El confesor y el psicólogo

El confesor y el psicólogo

Cuál es el papel del confesor y el del psicólogo o psiquiatra

Hace unos días, en un auditorio en el que había bastantes sacerdotes, oí un sermón en el que el predicador nos exhortó a los curas a tener un psicólogo, mientras que del sacramento de la Penitencia y de la Dirección espiritual no dijo ni palabra. Ello me lleva a preguntarme cuál es el papel del confesor y el del psicólogo o psiquiatra.

La experiencia de culpa la tenemos todos. Somos personas, pero no autosufi­cientes, por lo que debemos responder de nuestra existencia, y además no siempre nuestro comportamien­to es responsable, siendo la normalidad o anormali­dad de la vivencia de culpa una gran preocupación para moralistas y psicólogos.

La culpa es un fenómeno complejo, que suele aparecer cuando no hacemos lo que debemos, lo que nos produce pesar y angustia, sentimientos que pertenecen a la afectividad y transforman negativa­mente nuestra vida psíquica. Y es que cuando cometemos una falta y nos damos cuenta de su maldad, este dictamen de la concien­cia nos ocasiona un estado depresivo mezcla de angustia, temor e irracionalidad, estado que habrá de considerar­se diferente­men­te por el psicólogo y por el teólogo.

Los psicólogos, psiquiatras y psicoanalistas nos dicen que el estado emocional de culpa se da muy a menudo en el hombre actual hasta el punto que muchos de sus clientes lo que buscan es librarse de su complejo de culpabilidad, pues lo que más desean es sentirse inocentes.

La tarea del psiquiatra no es perdonar los pecados, sino eliminar las angustias, la sensación de culpabilidad y el autolesionismo, ayudando al paciente en su esfuerzo para obtener la salud, que es lo que éste pretende. Para ello interviene en el trabado o perturbado núcleo personal del paciente, siendo preciso que éste llegue a darse cuenta que es él mismo la causa del mal que padece.

Ciertamente el psicoanalista puede encontrarse con casos en los que por su parte de su cliente se trata de encontrar el sentido de su vida, problema que supera ya el análisis, pues es un misterio cuya llave está en el amor redentor de Dios.

En cuanto al sacramento los elementos psicológicos no son en absoluto despreciables. Muchos buscan en la confesión un diálogo personal con el sacerdote y piensan que es un buen sitio donde poder expresarse, desahogarse y ser oídos. Estamos ante un sacramento profundamente humano, en el que los actos del penitente tienen una clara base psicológica, pues la reconcilia­ción requiere siempre un diálogo y un encuentro interpersonal en el que el sacerdote ha de procurar que a través suyo, el penitente encuentre a Cristo.

Y es que en ocasiones para obtener la paz interna la solución supera el mero orden natural: será necesario someterse al orden religioso y moral para obtener el perdón de los pecados. La práctica de la confesión sacramental puede ser muy útil para mantener y aumentar la paz entre los hombres. En efecto sólo Dios puede liberar de la culpa en cuanto tal, ya que es ofensa consciente a Dios y por tanto el perdón no puede depender solamente del culpable. Al «Tibi soli peccavi», corresponde por parte de Dios el «ego te absolvo» que perdona. Pero este perdón que es el ejercicio de un poder divino ha sido confiado por Cristo a su Iglesia, siendo ésta la tarea del confesor.

Sucede que a) quien va a la confesión busca el perdón de los pecados y está en un plano esencialmente religioso; b) en la confesión se va al sacerdote como interme­diario sagrado directo entre Dios y los hombres; c) en la confesión se solicita del penitente una declara­ción de culpabili­dad y una sincera contri­ción; d) el sentido del pecado se diferencia del sentimiento de culpabili­dad, en que es plenamente consciente y su confesión se sitúa en el nivel del obrar responsable, hasta el punto que sólo las faltas graves hechas conscientemente y con libertad, son objeto específico de la confesión.

 

Pedro Trevijano

 

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9 comentarios

Mariano
El problema de fondo es tratar de evangelizar en las relaciones humanas. Por ejemplo, un sacerdote que perdona en nombre de Dios pero limita su función a absolver y no a ayudar con caridad y evangelizando con la palabra, puede quedar todo en una funcionalidad sin buenos efectos con vistas a curar o sanar. Similarmente con el psicólogo o el médico, si no evangelizan con caridad, por mucha charla o mucha medicación que den pueden ser funciones de apariencia y poco efectivas para curar, sanar o tratar bien a un paciente. La salud llega más por el perdón y la palabra como hizo Jesús, que por soluciones de parcheo en ausencia de los anteriores.

Muchas gracias, Pedro, Dios te bendiga.
13/09/22 11:31 AM
Franco
Es importante mencionar que el sentimiento de culpa no es en sí necesario para tener un verdadero arrepentimiento.

"4. Hoy, síntoma de las sociedades enfermas por el buenismo de la fraternidad universal masónico (divorcio, aborto, ideología de género, etc.) y el alejamiento progresivo de Dios, se pide un psicólogo hasta para ir al servicio."

Es sin duda notable cómo hoy se tiende a exagerar la fragilidad humana hasta límites ridículos.
13/09/22 9:49 PM
Mariano
Con mi comentario no quiero desvalorizar el sacramento de la confesión porque de él puede depender la salvación eterna de la persona que se confiesa. Quiero indicar que la salud cristiana es recibida inicialmente por la palabra y el anuncio del evangelio por los discípulos de Jesús. No niego que la confesión sea saludable y prepare para evangelizar.
14/09/22 11:00 AM
templario
En la actualidad los bautizados en general van mas al psicólogo y al psiquiatra que al confesor. Y es por este motivo.
1ª Corintios 11,27:
De manera que cualquiera que comiere este pan o bebiere esta copa del Señor indignamente, será culpado del cuerpo y de la sangre del Señor. 28 Por tanto, pruébese cada uno a sí mismo, y coma así del pan, y beba de la copa. 29 Porque el que come y bebe indignamente, sin discernir el cuerpo del Señor, juicio come y bebe para sí. 30 Por lo cual hay muchos enfermos y debilitados entre vosotros, y muchos han muerto. 31 Si, pues, nos examinásemos a nosotros mismos, no seríamos juzgados; 32 mas siendo juzgados, somos castigados por el Señor, para que no seamos condenados con el mundo.
33 Así que, hermanos míos, cuando os reunís a comer, esperaos unos a otros. 34 Si alguno tuviere hambre, coma en su casa, para que no os reunáis para juicio. Las demás cosas las pondré en orden cuando yo fuere.
14/09/22 12:11 PM
Marcelo Bs As
Así que el predicador era de la New Age o Modernista, ¿Era Sacerdote? Y la psicología es bastante más dudosa y poco científica, vean a lo dicho por Mario Bunge.
14/09/22 3:17 PM
Jorge Cantu
Me imagino al Padre Pío diciéndole a un penitente: "y no vuelvas hasta que te hayan psicoanalizado"...

No menosprecio los posibles beneficios de la atención psicológica, pero me parece que en muchos casos los efectos positivos provienen del ser escuchados por alguien que al menos finge preocuparse por ti, así sea a cambio de algunos euros.
17/09/22 2:39 AM
Charo García
Creo que la psicología, la psiquiatría o el psicoanálisis; sí pueden llegar a ayudar al individuo, para mejorar la vida.
Mientras que el Sacramento de la Confesión, a través de la absolución; ordena y aligera en Verdad la Vida y sobretodo, el alma se va preparando para que llegado su momento; se Logre tener una buena Asistencia (Comunión con Cristo) en la agonía, (Paz) cruzando hacia la otra vida incluso “sin probar la muerte”. ⚖️ (Jn 8, 51)
En Beneficio humano., para la Gloria Eterna de Dios. ♾️ (Jn 17, 17-23)
Por cierto, de manera personal puedo decir que no he tenido mejores conversaciones “psicológicas”, que las vividas con el Santísimo Sacramento del Altar, en el silencio y la calidez del Sagrario. ✝️💖
17/09/22 4:38 AM
Luis
Un confesor debe tener una cierta experiencia psicológica, y conocer el mundo.
En mi opinión, la forma de expresión de los pecados por parte del penitente y la cara que presente, pueden ser de una persona con pecados graves, o solamente con pecados leves.
19/09/22 1:44 PM
Jago
Me parece que sigue habiendo mucha confusión básica sobre estos temas. El Psiquiatra está formado en principio para tratar los desórdenes y trastornos mentales. Estudia medicina y se especializa en las "enfermedades" mentales y su tratamiento farmacológico aunque en ocasiones se apoyan en algunas técnicas de la Psicología. La Psicología se dedica al estudio científico de la conducta, externa e interna. Ni Psiquiatría ni Psicología tienen nada que ver con la secta del Psicoanálisis; Freud, Jung y demás oportunistas que en base a opiniones subjetivas sobre casos aislados, crearon una filosofía con su pseudoterapia, de la que hay evidencia científica que es completamente perjudicial. Cierto que el Psicoanálisis caló muy hondo en medios clericales y teológicos, de hecho los teólogos modernistas que contaminaron el CVII y de los que siguen bebiendo los seminarios actualmente, se podría decir de ellos que desarrollaron una Teología Psicoanalítica, tan tóxica como las terapias de esta secta. Es increíble que con la Wikipedia a mano, aún se tienda a confundir Psicología con Psicoanálisis. Por otra parte la Psicología científica en su terapia, cognitivo-conductual, busca la adaptación y el bienestar del sujeto. Por supuesto que la Fe es considerada por la Psicología como inherente al humano y especialmente el Cristianismo como plenamente adaptativa. Si además el psicólogo es cristiano, en su afán también estará llevar el Evangelio a todas las almas. Por otra parte y respecto a
21/09/22 8:32 AM

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