Rod Dreher: «No existe Iglesia sin lágrimas. Por eso la familia cristiana es tan importante»
Rod Dreher en la presentación de Vivir sin mentiras en Madrid - CEU | Captura de Youtube

Entrevista con motivo de la presentación de su libro en Madrid

Rod Dreher: «No existe Iglesia sin lágrimas. Por eso la familia cristiana es tan importante»

«Es el fallo, en general, de toda una generación, empezando por padres y profesores: no hemos explicado a nuestros hijos lo que fue el comunismo, el bloque soviético, aquel océano totalitario de sangre. Se han creído esa propaganda sentimental de los justicieros sociales de que es posible vivir sin dolor, cuando lo cierto es que, para dejar de sufrir, primero hay que dejar de ser libre»

(J.M. Sánchez Galera/Revista Centinela) En 2017 un pequeño libro, «La opción benedictina», sacudía los ambientes intelectuales católicos y también protestantes. Su autor Rod Dreher, con una prosa rápida y con ejemplos muy actuales iba más allá de sugerente análisis de la, a menudo, hostilidad del mundo actual respecto a los cristianos. Dreher proponía una solución que tuvo el valor, al menos, de suscitar numerosos debates.

Este año 2021 lo ha vuelto a hacer con otro libro, «Vivir sin mentiras. Manual para la disidencia cristiana» (comentado por J. Soley y D. Iglesias). Prueba de ello es el interés que suscita la presentación del libro en los distintos países. La cultura de la cancelación «wokenes», la teoría crítica de la raza, la omnipresencia –rayana en lo totalitario—del lobby LGTB o el ambiente general, lo que Dreher denomina el «totalitarismo blando» han convertido la voz de Dreher en un elemento a tener en cuenta.

Con motivo de su paso por España el mes pasado, organizado por la ACdP, José María Sánchez Galera le entrevistó para la Revista Centinela (leer la entrevista completa).

En esta ocasión fue preguntado por la relevancia de la familia y lo que configura la institución, un hogar o una especie de templo, un refugio para la fe y la libertad. Dreher vuelve al ejemplo de Kamila Bendová y su marido Václav, disidentes del comunismo en Checoslovaquia y cómo enseñaron a sus hijos:

«Y, así, influir en la sociedad, no agachar la cabeza y evitar problemas, sino enfrentarse a la tiranía y al totalitarismo que supone un mundo de mentiras. Kamila y Václav enseñaron, explicaron a sus seis hijos la importancia de su movimiento político. Como católicos, les fueron enseñando cómo participar activamente en la vida pública de alguna manera, cómo hacerse cargo de su responsabilidad contra el comunismo y el marxismo. Así es como los hijos asimilaron lo que es matrimonio, la familia, la importancia de los amigos, de la comunidad cercana y de la lucha contra la injusticia».

Para Dreher el ámbito familiar es también una escuela de virtudes: «El hogar es un espacio de silencio, pero, sobre todo, de orden. Y de un orden que conduce a Dios». Y en su línea de mostrar con ejemplos, continua:  «Mi mujer me contó el caso de una familia que llevaba a sus hijos a una parroquia de Texas, porque les parecía un lugar idóneo para que estuvieran allí realizando las tareas del colegio. Y luego, cuando estaban en su casa, funcionaban de manera mucho más pulcra, algo que incluso era evidente en su modo de caminar; sin hacer ruido, cada cosa la guardaban en su sitio. Decían que el hogar era un espacio sagrado, de tranquilidad, de santidad. Ese es el sentido de un hogar cristiano. Un lugar donde el orden te permite entenderte a ti, al mundo, a tu familia, a Dios. El orden aporta paz, reposo, libertad»

Respecto a España, Rod Dreher, alerta del riesgo de que se asuma el «aquí no puede ocurrir», ya sea el totalitarismo «duro» tipo soviético o el «blando, emotivista» que describe en el libro. Al respecto describe una reciente experiencia personal: «también me he encontrado en Madrid con una señora que, llorando, me cuenta cómo está intentado advertir de que lo mismo que sucedió en Venezuela, el país del que procede, puede ocurrir en España. La gente le responde que es no es posible, que aquí no. Se desespera, porque nadie cae en la cuenta de que la amenaza es real. Es el fallo, en general, de toda una generación, empezando por padres y profesores: no hemos explicado a nuestros hijos lo que fue el comunismo, el bloque soviético, aquel océano totalitario de sangre. Se han creído esa propaganda sentimental de los justicieros sociales de que es posible vivir sin dolor, cuando lo cierto es que, para dejar de sufrir, primero hay que dejar de ser libre».

Dreher termina volviendo al leiv-motiv de la entrevista: la familia.

Usted señala, por ejemplo, en Vivir sin mentiras, que no hay cristianismo sin lágrimas.

No existe Iglesia sin lágrimas. Por eso la familia cristiana es tan importante, porque es un camino de aprendizaje en el servicio a los demás, en la servidumbre voluntaria.

 

6 comentarios

maru
Es muy importante, la educación que los niños reciban en casa, por parte de sus padres.
6/07/21 9:31 AM
José Martinez
Curioso este Sr. Empezó siendo protestante. Luego se hizo católico para abandonar la Iglesia Católica pera ser Ortodoxo. Luego se hizo famoso con su libro sobre la Opción Benedictina. ¿Qué tienen que ver las Iglesias Ortodoxas con San Benito y sus monasterios? Ellos tienen sus monasterios que son respetables y siguen la Regla de San Basilio. Hay que suponer que no cree que la Iglesia Católica es la verdadera Iglesia fundada por Jesucristo y las Iglesias Ortodoxas son cismáticas. A mi parecer, debería de arreglar sus propios problemas antes de dar consejos a otros. ¿Cuántos ortodoxos compran sus libros? En España y el mundo hispano, muy pocos.
6/07/21 11:43 AM
PEDRO
Una IGLESIA que no grita a CRISTO y da testimonio del mismo, día tras día, minuto a minuto, de esta breve existencia, una IGLESIA que no se ofrece en "martirio " si es necesario en defensa de CRISTO, una IGLESIA que no alza la voz contra las injusticias de este mundanal ruido, una IGLESIA que no sufre, e inquieta las almas de los fieles para que "piensen " y sigan a CRISTO, no es auténtica iglesia de CRISTO.
6/07/21 11:49 AM
Scintilla
José: san Benito es patrimonio común de la Iglesia y de los cismáticos de oriente. De hecho, san Benito se inspira en san Basilio o en Juan Casiano, que son el pan nuestro de cada día de aquellos cenobios. Y aunque es cierto que, tras el cisma, san Benito quedó para occidente (con alguna rara excepción, por cierto), no menos lo es que en la actualidad, dentro del mundo ortodoxo, hay una recuperación de san Benito, tanto en Rusia, como, pásmese, en Estados Unidos. No es falso ecumenismo: san Benito está antes de nuestras diferencias y desde él, como desde tantos otros santos, nos podemos ver hablando un mismo idioma y actuando en común contra la impiedad y el ateísmo que nos rodea.
Que lo que diga este hombre no sea palabra de santo y que parta de una confusión de raíz sobre la autoridad, no quiere decir que lo que escribe no pueda ser tenido en cuenta por los fieles. Desde luego, una lectura mucho más provechosa, y que da que pensar, que otras muchas que tenemos, por desgracia. Un pensar para hacer, además. Y al que tampoco hay que dar, en eso coincido con usted, el valor que hay que dar a nuestros santos, que nos enseñan el camino seguro hacia el PAdre. Que no se nos predica y que nosotros procuramos no estudiar, porque es estrecho y comprometido, como nos enseñó san Benito en su perfección y pureza.
6/07/21 7:44 PM
Lego
Martínez:
Aunque sea cierto lo que dice, el problema no es de cuántos libros vende ni quien se los compra. Trate de elevar el punto de vista.
Con sus limitaciones, tiene planteamientos interesantes, en lo que es común, sin tapara las diferencias con la Ortodoxia.
6/07/21 8:43 PM
Marta de Jesús
Scintilla, desde mi ignorancia, el suyo me parece un comentario muy interesante. No sabía lo de San Benito y San Basilio.

Un hombre en búsqueda. En búsqueda de Cristo. De Dios. Ojalá su camino le traiga de vuelta a casa. Ojalá la historia de Dios nos una de nuevo a los cristianos. De momento mis respetos.
6/07/21 10:42 PM

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