeción de conciencia es en sí una derrota. En parte sí. Pero qué otra cosa podíamos pedir/hacer? Estamos viviendo lo opuesto, pero similar, a lo que vivieron los primeros cristianos, siendo nosotros, tal vez, los últimos. La descristianización, con la aparición de neopaganos gnósticos orientalizados, ha traído la necesidad de defendernos de la imposición de prácticas demoníacas como el aborto y la eutanasia. También de asignaturas perversas en la educación. En breve de seguir así no podremos acceder a oposiciones, ni incluso ir a colegios ni hospitales. Lo que nació en/de la cristiandad (colegios, universidades, hospitales...) morirá con esta apostasía generalizada. Los convertirán en centros de satanización y de muerte. Horror con mayúsculas.

Dios nos guíe.
27/03/22 12:03 PM

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