«Se escuchan bombardeos día y noche. Algunos lejanos, otros más cercanos. A veces incluso llega metralla»

P. Gabriel Romanelli: «No ha habido orden de evacuación en esta zona de nuestro barrio, la Ciudad Vieja de Gaza»

«Se escuchan bombardeos día y noche. Algunos lejanos, otros más cercanos. A veces incluso llega metralla»

El P. Gabriel Romanelli, párroco de la Sagrada Familia en Gaza habla sobre la guerra que no cesa y el aumento de las necesidades de los civiles, pero también sobre la esperanza que no cede: «No ha habido orden de evacuación en esta zona de nuestro barrio, la Ciudad Vieja de Gaza».

(Vatican.news/InfoCatólica) Bombardeos, víctimas, destrucción y un pueblo que pide ayuda de todo tipo. Esta es Gaza, un lugar de dolor y muerte, pero donde, a pesar de todo, se sigue «rezando por la paz». La voz del padre Gabriel Romanelli, párroco de la Sagrada Familia, llega desde la iglesia en Gaza City. Una zona «peligrosa», dice Romanelli a los medios del Vaticano: «Se escuchan bombardeos día y noche. Algunos lejanos, otros más cercanos. A veces incluso llega metralla», porque «desafortunadamente, la guerra continúa. Y con la guerra, cada día hay más muertos, heridos, destrucción y crecen las necesidades de todo tipo para toda la población civil de Gaza». El sacerdote argentino también aclara que «no ha habido orden de evacuación en esta zona de nuestro barrio, la Ciudad Vieja de Gaza, dentro del gran barrio de Zeytoun».

62.000 muertos desde 2023

Los muertos en Gaza, desde el inicio de la guerra en 2023, han superado los 62.000, la mayoría mujeres y niños, mientras que los heridos superan los 150.000. Estas cifras aumentan cada hora, considerando las más de 25 víctimas de hoy, muertas mientras esperaban la entrega de ayuda humanitaria o por hambre, como tres ancianos en las últimas 24 horas. En la jornada dedicada a los trabajadores humanitarios asesinados en el mundo en 2024, se confirmó que el mayor número de muertos—185 de un total global de 383—se registró precisamente en Gaza, en la guerra entre Israel y Hamás. Esto lo informó la oficina humanitaria de las Naciones Unidas, cuyo responsable, Tom Fletcher, calificó los ataques como «una vergonzosa acusación de inacción y apatía internacional», al tiempo que instó a «quienes tienen poder e influencia a actuar por la humanidad, proteger a los civiles y a los trabajadores humanitarios y llevar a los responsables ante la justicia».

Hamás acepta el alto el fuego

Mientras tanto, Hamás, grupo terrorista infame que solo ha provocado muerte y destrucción al pueblo palestino a quien Vatican.news se limita a llamar movimiento palestino (sic), ha declarado su intención de aceptar una propuesta de alto el fuego. En un comunicado, Taher al Nunu, líder de los terroristas islamistas, indicó que el acuerdo incluye «garantías por parte de Estados Unidos, que han sido aceptadas», y agregó que la esperanza es que la propuesta «lleve a poner fin a la guerra», con el objetivo de «mayor protección de los civiles en Gaza y aliviar el sufrimiento humanitario que la población padece debido a la prolongada ocupación israelí». La propuesta se implementará «una vez recibido el visto bueno de la otra parte», precisó al Nunu. Los mediadores de Qatar y Egipto proponen una tregua inicial de 60 días para iniciar negociaciones y lograr la liberación de un cierto número de rehenes, vivos o fallecidos, a cambio de la liberación parcial de prisioneros.

Mientras tanto, ha llegado al puerto israelí de Ashdod un barco con bandera panameña, procedente de Chipre, cargado con 1.200 toneladas de alimentos destinados a la Franja de Gaza, incluyendo pasta, arroz, alimentos para bebés y productos enlatados.

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