Señores diputados, el embrión es uno de nosotros

Parece que dejan su conciencia tranquila al reconocerlos seres humanos dignos, personas (artículo 19 del Código Civil) y, por otro, en una «ley especial» los llaman de otro modo, los tratan como cosas, al arbitrio de los nuevos dioses, al arbitrio de un deseo y, por supuesto, de un «mercado reproductivo».

Luego de sancionada la Ley de Acceso a las Técnicas de Fecundación Artificial en nuestro país, más la sanción del nuevo Código Civil, era esperable que los diputados no dejaran pasar mucho más tiempo ni esperaran el fin de su mandato y, previo a los comicios de 2015, terminaran el camino de desprecio hacia la vida naciente. He aquí la muestra de ello.

Ahora legislan sobre las propias técnicas de reproducción humana y asistimos a una nueva victoria de los «lobbies mercantilistas» de la reproducción humana y de la manipulación genética, por encima del derecho a la vida de los niños no nacidos. No estamos en contra de que se legisle en la materia. Lo que rechazamos es que sea sólo para el interés de los «lobbies mercantilistas» que se dedican a ello, con desprecio absoluto de la vida humana en estado embrionario. Esto se pudo hacer bien respetando al embrión, su vida, su identidad. Pero parece más fácil hacerlo mal, realmente mal.

La República Argentina protege la vida desde la concepción, aunque el embrión no esté implantado. Así puede verse en la interpretación de las normas constitucionales que hiciera la Corte Suprema de Justicia en el caso «Portal de Belén». A pesar de ello, el proyecto que se aprestan a votar casi todos los partidos políticos representados en el Congreso Nacional es una iniciativa absolutamente deshumanizante, en la que el embrión recibe un trato de «cosa».

Parece que en este proyecto de ley la humanidad del embrión es una falsa promesa que sólo se hará verdadera cuando los profesionales médicos, como nuevos dioses de la técnica, consideren a los embriones como aptos y dignos de vivir, o cuando sea «apto o viable» para quienes lo pretenden como hijo, sólo si cumple con las condiciones que pusieron, o si tiene la suerte de ser implantado previo a la separación o divorcio de sus padres. Y si nadie lo quiere, será irremediablemente destruido o utilizado para la investigación.

El proyecto manifiesta buscar «la protección del embrión no implantado», aunque en su contenido propone prácticas propias de un proceso productivo y no de una relación familiar: descartar lo que «no sirve», seleccionar lo mejor de entre lo producido, destruir lo que resulte mal y, en su caso, investigar el producto para el futuro.

En el ánimo de producir, se olvidaron de la promesa del artículo 1º, en el que dijeron que protegerían a esos niños. Ya no sólo se cosifican en la técnica propiamente dicha sino que, a falta de «utilidad» como hijos, se habilita su «utilidad» como cosas, como material genético investigable. Y, cuando no se le encuentra «utilidad», se procede a su descarte.

Parece que dejan su conciencia tranquila al reconocerlos seres humanos dignos, personas (artículo 19 del Código Civil) y, por otro, en una «ley especial» los llaman de otro modo, los tratan como cosas, al arbitrio de los nuevos dioses, al arbitrio de un deseo y, por supuesto, de un «mercado reproductivo».

Al votar esto, recuerden a los «nazis» cuando establecían sus «leyes especiales» para los judíos. Una democracia no se construye con leyes especiales, sino con leyes que protejan por igual a todos los seres humanos.

 

Aurelio García Elorrio

Publicado originalmente en La Voz

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7 comentarios

Alberto
A veces me da mucha vergüenza ajena... tanto piripipí, tanto bla bla y todo un artículo completo sin mencionar la palabra "mujer" ni la palabra "madre".

A ningún lado van a parar estos esfuerzos si además de hablar del embrión no se habla de la mujer que lo lleva.

una pena.
30/10/14 12:31 AM
Claudio
Alberto.... puro piripipi lo tuyo. ¿No ves que la Ley va contra el embrion y embriones los hay varones y mujeres? ¿De que hablas? ¿O eres de los que les encanta hablar del derecho de la mujer sobre su cuerpo ignorando que un embrion tambien tiene un cuerpo? ¿O acaso me dirás que son solo celulas? Pues ¿de que crees que está formado tu cuerpo? ¿De engranajes y bulones? Pena das tu con tus continuos comentarios sexistas.
31/10/14 12:13 PM
javier
Comparto la nota y el comentario de Claudio. Creo que Alberto propone la falsa antinomia mujer-hijo. Una verdadera madre jamás atentaría contra la vida de su hijo. Salvo que la engañen, con esa falsa antinomia. Es diabólica, digna del padre de la mentira y el engaño. Le vamos a creer a él -el destructor del hombre y la creación- o al Creador: no matarás, no importa lo útil, conveniente o correcto que te pueda parecer...
no hay derecho a matar la vida humana inocente, ni a cosificarla, algo que recuerda mucho los tiempos de la esclavitud. Gracias al autor por tan elogiable comentario sobre las contradicciones de nuetro tiempo.
4/11/14 12:37 AM
emoga
Alberto es difícil no pensar que detrás de su comentario esta la trillada frase de algunas mujeres que dicen "es mi cuerpo y yo puedo hacer con él lo que quiera", dos mentiras en una como un combo, primero ninguna mujer tiene ni siquiera el menor control del que dice su cuerpo, por ejemplo decir mañana mi pelo va amanecer de tal o cual color, o mañana no voy a tener arrugas, entonces de que presumen, nadie puede decir este cuerpo es mío, lo único que podemos decir es que tenemos un "yo", que por obra y gracia vive en un cuerpo material prestado y por otra parte está comprobado que el embrión es un ser completamente diferente al de la madre, por tanto, tampoco es parte de ese famoso cuerpo que dice ser suyo. En cuanto a la fertilización en vitro, si la pareja quiere hacer su voluntad y no la de Dios, y lo que quieren en realidad es ser padres, que acepten todos los óvulos fecundados si son tres o cinco, de lo contrario estan cometiendo abortos al desechar los embriones.
4/11/14 5:55 AM
María de las Nieves
Cada hijo, zigoto, feto, niño ,adolescente, adulto etc es un regalo para los padres y resto de familiares y para la sociedad.
Hijos somos todos y ALGUIEN NOS DA VIDA, sin El- Nuestro Creador nosotros nO podríamos existir ,pero al no tomar conciencia de nuestro origen real, real, comercializamos con lo mas sagrado.
Aunque una mujer arranque a su hijo de sus entrañas y lo deseche, nunca podrá quitar de su conciencia ese hecho, ya que Dios tiene memoria de todos sus hijos, PERO LO MISMO PARA EL PADRE hasta que reconozcan que le han quitado la vida y no podrán olvidar a no ser que reconozca el hecho verdadero, que ellos con su voluntad decidieron que no siguiese viviendo y sean perdonados por el autor de la vida.

Si pensamos en embriones congelados, los padres espero que sepan que alí tienen un hijo congelado a tiempo cero o de dos días en espera, de que se acuerden de él y sigan adelante en el proceso que iniciaron o sino tendrán hijos muertos por olvido.

Dios no se olvida de sus hijos congelados, son suyos, El es el creador del cuerpo dador del Espiritu y de la conciencia humana.Ningún humano sabe hacer un cuerpo, los padres permiten ese acontecimiento que es maravilloso.
Se requiere difundir la belleza y bondad del creador con sus hijos hasta que cada persona comprenda su origen y su destino.
Nuestra sociedad requiere información ,una comprensión profunda de nuestro origen creado y la responsabilidad que supone para todos.
4/11/14 1:47 PM
Tenores
Aplaudo tu comentario, emoga. Muy bien.
4/11/14 11:25 PM
José Vidal
Aurelio: casi el unico legislador católico que tenemos en nuestra provincia de Córdoba. Y habiendolo conocido (antes de saber que era católico) enfrentándose en la legislatura cordobesa, respecto al tema de los salones de espectáculos y la venta de droga, su voz solitaria sin ningun acompañamiento, me di cuenta que no tenemos casi nadie que nos represente. Felicitaciones por su valentía.
5/11/14 1:00 AM

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