(Zenit) Gisela Mota en su discurso de toma como alcaldesa de Temixco, había asegurado que en su gobierno no se permitirían actos de corrupción y que realizaría una campaña para proteger a las familias temixquenses del crimen organizado.
El obispo de la diócesis de Cuernavaca, Mons. Ramón Castro Castro, presidió este domingo la misa de cuerpo presente en el domicilio de la alcaldesa asesinada en ese mismo lugar sólo 15 horas después de haber asumido el cargo.
«Parece como si la humanidad estuviese anegada por un río de sangre inocente. El derecho de todas las personas es inviolable» dijo en su homilía el obispo, según reportaron medios locales. «El mandamiento 'No matarás' ha sido abolido y hoy urge más que nunca por la violencia que comete en perjucio de las personas», añadió. Y concluyó indicando que los autores del crimen tendrán que dar cuenta a Dios de su acción perversa en caso de que «la justicia humana fallara por razones que bien conocemos».
Desde todo México llegan mensajes de solidaridad, como el del arzobispo de Puebla, Monseñor Víctor Sánchez Espinosa, que pidió por la paz de México y consideró que es fundamental que exista mayor coordinación entre las autoridades de los tres niveles de gobierno para reforzar las medidas de seguridad en este estado del país.
Después del asesinato, tras una persecución, tres personas presuntamente ligadas al crimen fueron detenidas por policías del Mando Único de Morelos y otras dos abatidas .
En Cuernavaca, el Gobernador Graco Ramírez presidió en la Plaza de Armas una ceremonia de izamiendo de bandera a media asta, en señal de luto por el asesinato de Mota y anunció una declaratoria de tres días de luto en Morelos por este crimen.
Durante 2015 en Morelos, indicaron los medios locales, se registraron al menos 449 muertes violentas.
