Solemnidad - Ultimas noticias
Jesucristo, Rey del universo «…a mí me lo hicisteis»
Que la fiesta de Cristo Rey nos anime a vivir en su reino y a extender este reino de verdad y de vida, de santidad y de gracia, de justicia, de amor y de paz.
Solemnidad del Corpus Christi: es el Señor realmente presente con nosotros
Cristo Jesús, que nos ama infinitamente, ha instituido este sacramento que nos muestra Su amor, y que no solo nos revela un amor infinito, sino que además se entrega para darnos su vida. El Señor está bien con nosotros, ha querido quedarse y nosotros estamos bien con Él. Vayamos a estar con él, amarle y adorarle.
Solemnidad de la Santísima Trinidad
Damos gracias a Dios que nos ha dado a conocer su amor, que nos ha revelado su misterio como Padre, Hijo y Espíritu Santo y oremos por todos aquellos que se han consagrado a Él, en la vida contemplativa especialmente.
Pentecostés, nacimiento de la Iglesia
Por obra del Espíritu Santo nace la Iglesia. Lo narra San Lucas en los Hechos de los Apóstoles: «Cuando llegó el día de Pentecostés, estando todos juntos en un lugar, se produjo de repente un ruido del cielo, como el de un viento impetuoso… y quedaron todos llenos del Espíritu Santo». Ahora se cumple plenamente la obra de Cristo, Salvador del mundo. La Encarnación del Hijo divino, el Evangelio, la muerte en la Cruz, la Resurrección, la Ascensión, hacen posible Pentecostés, cuando por obra del Espíritu Santo, nace la Iglesia, el Cuerpo mismo de Cristo.
La Ascensión del Señor al Cielo
Se alegra la Iglesia con la solemnidad litúrgica de la Ascensión. En ella se afirma nuestra fe en Cristo: «resucitó al tercer día, según las Escrituras, y subió al cielo, y está sentado a la derecha del Padre». La humanidad de Jesús, exaltada y glorificada, entra de manera irreversible en la vida y en la felicidad de Dios; es decir, en el cielo.
El ángel del Señor anunció a María y concibió a Jesús por obra del Espíritu Santo
Celebramos hoy 25 de marzo, dentro del tiempo litúrgico de Cuaresma, la solemnidad de la Anunciación de la Virgen y Encarnación del Hijo de Dios. La Virgen María, llena de gracia, responde al anuncio del ángel Gabriel con las palabras de la obediencia de la fe: «He aquí la esclava del Señor, hágase en mí según tu palabra»
La Asunción de la Virgen María
La Inmaculada Madre de Dios, siempre Virgen María, cumplido el curso de su vida terrestre, fue asunta en cuerpo y alma a la gloria celestial. En la Asunción de María contemplamos lo que estamos llamados a alcanzar en el seguimiento de Cristo Señor y en la obediencia a su Palabra, al final de nuestro camino en la tierra.
En la Solemnidad del Corpus Christi eucarístico se celebra la declaración definitiva del amor de Dios
Resucitado al tercer día y ascendido a los cielo, el Cristo vencedor del pecado y de la muerte, del mundo y del demonio, se queda con nosotros para siempre en la Eucaristía, en modo visible/invisible, hasta que vuelva con nosotros finalmente en la Parusía.
La Santísima Trinidad
La fe católica es que veneremos a un solo Dios en la Trinidad, y a la Trinidad en la unidad; sin confundir las personas, ni separar la sustancia. Porque una es la persona del Padre, otra la del Hijo y otra la del Espíritu Santo; pero el Padre y el Hijo y el Espíritu Santo tienen una sola divinidad, gloria igual y coeterna majestad
Solemnidad de la Ascensión del Señor
Durante 40 días, Jesús Resucitado se apareció a sus discípulos, dándoles pruebas de que estaba vivo y prometiéndoles la efusión del Espíritu Santo para que evangelizaran hasta los confines del mundo. Después, el Señor fue llevado al cielo y sentado a la diestra del Padre.
Los Magos de Oriente vieron al Niño con su madre María y cayendo de rodillas lo adoraron
¡Levántate, brilla, Jerusalén, que llega tu luz! Mira: las tinieblas cubren la tierra, y la oscuridad los pueblos, pero sobre ti amanecerá el Señor, su gloria aparecerá sobre ti.
24 de junio, Solemnidad de la Natividad de san Juan Bautista
San Juan Bautista es el único santo que se conmemora el día de su nacimiento, porque fue santificado en el vientre de su madre por la visita del Salvador. Su nacimiento es motivo de inmensa alegría para la humanidad por el anuncio que trae de la próxima Redención.