(InfoCatólica) La Santa Sede informó ayer así de la ordenación:
Hoy, miércoles 15 de octubre de 2025, ha tenido lugar la ordenación episcopal del reverendo Ignazio Wu Jianlin, a quien el Santo Padre, el 11 de agosto de 2025, nombró obispo auxiliar de Shanghái (municipio de Shanghái, China), tras haber aprobado su candidatura en el marco del Acuerdo Provisional entre la Santa Sede y la República Popular China.
Su elección había tenido lugar el 28 de abril, durante el período de sede vacante tras la muerte del Papa Francisco. Desde días antes, la parroquia había anunciado el cierre temporal del templo y restricciones de acceso, y la diócesis había ordenado la asistencia obligatoria de todo el clero a la liturgia, sin posibilidad de excusas. La celebración se desarrolló bajo estrictas medidas de control y sin difusión pública de los contenidos litúrgicos, siguiendo un patrón que se ha hecho habitual en este tipo de ceremonias en China.
La elección de Wu Jianlin fue promovida activamente por el obispo Shen Bin, quien visitó los distintos vicariatos para asegurar su nombramiento. Previamente, funcionarios de asuntos religiosos habían sondeado a los sacerdotes para orientar el voto. Wu desempeña desde hace años un papel relevante en la diócesis: tras la suspensión del obispo auxiliar Tadeo Ma Daqin en 2012, asumió la coordinación del «grupo de los cinco», que dirige de facto la vida diocesana. Además, ha ocupado cargos en órganos consultivos políticos: fue elegido miembro de la Conferencia Consultiva Política municipal de Shanghái en 2013 y pasó a formar parte de la nacional en 2018.
La ordenación de Wu demuestra el control absoluto del estado comunista sobre la Iglesia. Muchos fieles y sacerdotes han lamentado el retroceso respecto a etapas anteriores, en las que los jesuitas y jóvenes católicos defendían públicamente la comunión con la Iglesia universal. Ejemplo de esta evolución fue la reacción oficial tras la muerte del Papa Francisco el 21 de abril: aunque muchos fieles organizaron actos de duelo, la diócesis prohibió cualquier conmemoración no autorizada, ordenó eliminar referencias al Papa en la Misa y publicó un único comunicado oficial procedente de la Asociación Patriótica. Tampoco hubo cobertura eclesial local de la elección del nuevo Papa quince días después, más allá de una nota de la agencia Xinhua.
La situación actual contrasta con la firmeza inicial de la Santa Sede, que durante años consideró al obispo Ma Daqin como único ordinario legítimo de Shanghái pese a las restricciones que sufría. Sin embargo, ante la presión del gobierno y la imposición del obispo Shen Bin, Roma ha ido cediendo progresivamente.






