(Ecclesia/InfoCatólica) El presidente de la Conferencia Episcopal Tarraconense ha destacado que la Conferencia Episcopal Española, al emitir su pronunciamiento, actuó en estricta consonancia con la «Constitución, los derechos humanos y, de forma primordial, la libertad religiosa». Este principio, ha subrayado, «ya fue fundamentado en su momento por el mismo Concilio Vaticano II». El arzobispo enfatizó que en estos puntos esenciales «no hay fisuras» dentro de la Iglesia.
En cuanto a la inmigración, Planellas ha señalado que «el tema de fondo no es que sean musulmanes», sino que son extranjeros y por tanto «no los queremos». Para el prelado, el problema fundamental no son las personas migrantes en sí, sino «las situaciones y las causas que obligan a las personas a marchar de su tierra, a huir de su casa, abandonar lo que es suyo». Recordó que, si bien «emigrar es un derecho, también es un derecho no emigrar forzadamente». El arzobispo de Tarragona, además, ha hecho un llamamiento a la memoria histórica, donde ha asegurado que «todos somos fruto de la migración».
Planelles ha subrayado que «un católico no puede ser xenófobo». Ha explicado que el respeto a la persona humana es «una obviedad impresionante» que emana directamente del Evangelio. El prelado catalán ha calificado la actitud de quienes, autodefiniéndose como católicos, promueven posturas xenófobas como «una trampa».







