(InfoCatólica) El área para la oración musulmana incluye un Corán, una fotografía de una madrasa en la pared, una escultura de mariposa en el techo y un cartel que solicita descalzarse antes de entrar. Este acondicionamiento se ha realizado tras la donación del edificio a Mensajeros de la Paz en noviembre de 2021, hecha por el constructor del templo, Justo Gallego Martínez, poco antes de su fallecimiento.
Vecinos de Mejorada del Campo (Madrid) han expresado su desacuerdo en declaraciones recogidas OkDiario. Una vecino dice que «mezclar dos religiones en el mismo sitio me parece mal», otro que «ese hombre [el padre Ángel] no ha respetado la idea base de Justo».
En la red social X se han difundido artículos y comentarios críticos con la decisión, con mensajes como «Justo se revolvería en su tumba» o «esto es una falta de respeto a un hombre que dio su vida por su fe». No constan, por el momento, protestas formales ni acciones legales contra Mensajeros de la Paz.
La ONG sostiene que la catedral no fue consagrada oficialmente como templo católico y que su gestión pretende que el lugar funcione como centro social y «espacio de encuentro para todas las religiones». Afirma no haber recibido quejas formales y señala que colabora con entidades católicas como Cáritas. El espacio multiconfesional, inaugurado en 2023, incluye también áreas para otras confesiones, como la judía y la evangélica.
Contexto histórico
La llamada Catedral de Justo —o «Catedral de la Fe»— fue iniciada en 1961 por Justo Gallego Martínez, exmonje y agricultor sin formación en arquitectura. Tras superar una tuberculosis que le obligó a dejar el monasterio cisterciense de Santa María de Huerta, prometió construir un templo en honor de la Virgen del Pilar. Durante más de seis décadas levantó una estructura de unos 4.700 m² en Mejorada del Campo con materiales reciclados (ladrillos, bidones, chatarra), sin planos formales ni licencias iniciales. Su diseño, con referencias góticas y barrocas, alcanzó gran difusión a raíz de un anuncio de Aquarius en 2005. Gallego falleció el 28 de noviembre de 2021 a los 96 años y donó el edificio a Mensajeros de la Paz, que asumió su gestión en 2021.
La organización ha declarado su intención de mantener partes inacabadas como homenaje e incorporar actividades de carácter social e interreligioso, así como elementos sostenibles como vidrieras de vidrio reciclado.







