(CNH/InfoCatólica) Según informa Catholic News Herald, la nueva fecha permitirá más tiempo para la transición y para la renovación de una capilla designada para la comunidad de la Misa Tradicional en latín (TLM, por sus siglas en inglés), explicó el obispo Martin en un correo electrónico enviado a los sacerdotes el martes.
Esta medida representa la fase final de la implementación gradual en la diócesis de la instrucción del Papa Francisco de 2021, Traditionis Custodes, que establece límites a la Misa Tradicional en latín en las diócesis de todo el mundo, pero permite a los obispos establecer lugares alternativos de culto.
La diócesis está acondicionando una capilla en Mooresville para la celebración de la TLM, que cuenta con una asistencia media de aproximadamente 1.100 fieles cada semana. Actualmente, estos fieles asisten a misa en cuatro iglesias diocesanas utilizando la forma extraordinaria del rito, con sus oraciones y calendario litúrgico.
Los cambios iban a entrar en vigor junto con los nombramientos anuales del clero de la diócesis, el 8 de julio, que incluyen el nombramiento del padre Brandon Jones como capellán de la TLM.
Sin embargo, el martes, el obispo Martin aceptó la petición de los cuatro párrocos para esperar hasta el 2 de octubre, el plazo fijado por el Vaticano, antes de implementar los cambios. El tiempo adicional permitirá a los párrocos acompañar a los fieles durante la transición y completar las renovaciones de la capilla, tal y como acordaron el obispo y los sacerdotes.
«Tenía sentido comenzar estos cambios en julio, cuando decenas de nuestros sacerdotes se trasladarán a sus nuevas parroquias y destinos»,declaró el obispo Martin al Catholic News Herald. «Dicho esto, quiero escuchar las preocupaciones de estos feligreses y sus sacerdotes, y estoy dispuesto a darles más tiempo para asimilar estos cambios».
Actualmente se están llevando a cabo importantes obras de renovación en la capilla de Mooresville, y los responsables diocesanos de construcción afirmaron que esperan que esté lista para octubre.
Si el Vaticano cambia, lo aceptará
Mientras tanto, el obispo Martin indicó que, en caso de que el Vaticano emita alguna modificación oficial de Traditionis Custodes, la diócesis acatará dichas instrucciones. Asimismo, se ha pospuesto la reunión del 24 de junio para los partidarios de la TLM (Misa Tridentina) que iba a celebrarse en el nuevo emplazamiento de la capilla en Mooresville.
En 2023, a raíz de Traditiones custodes, el entonces obispo Peter Jugis puso fin a las celebraciones de la TLM en cinco de las nueve parroquias de la diócesis con menor número de fieles. Cuatro congregaciones más grandes —St. Ann y St. Thomas Aquinas en Charlotte, St. John the Baptist en Tryon, y Our Lady of Grace en Greensboro— recibieron una prórroga temporal por parte del Dicasterio para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos del Vaticano. Esa prórroga expira el 2 de octubre, y el obispo Martin ha anunciado que la diócesis no solicitará una extensión adicional.
Las celebraciones de la TLM se concentrarán en la capilla de Mooresville, donde se ofrecerán dos misas los domingos y en otras solemnidades de precepto utilizando el Misal Romano de 1962, con la posibilidad de añadir una misa dominical adicional si fuera necesario en el futuro.
La capilla, situada en el 757 Oakridge Farm Hwy. en Mooresville, está estratégicamente ubicada entre los dos principales núcleos de población de la diócesis: Charlotte y el Triángulo (Triad). La propiedad, de titularidad diocesana, incluye una iglesia de 465 metros cuadrados con capacidad para 345 personas y un edificio anexo que alberga un colegio/gimnasio. Se encuentra junto a Curlin Commons, la comunidad de viviendas asequibles para personas mayores de la diócesis.
Las renovaciones, supervisadas por la Oficina de Construcción y Bienes Inmuebles de la diócesis, incluyen un nuevo techo, suelo, iluminación, reconfiguración del presbiterio, instalación de bancos con reclinatorios, aseos y una pintura integral del edificio. Una vez finalizadas las obras, la capilla será consagrada y adecuadamente equipada para las liturgias tradicionales.
La renovación, con un coste de 700.000 dólares, está siendo financiada por la diócesis.
No es solo la Misa
Cabe recordar que el prelado no solo pretende restringir la celebración de la forma extraordinaria del rito romano, sino también eliminar los comulgatorios, el uso del latín en el Novus Ordo y diversas oraciones tradicionales en el altar.







