(SIC/Manos Unidas) Poco o nada cierto se conoce hasta el momento de las consecuencias de esta ofensiva militar; el presidente Abiy tomó la mediada de cortar las comunicaciones y el suministro de energía la región, que tiene cerca de seis millones de habitantes, de los 110 millones que tiene el segundo país más poblado de África.
Diversos organismos internacionales hablan de numerosas víctimas civiles, graves destrozos y un incesante éxodo de personas hacia el vecino Sudán. El conflicto puede suponer, también, un grave problema de seguridad en la convulsa región del Cuerno de África.
Llamamiento a la paz y el diálogo
Recientemente, en Manos Unidas, que lleva trabajando en Etiopía desde 1987 y que actualmente tiene abiertos en el país 24 proyectos de desarrollo y de emergencia, se ha recibido un comunicado firmado por el cardenal Berhaneyesus Souraphiel, presidente de la Conferencia Episcopal de Obispos Católicos de Etiopía, en el que los obispos llaman a la paz y al diálogo en todo la nación, para evitar el fracaso de Etiopía como país y el incremento de la pobreza extrema.
«La Conferencia Episcopal de Obispos Católicos de Etiopía se muestra terriblemente afectada por el reguero de sangre, desplazamiento y destrucción de propiedades que está teniendo lugar en diferentes lugares del país. Cualquier acción que afecte a la vida de los seres humanos es inaceptable y la Iglesia pide a las partes implicadas el cese de cualquier tipo de violencia para unirse a un diálogo pacífico y genuino».
El cardenal Berhaneyesus Souraphiel asegura que los obispos están siguiendo con atención los acontecimientos derivados de las diferencias entre los gobiernos de la República Federal de Etiopía y el Estado Regional del Tigray y lamentan que su intención negociadora no haya tenido éxito:
«Los líderes religiosos, los ancianos y otras partes interesadas nos hemos unido para conseguir que ambas partes se sentaran a negociar, pero no hemos tenido éxito. Nos preocupa que esas diferencia se hayan convertido ahora en un conflicto armado».
Un conflicto que aboca a la pobreza
Los obispos católicos de Etiopía apelan al fin del conflicto armado y al inicio del diálogo pacífico por el beneficio del pueblo y urgen a que las partes resuelvan sus diferencias en un espíritu de entendimiento, respeto mutuo y confianza.
«Los conflictos entre hermanos no ayudan a nadie, solo destruyen vidas inocentes y pueden llevar a nuestro país al fracaso y a la pobreza extrema»
En el comunicado, fechado el mismo 5 de noviembre, la Conferencia Episcopal de Etiopía pide la participación activa de las partes implicadas y de la población en general, en iniciativas que promuevan el diálogo, la paz y la reconciliación. Y apela directamente a los profesionales de los medios de comunicación nacionales e internacionales, «a que informen con cuidado y de forma ética, no violenta y no provocativa», para terminar pidiendo a los católicos y a todas las personas de buena voluntad que recen por la reconciliación.