(Infocatólica) El Papa León XIV presidió este sábado 6 de diciembre la sexta edición del Concierto con los Pobres, el ya tradicional evento navideño dedicado a llevar un momento de belleza y consuelo a quienes viven en situación de vulnerabilidad. La celebración tuvo lugar en la Sala Pablo VI del Vaticano y contó con la participación del reconocido cantante canadiense Michael Bublé, cuya intervención emocionó al público.
Al concluir el concierto, el Papa dirigió unas palabras a los asistentes, centradas principalmente en el valor espiritual de la música. En su reflexión afirmó que la música es «un don divino accesible a todos, ricos y pobres, estudiosos y sencillos», insistiendo en que no debe ser considerada un lujo reservado para unos pocos. Según explicó, el arte musical posee una capacidad extraordinaria para elevar el ánimo y reconectar al hombre con lo trascendente.
El Pontífice destacó que la música actúa como un verdadero puente hacia Dios. Señaló que es capaz de expresar «sentimientos, emociones, incluso los movimientos más profundos del alma, elevándolos y transformándolos en una escalera imaginaria que une la tierra con el cielo». Con estas palabras invitó a contemplar la música no solo como entretenimiento, sino como un medio espiritual que impulsa al alma hacia el bien y hacia la belleza.
Asimismo, advirtió que la música no está llamada a ocultar o anestesiar el sufrimiento humano. Por el contrario, recordó que su fuerza radica en la capacidad de evocar la dignidad del hombre incluso en medio de la dificultad. Subrayó que cada persona, independientemente de sus heridas y pruebas, es amada profundamente por Dios, y que la música puede ser un recordatorio luminoso de esa verdad.
El concierto, destinado a personas pobres y marginadas, refleja el deseo constante de la Iglesia de ofrecer no solo ayuda material, sino también la belleza que eleva el espíritu y dignifica al ser humano. La presencia del Santo Padre reafirmó este compromiso pastoral y puso de manifiesto la importancia de que la belleza, don de Dios, sea siempre accesible a quienes más sufren.







