Beatificados 50 jóvenes mártires católicos asesinados por hacer apostolado en campos de concentración nazis
Beatificación de 50 mártires franceses

Su fiesta litúrgica será el 5 de mayo

Beatificados 50 jóvenes mártires católicos asesinados por hacer apostolado en campos de concentración nazis

Respondieron al llamamiento del entonces arzobispo de París, cardenal Emmanuel Suhard, y del padre Jean Rodhain, fundador de Secours Catholique, para asistir espiritualmente a los trabajadores franceses deportados a Alemania bajo el Servicio de Trabajo Obligatorio (STO).

(InfoCatólica) La Catedral de Notre Dame de París acogió el sábado la beatificación de 50 mártires católicos franceses, asesinados por los nazis entre 1944 y 1945 por odio a la fe durante la ocupación alemana. La ceremonia fue presidida por el cardenal Jean-Claude Hollerich, arzobispo de Luxemburgo, quien destacó el heroísmo de estos jóvenes que sacrificaron sus vidas por servir a sus hermanos deportados a Alemania.

El Papa León XIV recordó tras el rezo del Ángelus este tercer Domingo de Adviento a los nuevos beatos: Raymond Cayré, sacerdote; Gérard-Martin Cendrier, de la Orden de los Frailes Menores; Roger Vallé, seminarista; Jean Mestre, laico; y otros cuarenta y seis compañeros procedentes de una treintena de diócesis francesas. El Pontífice estableció en su carta apostólica que la fiesta litúrgica de estos mártires se celebrará el 5 de mayo.

Mártires del apostolado católico

Los nuevos beatos son 33 jóvenes de la Juventud Obrera Cristiana (JOC) y los Scouts de Francia, 3 seminaristas, 9 sacerdotes diocesanos, 4 jóvenes franciscanos y un jesuita. La mayoría tenía entre 20 y 35 años, siendo el más joven de 19 años y el mayor de 49.

Estos católicos respondieron al llamamiento del entonces arzobispo de París, cardenal Emmanuel Suhard, y del padre Jean Rodhain, fundador de Secours Catholique, para asistir espiritualmente a los trabajadores franceses deportados a Alemania bajo el Servicio de Trabajo Obligatorio (STO). Aproximadamente 300.000 jóvenes franceses fueron enviados a fábricas y campos de trabajo alemanes, privados de asistencia religiosa al no estar protegidos por la Convención de Ginebra.

La situación se agravó el 3 de diciembre de 1943 con la publicación de la Ordenanza Kaltenbrunner, que exigía la eliminación de todos aquellos que realizaran actividades religiosas entre los trabajadores civiles franceses. A partir de ese momento, cualquier labor apostólica se castigaba con la muerte.

Luz en medio del «siglo oscuro»

«La primera mitad del siglo XX pasará a la historia europea como el siglo oscuro de una terrible carnicería. A las víctimas de las dos guerras mundiales se sumaron las víctimas de la dictadura nazi, pero en medio de esta oscuridad, hubo destellos de luz», declaró el cardenal Hollerich en su homilía, según informa la Arquidiócesis de París.

El purpurado jesuita subrayó que estos mártires «sentían un inmenso amor por Dios, por Cristo. Este amor los impulsó a servir a sus hermanos que habían sido enviados a Alemania para realizar trabajos forzados». Con su servicio de amor y misericordia, continuó, lograron crear «en el infierno de los campos, islas de paraíso, donde el amor lograba devolver el coraje, sanar las heridas del corazón, sacudir la indiferencia y transmitir serenidad y paz».

Testimonios heroicos de fe

Entre los nuevos beatos destaca el joven scout Joël Anglès d'Auriac, decapitado a los 22 años el 6 de diciembre de 1944. Tras confesarse, comulgar y rezar el rosario, declaró al capellán de la prisión: «Estoy en completa paz... porque voy hacia Jesucristo».

Jean Mestre, por su parte, renunció a solicitar la exención del STO y escribió a su madre: «Te amo con todo mi corazón, pero amo a Jesucristo aún más que a ti, y siento que me llama a ser su testigo ante mis compañeros que van a pasar por momentos difíciles. Perdóname si te causo dolor».

Según explicó el padre Bernard Ardura, postulador de la causa, estos mártires sucumbieron «debido al sufrimiento causado por el encarcelamiento». Algunos fueron ejecutados, otros masacrados y muchos torturados. Otros murieron por tifus sin recibir tratamiento o durante las «marchas de la muerte» cuando los alemanes evacuaron los campos ante el avance aliado.

Un mensaje para los jóvenes de hoy

El cardenal Hollerich destacó que estos mártires recuerdan que «cualquiera que sea nuestra vocación, nuestra profesión, nuestra responsabilidad, estamos comprometidos, como discípulos de Cristo, al servicio de nuestros hermanos».

«Los nazis despreciaban la libertad religiosa. El amor de nuestros mártires por Cristo y por las personas que rescataron los convirtió en mártires de la libertad religiosa», prosiguió el arzobispo, quien subrayó que «la fe nunca es privada; debe expresarse en el servicio concreto a nuestros hermanos y hermanas».

Al concluir la Misa, se entregó a los asistentes una estampa con la oración aprobada por el arzobispo de París, monseñor Laurent Ulrich, para pedir la intercesión de los nuevos beatos y su canonización. Las personas que reciban gracias por su intercesión están invitadas a escribir al postulador de la causa en Roma.

Señor, Dios nuestro,
concediste a los bienaventurados mártires del Apostolado Católico
la gracia de acompañar y servir a sus hermanos y hermanas
reclutados para el Servicio de Trabajo Obligatorio en Alemania.

En lugar de salvar sus vidas, respondieron a tu llamado
y optaron por imitar a Cristo, quien se hizo siervo,
hasta el punto de seguirlo en el sacrificio de la cruz.

Señor, dígnate glorificar a nuestros benditos mártires
y concédeme, por su intercesión,
la gracia [especificar la gracia solicitada] que imploro con confianza,
por Jesucristo, nuestro Señor.
¡Amén!

2 comentarios

Marta de Jesús
Impresionante testimonio para las personas del siglo XXI, donde impera la apostasía y la huída de la cruz. Nos sigue maravillando la obra de Dios en las amadas criaturas que aceptan Su llamada en los momentos más difíciles y se dejan mover por Su Creador. Ser como niños y seguir sorprendiéndonos.

Intercedan por nosotros, todavía en la lucha, ante Dios nuestro Señor.

La primera mitad del SXX fue terrible. Pero la segunda mitad (y lo que llevamos del siglo actual) no lo ha sido menos. Comunismo. Abortismo... Anticristianismo en general. Las décadas más contrarias a la familia, probablemente de toda la historia de la humanidad.
15/12/25 10:33 AM
AJ
Deo gratias

Por cierto, feísimo el altar que han puesto nuevo... Tremendo
15/12/25 11:31 AM

Dejar un comentario



Los comentarios están limitados a 1.500 caracteres. Faltan caracteres.

No se aceptan los comentarios ajenos al tema, sin sentido, repetidos o que contengan publicidad o spam. Tampoco comentarios insultantes, blasfemos o que inciten a la violencia, discriminación o a cualesquiera otros actos contrarios a la legislación española, así como aquéllos que contengan ataques o insultos a los otros comentaristas, a los bloggers o al Director.

Los comentarios no reflejan la opinión de InfoCatólica, sino la de los comentaristas. InfoCatólica se reserva el derecho a eliminar los comentarios que considere que no se ajusten a estas normas.

Los comentarios aparecerán tras una validación manual previa, lo que puede demorar su aparición.