Mons. Jean-Paul Vesco asegura que el bautismo no salva y que hay que olvidarse de evangelizar
Monseñor Jean-Paul Vesco, arzobispo de Argel, posa frente a un retrato de Pierre Claverie. | © Bernard Hallet

Nuevo arzobispo de Argel

Mons. Jean-Paul Vesco asegura que el bautismo no salva y que hay que olvidarse de evangelizar

Mons. Jean-Paul Vesco es arzobispo de Argel desde el 12 de febrero. Basándose en su interpretación de las palabras del papa Francisco sobre la fraternidad humana sostiene que el bautismo no es necesario para la salvación. Por ello, asegura que «tenemos que deshacernos de la idea de que tenemos que evangelizar» y que «puede haber una parte de la verdad en el Islam que quizás se nos escapa».

(Cath.ch/InfoCatólica) Mons. Jean-Paul Vesco recibió la consagración episcopal en enero de 2013, convirtiéndose en el nuevo obispo de Orán. Desde entonces, asegura que se ha sentido a veces aislado en un país donde el proselitismo está prohibido y el número de fieles es reducido. Según la ONG Puertas Abiertas, sólo hay 6.000 católicos en un país que es 98,2% musulmán. El pasado 12 de febrero tomó posesión como arzobispo de Argel.

Los católicos de Argelia son principalmente estudiantes o emigrantes africanos y algunos expatriados. A la pregunta tantas veces formulada de «¿Qué haces aquí?», da una respuesta inspirada en el Papa Francisco.

En febrero, usted se ha convertido en Arzobispo de Argel. ¿Cuál es el significado que quiere dar a su nuevo cargo?

Seré arzobispo de Argel como lo fui de Orán. La Iglesia de Argelia vive a caballo entre dos mundos y esto contribuye a la dificultad de estar allí. Durante el viaje del Papa Francisco a Irak, donde se reunió con el ayatolá Ali el-Sistani, máxima autoridad musulmana chiíta del país, el Papa dijo: «Muy a menudo, tenemos que arriesgarnos para dar el paso de la fraternidad. Hay críticos, dicen que el Papa es un inconsciente, que toma medidas contra la doctrina católica...».

Estas palabras del Papa Francisco expresan exactamente lo que vivo y siento: somos ante todo hermanos humanos. Se ha atrevido a asumir el riesgo de afirmar una hermandad humana, más allá de las afiliaciones religiosas. De este modo, muestra que la evangelización se realiza en la fraternidad y no en la conversión. ¡Esto es revolucionario! En cierto modo, afirma que el bautismo no es la condición de la salvación.

¿Es esta su respuesta a su papel en un país musulmán donde la conversión ya no es el objetivo?

Debido a su situación en tierras musulmanas, nuestra Iglesia es constantemente cuestionada sobre las razones de su presencia. ¿Por qué la Iglesia está presente aquí, en un país donde casi no hay cristianos? El 31 de marzo de 2019, sentado en la catedral de Rabat, el papa Francisco nos recordó que nuestra misión como bautizados no está determinada por el espacio que ocupamos, sino por la capacidad que tenemos de provocar el cambio y la compasión, por la forma en que vivimos como discípulos de Jesús. Como nos recordaba el Papa Juan Pablo II, «no se pide un signo para ser muchos». En otras palabras, los números no son el indicador de la fecundidad de una presencia. O, dicho de otro modo, el problema no es que seamos pocos; el problema es que nos volvamos «insignificantes».

Usted hace una distinción entre una iglesia confesante y una iglesia proselitista. ¿Puede explicarnos esto?

Estamos aquí, siguiendo a Cristo. Nos confesamos porque no ocultamos lo que somos: confesamos la existencia de nuestra presencia, dedicada en gran parte al servicio de los demás. Sin embargo, me gustaría subrayar esta diferencia: no somos una ONG y no nos dedicamos a la acción política militante. Nuestro servicio a los demás es en nombre de Dios.

En su carta «Construir una fraternidad», que acompañó a su nombramiento, subrayó que la fraternidad no es en sí misma un baluarte contra la violencia. Incluso puede ser el crisol de la misma, como nos recuerda el asesinato de Abel por Caín...

La hermandad es un valor humano, visceral. En tierras musulmanas, la palabra hermano tiene un significado preciso: se refiere a la pertenencia a una misma comunidad cultural y religiosa. Es un término que tiene una dimensión muy comunitaria. Los que elegimos Argelia desde hace décadas sabemos que la fuerza y la dificultad de nuestro testimonio en este país reside en que somos a la vez parte y no parte de él.

Del mismo modo, los cristianos nacidos en Argelia, aunque no experimentan la misma brecha cultural, también tienen la dolorosa experiencia de la distancia, incluso a veces con sus familiares más cercanos. Con discreción, humildad y comprensión, deben redoblar su fraternidad y resistir la tentación de apartarse. Si la fraternidad humana necesita límites, un «nosotros», para existir, me parece que también debe aspirar a superarlos, a menos que se condene a sí misma al encierro.

El reto para nosotros es ser a la vez hermano de nuestro hermano y hermano de todos los hombres. Todo el reto de la fraternidad me parece que es ir más allá de los límites que la fraternidad necesita al mismo tiempo. Es el paso necesario de una hermandad recibida a una hermandad elegida. Esto también es cierto para el cristiano: un buen cristiano que nunca ha salido de su comunidad no es plenamente cristiano.

La Iglesia Protestante de Argelia está en expansión. Está anclado en Cabilia y tiene una dinámica diferente a la suya. ¿Cuáles son sus relaciones con esta iglesia?

Son buenas. Las iglesias evangélicas se ajustan más a un patrón de pensamiento que se encuentra en la religión musulmana. Mientras que nosotros afirmamos la existencia de una hermandad universal, las iglesias evangélicas hacen hincapié en la entrada en una comunidad a través del bautismo. Además, las iglesias protestantes no se consideran extranjeras, ya que están formadas esencialmente por conversos argelinos. Estamos en cierto modo más «aculturados». Pero todas las historias de encuentro con Cristo son sobrecogedoras. Las iglesias protestantes no son nuestros competidores. También tienen su parte de verdad que quizás se nos escapa.

En concreto, ¿cómo se organiza la vida cristiana en Argelia?

Nuestro tamaño es modesto y ninguno de los sacerdotes dedica todo su tiempo al servicio de la comunidad cristiana. Esto nos da la oportunidad de vivir más en la fraternidad y la corresponsabilidad, que no presta demasiada atención a la distinción entre clérigos y laicos y permite que un estudiante de África hable durante mucho tiempo con un obispo.

La llegada, en los últimos veinte años, de estudiantes y emigrantes podría haber hecho temer una reorientación pastoral hacia la comunidad cristiana en detrimento de la relación con el mundo argelino. No sólo no ha sido así, sino que nuestros hermanos y hermanas estudiantes o migrantes son actores privilegiados en la construcción de la fraternidad, una fraternidad que vivimos esencialmente con los habitantes de este país.

Sus actividades están orientadas principalmente al mundo musulmán que le rodea. Tratas, ayudas, asistes a tus vecinos musulmanes... ¿Cómo sucede?

Todos los días nos encontramos con personas que nos dicen que conocen nuestra religión y por qué no es un verdadero camino hacia Dios. Es difícil escuchar estos discursos con el Corán como argumento irrefutable. A su vez, tengamos cuidado con nosotros mismos cada vez que tengamos la tentación de mirar al Islam de forma negativa. Tenemos que deshacernos de la idea de que tenemos que evangelizar, de que tenemos que poner a los demás en contacto con nuestra verdad, y al mismo tiempo aceptar que también puede haber una parte de la verdad en el Islam que se nos escapa.

Sobre todo porque la mayoría de sus socios son musulmanes...

No podemos dar nuestro testimonio sin nuestros socios musulmanes argelinos. Son las personas que llevan con nosotros la responsabilidad de la animación de nuestros centros, de nuestras actividades, e incluso de nuestra vida eclesial. Son todos los formadores, las mujeres que participan en las actividades de los talleres de artesanía, los alumnos que trabajan en nuestras bibliotecas, los padres de los niños que nos confían, los responsables de las asociaciones con las que trabajamos.

Tal vez tengan que enfrentarse a miradas de reproche cuando atraviesan las puertas de nuestros centros, cuando nos confían a sus hijos para realizar actividades. Y para ello, también deben, como nosotros, dar un gran salto de fe y arriesgarse a la fraternidad en acción.

16 comentarios

Juan35
Vade retro
23/02/22 2:13 PM
Pacomio
Sería bueno que se haga budista o cazador de cocodrilos....
23/02/22 3:02 PM
Percival
No está donde está, ni habla como habla, si su posición de Obispo «no se le hubiera dado de arriba; por eso, el que me ha entregado a ti tiene mayor pecado.» (Cf. Jn 19,11). El de arriba ya sabemos quién es... Le encanta hacer lío.
23/02/22 3:04 PM
Luis López
San Pedro dijo que sólo en el nombre de Jesús nos salvamos. Y encima añadió que "en ningún otro" (Hch. 4,12)

¿De qué habla este hombre?
23/02/22 3:05 PM
Rubén
Apenas alcanzo a inñmaginarme las tremendas dificultad de ser católico en un país como Argelia, pero eso suena a claudicación total.
23/02/22 3:25 PM
Urbel
Consagración del género humano al Sagrado Corazón de Jesús prescrita por el Papa Pío XI:

"Dulcísimo Jesús, Redentor del género humano, miradnos humildemente postrados delante de vuestro altar: .... Oh Señor, sed Rey de los que permanecen todavía envueltos en las tinieblas de la idolatría o del islamismo; dignaos atraerlos a todos a la luz de vuestro reino. Mirad finalmente con ojos de misericordia a los hijos de aquel pueblo que en otro tiempo fue vuestro predilecto; descienda también sobre ellos, bautismo de redención y de vida, la Sangre que un día contra sí reclamaron."
23/02/22 3:25 PM
Javier
Lo extraordinario del catolicismo es que frente a opiniones sobre algún tema ya sean de sacerdotes, obispos, papas o padres de la iglesia incluso., lo podemos contrastar con la tradición y el magisterio de la iglesia, sabemos las bi milenarias enseñanzas de nuestra madre que es la IGLESIA.
23/02/22 3:26 PM
Generalife
Rezo por el ,para que hable del evangelio y el magisterio y que se guarde sus opiniones personales
23/02/22 3:26 PM
ChemaV
La cuestión es que allá no dejan bautizar a ningún musulmán, bajo pena de exclusión, vejaciones e incluso muerte. Si no fuera así, aún si discurso estaría errado, pero con esta realidad, no tiene siquiera sentido: ¿No hay que hacer proselitismo? ¡Pero si está prohibido por el Islam! ¿No hay que evangelizar? ¡Es que uno se juega la vida allí por hacerlo! ¿No se salvan por bautizarse? ¡Pero señor mío, si no les dejan hacerlo! Luche usted primero para que haya libertad religiosa, y después hablaremos de sus bondades, pero mientras tanto, al menos guarde silencio respetuoso por tantos cristianos que allí quieren serlo y ni los musulmanes ni usted, con su buenismo, le permiten serlo en paz.
23/02/22 3:29 PM
Marta de Jesús
Más bien a los musulmanes se les escapa Cristo, que es el único que salva. Bueno, y a los judíos, budistas, agnósticos, ateos...

Sin saber qué pasa tras la muerte, negarse a Evangelizar es estar del lado del Mal. Puede dejarnos y hacerse musulmán. Luego nos cuenta eso que se nos escapa, que tan importante no será, teniendo al Redentor en casa. Los cristianos siempre escucharon y aprendieron de otros. Pero nunca se negaron a Evangelizar.

El negro humo de Satanás va haciéndose ver cada vez más. Qué pena estas personas en nuestra Iglesia.
23/02/22 3:31 PM
Chico
Si somos consecuentes con este pensar hay que decir: Sobran Cristo y la Iglesia.
23/02/22 3:31 PM
Urbel
Declaración Nostra aetate (1965) del Concilio Vaticano II:

"3. La Iglesia mira también con aprecio a los musulmanes que adoran al único Dios, viviente y subsistente, misericordioso y todo poderoso, Creador del cielo y de la tierra, que habló a los hombres, a cuyos ocultos designios procuran someterse con toda el alma como se sometió a Dios Abraham, a quien la fe islámica mira con complacencia. Veneran a Jesús como profeta, aunque no lo reconocen como Dios; honran a María, su Madre virginal, y a veces también la invocan devotamente. Esperan, además, el día del juicio, cuando Dios remunerará a todos los hombres resucitados. Por tanto, aprecian la vida moral, y honran a Dios sobre todo con la oración, las limosnas y el ayuno.

Si en el transcurso de los siglos surgieron no pocas desavenencias y enemistades entre cristianos y musulmanes, el Sagrado Concilio exhorta a todos a que, olvidando lo pasado, procuren y promuevan unidos la justicia social, los bienes morales, la paz y la libertad para todos los hombres."
23/02/22 3:32 PM
José J.
Eso que se lo cuente a Nuestro Señor cuando le llegue el momento de presentarse ante Él y le explique como no se ha de predicar su Evangelio, el mismo por el que sufrió la Crucifixión, en todo el mundo a toda criatura y que eso de salvarse o condenarse se hace con la gorra y a través de cualquier creencia o cosa.

En cualquier caso, un representante más de esta iglesia yerma que están construyendo para que se siente en ella el Anticristo. Y es que ya se dirá que otra cosa es decir justo lo contrario de lo que Nuestro Señor mandó, o encomendó, que hicieran sus Apóstoles y sucesores. Dios mío cuánto extravío están padeciendo muchos!
23/02/22 3:58 PM
Manuel Gutiérrez González
Dice el obispo de Argel: "Mientras que nosotros afirmamos la existencia de una hermandad universal, las iglesias evangélicas hacen hincapié en la entrada en una comunidad a través del bautismo"

Esa afirmación es masónica, ni es católica ni bíblica. Respecto al bautismo y a hacer discípulos hasta los evangélicos son más católicos que Monseñor Jean-Paul Vesco.

Mateo 28, 18-20: "Jesús se acercó a ellos y les habló así: «Me ha sido dado todo poder en el cielo y en la tierra. Id, pues, y haced discípulos a todas las gentes bautizándolas en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, y enseñándoles a guardar todo lo que yo os he mandado. Y he aquí que yo estoy con vosotros todos los días hasta el fin del mundo.»"
23/02/22 3:59 PM
María del Pilar
Parece un buen hombre, pero si, segun dice el mismo, el bautizo no salva y hay que olvidarse de evangelizar...¡¡Pues apaga y vámonos!!
Debe ser díficil, estar en un sitio así, pero si los musulmanes ven que no somos verdaderos cristianos, piensan que nuestra religión en efecto no debe ser la verdadera.
23/02/22 4:11 PM
Quico
Dice del papa que "Se ha atrevido a asumir el riesgo de afirmar una hermandad humana, más allá de las afiliaciones religiosas. De este modo, muestra que la evangelización se realiza en la fraternidad y no en la conversión. ¡Esto es revolucionario!". Vaya filfa de descubrimiento, que exista una fraternidad humana independiente de las religiones... Eso jamás lo ha negado nadie (¿si no amáramos a los seres humanos para qué querríamos su conversión?). No es un descubrimiento, sino una obviedad. Lo siguiente es una falacia que no se desprende para nada de la premisa. La evangelización sí se cumple en la conversión, cosa muy distinta es que vaya unida a la verdadera fraternidad. Pero la fraternidad no es la conversión, ni es la evangelización. Decir que la fraternidad es la evangelización es como decir que la comida son los platos que la contienen. En una cosa sí tiene razón :"es revolucionario", pero de la revolución francesa y sus proclamas sobre una fraternidad (supuesta) para la que Dios es una superstición prescindible.
23/02/22 4:17 PM

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