Los médicos advierten a Irene Montero que la objeción de conciencia contra el aborto es un derecho constitucional

los de pensamiento totalitario, como enfermos de soberbia infecta, quieren anular y/o mutilar los derechos y libertades de los demás, incluyendo el derecho a la necesaria objeción de conciencia ante un infanticidio

que nuestro buen Señor, nos perdone, que oremos por todos nosotros

¿no es acaso el aborto uno de esos valores europeos que algunos están dispuestos a defender?

"Pierdomo
¿no es acaso el aborto uno de esos valores europeos que algunos están dispuestos a defender?"

En Rusia se aborta más que en España, en cifras globales y en porcentaje. Los únicos países que han logrado reducir esa cifra, sorpresa sorpresa, son Polonia y Hungría.

La ministra Montero quiere "que todos los hospitales públicos cuenten con profesionales que garanticen el aborto."

¿Profesionales de qué? ¿Expertos en matar seres humanos? Los médicos de vocación no se sienten llamados a eso, sino a salvar vidas. Tendrán que buscar matarifes sin ética ni conciencia. A la ministra Montero no le da que pensar el que la mayoría de ginecólogos se nieguen en conciencia a practicar abortos. Su fanático pseudo-feminismo le impide considerar que si hay tantos objetores es porque el aborto, lejos de ser algo bueno y saludable, es un atentado contra la vida y un perjuicio para la salud, es decir, algo malo y pernicioso. La objeción de conciencia de los médicos solo le preocupa porque dificulta que las mujeres aborten. No le interpela para reflexionar sobre la realidad del aborto. No le siembra ni una duda. Su próximo decreto será imponer listas de objetores. O cribar ginecólogos para hospitales públicos, apartando a los que objeten abortar.
La profesión médica debería denunciar a esta Ministra por acoso e incitación al odio, y por violar un derecho fundamental. Que la condenen a trabajos en beneficio de la comunidad, que es lo que debería estar haciendo en vez usar un Ministerio para dañarla.

Lo dijo Juan Mariner .La objeccion es segun les conviene a ellos.

Objeción de consciencia, respetar el SAGRADO Juramento HIPOCRATICO, uno jura por Dios. Lucha el médico, y estudia, por el paciente y por la VIDA!!!!!!!La Libertad interior.

El aborto provocado jamás es ni será un acto médico. Pertenezco a una Familia donde hay muchos médicos. Jamás practicaría o hubiera practicado, ninguno de ellos, un aborto. Y como digo yo " antes prefieren la muerte ". El médico esta para aliviar el dolor y para sanar, pero ¡ jamás para matar a un ser humano, inocente e indefenso, eso juraron, y también serán juzgados por DIOS ¡¡. Alto y claro.

Claro que sí, señores médicos, no permitan que esta insolente y dictatorial, les dicte sus macabras ideas. Los felicito!

Se ve que a la señora solo le interesa colocar a los suyos. Ilustre Ignorante de la Ley y el Derecho Naturales, las positivas civiles y administrativas, sabe como sortearlas, o al menos, lo intentará; consciente como es que no se le va a pasar factura por su temeraria iniciativa. Con su pan, se lo coma.

Totalmente de acuerdo con Diógenes, España, sus habitantes la humanidad necesita médicos con vocación, el estudio, la ciencia, al realizarlo Hipocrates, escribe por los dioses, yo POR la Trinidad, es por el enfermo y la vida y como el comentarista no es un asesino, y todas laa demás consideraciones son acertadas.

No es tan fácil encontrar asesinos dispuestos a descuartizar o carbonizar niños en el vientre materno. Deo gratias.

Por supuesto que la objeción de conciencia en un ginecólogo es un derecho constitucional... hasta que...

Hasta que se reconozca el aborto como un derecho humano (cosa espantosa que está a punto de suceder); se considerará este crimen abominable -pásmense todos- como un derecho tan humano como el no negar a una parturienta los auxilios para que le nazca su hijo.

A eso se llegará. Que nadie lo dude.

Con la mayoría de los comentarios.
Nova, efectivamente, demos gracias a Dios.

Desgraciadamente, les aseguro que habrá bastantes médicos que no tendrán el menor reparo de conciencia en cometer abortos.
La población de médicos no deja de ser un reflejo de la población en general: igual que muchos aborrecemos el aborto, o la eutanasia, otros muchos no tienen el menor problema de conciencia para hacerlo.
Recemos.