La conexión mitológica (parte II)
En la entrada anterior, examinábamos la forma en que se podía abordar la afirmación de que el cristianismo había sido fuertemente influido por los mitos que circulaban en la antigüedad, al punto que no había nada original en él. Esta vez vamos a examinar los dos casos más destacados de esas acusaciones: el nacimiento y muerte de Jesús.
Retomando el análisis que proponíamos, debemos recordar que los pueblos de la antigüedad fueron extremadamente prolíficos en la creación y difusión de mitos, nunca sistemáticos u ordenados. Por eso, responder al cargo de que la figura de Jesús está de algún modo conectada con algún mitos no es fácil.
En resumen, las preguntas en que debiéramos enfocarnos son las siguientes:
1. La conexión que se propone ¿Es siquiera posible?
2. Si es posible ¿Existe realmente el mito original? ¿O es una invención?
3. Si es posible y existe el mito ¿Es algo más que un parecido genérico? (“Buda, al igual que Jesús, respiraba por su nariz ¿Coincidencia? Decídanlo uds., solo diré que Buda también tenía dos ojos”)
4. Si hay una similitud ¿Es posible observar una conexión entre ambos?
Veamos cómo le va a algunas teorías comunes cuando los examinamos con un poco de sentido común.
Comentarios recientes